Esta medida busca evitar que mujeres trans e intersexuales, con supuestas ventajas hormonales, compitan en condiciones de desigualdad frente a mujeres cisgénero
Por: Redacción COSAS
La Federación Internacional de Atletismo (World Athletics), presidida por Sebastian Coe, aprobó una nueva medida que exige a las atletas femeninas someterse a un test genético de saliva y un análisis de sangre seca para detectar cromosomas Y, típicos de los hombres.
Este examen, que solo se realizará una vez durante la carrera deportiva de cada atleta, se implementará a partir de los próximos Mundiales al aire libre en septiembre.
El presidente de la federación defiende la decisión como una estrategia esencial para proteger la «integridad del deporte femenino«, señalando que las mujeres transgénero, como la nadadora Lia Thomas, y las personas intersexuales podrían tener ventajas biológicas derivadas de la pubertad masculina, sobre las mujeres cisgénero. Sin embargo, esta postura generó una fuerte reacción en diferentes sectores, especialmente entre defensores de los derechos de las personas trans, quienes consideran la medida como excluyente y discriminatoria.
En los Juegos Olímpicos de París 2024 hubo una controversia en la participación de la boxeadora Imane Khelif, quien nació con genitales femeninos pero posee cromosomas XY y niveles elevados de testosterona
Desafíos legales y controversias previas
Aunque la nueva regulación ya cuenta con el respaldo de la Federación, Sebastian Coe no descarta que se presenten desafíos legales. El dirigente se mostró confiado en la solidez científica y legal de la normativa, asegurando que están preparados para enfrentar cualquier litigio. Esta medida llega en un contexto cargado de antecedentes controvertidos, como el caso de la atleta sudafricana Caster Semenya, quien desafió la regulación de niveles hormonales para competir en pruebas femeninas.
Sebastian Coe, actual presidente de la Federación Internacional de Atletismo (World Athletics), es un exatleta británico y doble medallista olímpico en los Juegos de 1980 y 1984, ganando oros en los 1500 metros.
El Comité Olímpico Internacional (COI) también se vio involucrado en esta discusión, con sectores que piden una postura más unificada sobre la participación de atletas trans en eventos deportivos. Además, la decisión coincide con la política estadounidense sobre la exclusión de atletas transgénero de competiciones femeninas, firmada por el presidente Donald Trump. Esta postura también se reflejó en su presión para que los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028 sigan estas restricciones.
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