Trenes detenidos, calles colapsadas, aeropuertos semiparalizados y miles de ciudadanos atrapados: el gigantesco apagón que este lunes dejó sin electricidad a toda la península ibérica ha desatado una crisis sin precedentes. El Gobierno pide calma mientras aún se desconocen las causas del colapso.

Por Redacción COSAS

España sufrió este lunes el peor apagón de su historia, afectando a toda la Península —excepto las islas, Ceuta y Melilla—. El corte de energía, iniciado alrededor de las 12:30 del mediodía, paralizó durante horas el tráfico ferroviario y el metro, redujo el tráfico aéreo, provocó atascos kilométricos y dejó sin luz a viviendas, empresas y centros de servicios esenciales. Desde Portugal, también afectado, se señala a España como el posible origen del incidente. La Unión Europea, por su parte, descarta de momento un ataque.

En una comparecencia pasada las 18:00 horas, el presidente Pedro Sánchez llamó a la ciudadanía a extremar la responsabilidad: pidió evitar desplazamientos, usar el móvil solo para llamadas breves, no colapsar los servicios de emergencia y atender únicamente a la información oficial. El Ejecutivo asumió la gestión directa de la emergencia en comunidades como Madrid, Andalucía, Extremadura y Murcia. A pesar de que el suministro se fue restableciendo en algunas zonas durante la tarde, Sánchez advirtió que aún quedaban «horas críticas» por delante.

Interior de la estación de Atocha vacía durante el apagón.

La magnitud del apagón obligó a suspender clases escolares, consultas médicas, actividades parlamentarias y la operación de infraestructuras críticas. Red Eléctrica, que investiga el origen del fallo, informó que, al cierre del día, solo el 35% de la demanda habitual estaba garantizada y que la recuperación completa tomaría varias horas más. Eduardo Prieto, director de Servicios a la Operación, confirmó que nunca se había enfrentado a una crisis de esta gravedad y llamó a no especular sobre las causas.

La emergencia movilizó a 30.000 agentes de Policía Nacional y Guardia Civil en todo el país para garantizar la seguridad, aunque no se reportaron incidentes de orden público graves. Mientras tanto, ciudades como Madrid y Barcelona vivieron momentos de gran desconcierto, con miles de personas caminando de regreso a casa debido a la paralización del transporte y al colapso de las vías principales.

Efectos inmediatos: colegios cerrados, calles vacías y transporte paralizado

La Comunidad de Madrid suspendió las actividades lectivas para el martes, aunque los centros públicos permanecerán abiertos. Galicia cerrará completamente sus colegios, mientras que Andalucía anunció que retomará las clases. La Universidad Autónoma de Madrid también canceló toda su actividad académica y pidió limitar los traslados a sus campus.

En el ámbito político, el Congreso de los Diputados suspendió sus actividades por segundo día consecutivo ante la imposibilidad de garantizar los desplazamientos de diputados y personal. Las sesiones previstas para este lunes y martes, incluidas comparecencias clave, fueron canceladas.

Cientos de personas hacen cola para el autobús en Ronda Universidad de Barcelona.

Caos vehicular en Madrid, tras el gran apagón que paralizó gran parte del país.

Usuarios del Metro Barcelona utilizan las linternas de sus celulares para salir de la estación de Plaza de Cataluña.

El transporte público, uno de los sectores más golpeados, vivió escenas inéditas. En Barcelona, todas las líneas de metro quedaron detenidas simultáneamente, un hecho sin precedentes según responsables de la sala de mando. Autobuses y trenes de cercanías también sufrieron interrupciones, obligando a habilitar refugios temporales para personas que no pudieron regresar a sus hogares.

En Madrid, el alcalde José Luis Martínez-Almeida pidió a los ciudadanos que regresaran a casa «lo antes posible», ante la imposibilidad de garantizar el alumbrado público. En paralelo, las calles del centro de Barcelona comenzaban a recuperar cierta normalidad entrada la noche, aunque en muchos locales se atendía únicamente a clientes que podían pagar en efectivo, dada la caída de los sistemas electrónicos.

Mientras España trabaja en recuperar completamente el suministro, la recomendación oficial sigue siendo clara: extremar precauciones, mantenerse informados solo por vías oficiales y evitar cualquier desplazamiento que no sea estrictamente necesario.

Suscríbase aquí a la edición impresa y sea parte de Club COSAS .