A sus 42 años, el príncipe de Gales redefine su rol con proyectos medioambientales, estrategias sociales y un estilo directo, conectando con nuevas generaciones sin romper con la tradición
Por: Redacción COSAS
El príncipe William, heredero al trono británico, impulsa desde Londres una nueva forma de ejercer el poder real. «Se trata de una reinvención«, afirma Jason Knauf, exasesor real y director ejecutivo del premio Earthshot. “Tiene que ser diferente”, añade, al explicar cómo William adapta su papel a una sociedad visual y digital.
William calificó el último año como “el más difícil de mi vida” y se apoyó en su equipo para implementar una estrategia basada en resultados visibles y contacto constante con el público, dentro y fuera del Reino Unido.
William Hague, exministro del gabinete, detalla el origen de United for Wildlife: “Tiene la idea de que los gobiernos están trabajando a un ritmo lento para combatir el tráfico ilegal de vida silvestre. ¿Por qué no conseguimos que el sector privado vea qué puede hacer para detenerlo?”. La organización, integrada en la Royal Foundation, combate redes delictivas y protege a guardabosques.
El enfoque es ejecutivo. “A menudo le he oído decir: ‘Se ha hablado demasiado de eso. Necesitamos que se tomen medidas’”, indica Hague. Tras asumir el Ducado de Cornualles en 2022, William contactó directamente con su secretario. “Si me necesita, solo llámeme, solo envíeme un mensaje”, fue su instrucción. Martin señala: “Si algo ha ido bien o mal, querré contárselo a mi jefe y él regresará enseguida”.
Estilo de liderazgo basado en cercanía y exigencia
Fuentes cercanas lo describen como “un jefe estricto”, aunque “colaborador” y “considerado”. Supervisa de forma personal sus iniciativas y mantiene comunicación continua con su equipo.
El Earthshot Prize, un premio anual global iniciativa del príncipe Guillermo, otorga anualmente un millón de libras a cinco soluciones ambientales, con otros diez finalistas que reciben apoyo.
Jacinda Ardern, ex primera ministra de Nueva Zelanda, lo conoció en Davos en 2019. “¿Qué te parece esta idea? ¿Crees que sería beneficiosa? ¿Crees que marcaría la diferencia?”, le preguntó William sobre un premio ambiental. Ardern destaca su apertura: “Hay humildad ahí, lo cual es algo extraordinario cuando naces para un puesto de esta naturaleza”.
La dimensión familiar también forma parte de su estrategia. El cáncer de la princesa Kate en 2024 marcó un antes y un después. William lo definió como “brutal”, “espantoso” y “probablemente el año más difícil de mi vida”. Kate decidió grabar y difundir el mensaje en el que anunció el fin de su tratamiento, sin intervención de asesores.
Una fuente cercana resume sus prioridades: “Normalidad, privacidad, control”. Kate participa en decisiones clave y actúa como soporte fundamental para William y sus hijos, sin exponerse más allá de lo necesario.
Redefinición institucional
La conexión con la sociedad también incluye colaboraciones con figuras como Big Manny, Jeremy Clarkson o Tom Dean. Este último recuerda: “Lo que realmente me impactó es que, ante todo, es padre. Me contó cuánto les encanta el agua a sus hijos”.
Homewards es un programa de 5 años, liderado localmente y respaldado por el Príncipe Guillermo y la Royal Foundation, que enfrenta la falta de vivienda en seis regiones del Reino Unido.
Gail Porter, embajadora de Homewards, compartió un momento informal con William durante una visita en Aberdeen. “Trajo unas flores preciosas y me dijo: ‘Por cierto, las flores no son para ti’”. Luego lo abrazó: “Pensé que, si mi madre viviera, me habría dicho: ‘No deberías haber abrazado a un miembro de la familia real’”.
Knauf aclara que, pese a los ajustes, existe continuidad institucional. “Son bastante conservadores en este tema. Comparado con algunos de los consejos que les han dado [y desestimado] a lo largo de los años, sigue siendo bastante regio”.
Mientras Carlos III continúa su tratamiento, los preparativos para la transición avanzan discretamente. William planea mantener su residencia familiar en Windsor. Una fuente cercana afirma: “La ha elegido. La ha moldeado como quería”.
El heredero ya expresó su deseo de asumir su papel con “’r’ minúscula en la realeza”. Una declaración que anticipa un nuevo enfoque: menos distancia ceremonial, más impacto directo.
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