La justicia francesa inicia la audiencia contra diez acusados por el atraco armado de 10 millones de dólares en joyas a la empresaria durante la Semana de la Moda de 2016; se espera su testimonio el 13 de mayo
Por: Redacción COSAS
Nueve años después del asalto a mano armada a Kim Kardashian en su suite de lujo en el Hôtel de Pourtalès, comenzó este lunes en París el juicio contra los diez presuntos implicados. Apodados por la prensa francesa como “los abuelos ladrones” debido a su avanzada edad, el caso tiene como eje el robo de joyas valoradas en 10 millones de dólares y contará con la esperada declaración de la estrella televisiva el próximo 13 de mayo.

El juicio por el robo de joyas de Kim, que estaban valoradas en 10 millones de dólares, comenzó este lunes en Francia tras casi una década después del crimen.
En el inicio del proceso, fiscales y defensa trabajaron en la selección del jurado, un paso clave debido a que el sistema judicial francés recurre a esta figura solo cuando la posible pena supera los 20 años de prisión. Entre los delitos imputados figuran robo con arma, secuestro y complicidad.
El hecho ocurrió en octubre de 2016, cuando cinco individuos —algunos vestidos con uniformes falsos de policía— ingresaron al complejo, esposaron al conserje y ataron a Kardashian mientras la despojaban de sus joyas. El grupo habría actuado con apoyo de otros que planearon el crimen y proporcionaron información sobre los movimientos de la celebridad.
Uno de los presuntos cabecillas es Aomar Ait Khedache, de 69 años, apodado “El Viejo Omar”, junto a su hijo, el supuesto conductor de la fuga, Harminy (37); Didier “Ojos Azules” Dubreucq (69); Gary Madar (35), hermano del chofer de Kardashian en París, y Christiane Glotin (78), acusada de colaborar en la planificación. Uno de los implicados falleció antes del juicio y otro, de 80 años, fue apartado del proceso por razones médicas.

Kim Kardashian usando el anillo de compromiso que le regaló Kanye West y que fue robado en París en 2016.
En el sistema judicial francés, los imputados no presentan alegatos formales. Aunque uno de ellos admitió su participación: Yunice Abbas, de 72 años, autor del libro «I Kidnapped Kim Kardashian», donde relató cómo fue reclutado para el golpe. “¡Un robo! En pleno París. Como en los viejos tiempos. Me siento como un hormigueo de emoción”, escribió. Aseguró que su función era permanecer en la planta baja mientras sus compañeros actuaban “sin violencia, un aspecto crucial del contrato”.
Esa versión difiere radicalmente de la vivencia de la víctima. “Mi puerta estaba así abierta, y entonces vi a dos tipos sujetando a otro con uniforme de policía, justo afuera de mi habitación, a un metro y medio de distancia”, contó Kardashian en un episodio de Keeping Up With the Kardashians. “Así que me deslicé de la cama, cogí mi teléfono y pensé: ‘No sé cómo llamar al 911 en otro país, así que llamé a Pascal… y entonces el tipo vino, me arrebató el teléfono, me tiró en la cama y pensé: ‘¡Esto es todo!’”.
También reveló a David Letterman que durante el asalto creyó que sería violada. “Llevaba una bata y no llevaba nada debajo. Pensé: ‘Vale, ahora me van a violar. Acéptalo, va a pasar. Prepárate’”.
Según Michael Rhodes, su abogado, Kardashian mantiene “un tremendo aprecio y admiración por el sistema judicial francés” y fue tratada “con gran respeto por las autoridades francesas”. Además, añadió: “Está reservando su testimonio para el tribunal y el jurado”.
Las investigaciones concluyeron con arrestos tres meses después del crimen, gracias al análisis de cámaras de seguridad y ADN. Sin embargo, el proceso judicial se dilató por años debido al estado de salud de los implicados, muchos con enfermedades como cáncer o afecciones cardíacas.
Kardashian afirmó que el atraco transformó su vida. En The Ellen Show, reveló que los agresores la habían estado siguiendo durante dos años. “Lo increíble es que, al reunirme con mis abogados y saber la información que tengo ahora, [los ladrones] me habían estado siguiendo durante dos años”. A partir del robo, cambió radicalmente su seguridad personal. “Mi vida do un giro por completo en cuanto a cómo viajo… ahora tengo varios [guardias] solo para mí, para poder dormir por la noche”.
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