La modelo realizó hace poco la venta millonaria de su marca de belleza Rhode, de la cual el cantante ahora podría recibir hasta la mitad si es que se confirman los rumores de su separación.
Por Alejandro Saldaña
Los rumores de divorcio entre Justin Bieber y Hailey no cesan y ante la posible separación de la pareja un escenario bastante peculiar empieza a dibujarse. Ahora que la modelo vendió Rhode —su marca de cuidado de la piel— a la famosa empresa de cosméticos E.L.F. Beauty en un acuerdo valorado en USD 1,000 millones de dólares, el cantante canadiense podría reclamar hasta la mitad de esa cifra si la pareja llegara a divorciarse. ¿La razón? Ni ella ni su esposo firmaron un acuerdo prenupcial al casarse en 2018, y bajo las leyes de California —donde ambos residen—, todo lo ganado durante el matrimonio se considera bien ganancial, salvo pacto contrario.
La millonaria transacción del sello de Hailey establece un pago inicial de USD 800 millones —entre efectivo y acciones—, más un posible bono de USD 200 millones dependiendo del desempeño de la marca en los próximos tres años. Pero debido a la inexistencia de la cláusula prenupcial de los Bieber esta cifra cobra gran relevancia, ya que cualquier ganancia durante el matrimonio le pertenece por ley a ambos. Es decir, que Justin podría cobrarse hasta USD 500 millones de dólares de la venta administrada por su esposa si es que llegan a separarse.

Hailey Bieber, quien dio a luz a Jack Blues Bieber en agosto de 2024, seguirá como directora creativa de su marca tras la venta.
Y aunque el monto suena impactante, todo dependerá de cómo se cierre el trato. El hecho de que los pagos incluyan acciones y bonos condicionados significa que Hailey aún no tendrá en sus manos los mil millones completos. Sin embargo, eso no impide que, en caso de separación, cualquier ingreso ya comprometido durante la vigencia del matrimonio entre en la mesa de negociación. La ley californiana contempla ese tipo de escenarios como parte de una eventual repartición de bienes.
Por su parte, Justin ya vendió su catálogo musical en 2023 por unos USD 200 millones, pero al tratarse de obras creadas antes del matrimonio, ese ingreso no se considera ganancia compartida. En cambio, el negocio de Hailey fue concebido y desarrollado enteramente durante sus años como esposa del cantante, por lo que sus frutos legales —y económicos— sí se reparten por igual.

Aunque diversos medios apuntan que Justin mantiene deudas, sus representantes califican las noticias sobre dicha crisis financiera como “clickbait”.
Desde su pausa en giras por problemas de salud (síndrome Ramsay Hunt) y la cancelación del “Justice World Tour” en 2022, Justin se ha mantenido con considerable flujo monetario menor, según un reporte de The Sun. El mismo medio reportó que el cantante de «Baby» tiene deudas millonarias, incluyendo una de USD 24 millones a la promotora de giras AEG y cerca de USD 8 millones a su ex-manager, Scooter Braun.
Y mientras Justin atraviesa este complicado escenario económico, las especulaciones no han cesado. En redes sociales, usuarios señalan el comportamiento distante del canadiense como una señal de crisis, aunque allegados a la pareja aseguran que siguen “felices y comprometidos”. Hailey, por su parte, no ha dudado en responder con sarcasmo a quienes insisten en hablar de divorcio: “Estos infelices van a hablar de todas formas”, escribió en una publicación reciente.

A lo largo de su relación, Justin y Hailey han enfrentado diversos rumores y al día de hoy son una de las parejas más comentadas.
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