Si bien tener el cuerpo y la piel en perfecto estado es algo que deseamos todo el año, cuando se acerca el verano tomamos medidas drásticas para alcanzar ese objetivo. Aquí te presentamos una guía especializada para llegar en forma a la playa. Verano 2020, allá vamos.
¿Ya empezaste a prepararte para el verano? Si la respuesta es no, y solo pensar en el mes de diciembre te preocupa, este es el momento perfecto para cambiar tu rutina.
Adiós a los mitos
La nutricionista Alejandra Valdez señala que tres meses son suficientes para hacer cambios significativos. Según la especialista, el error es confiar en dietas poco balanceadas, como la dieta keto o el ayuno intermitente. Por ese motivo, nos cuenta qué es lo que no se debe hacer.
“Algunas personas creen que ciertos alimentos sirven para quemar grasas”, señala. “Eso es completamente falso. No hay ningún tipo de comida que tenga propiedades especiales”. Además, revela que el horario de las comidas es lo menos importante. “Lo que determina el aumento de peso es la cantidad de calorías y no la hora en la que se consumen los alimentos”, dice.
Para quemar las calorías, no es necesario realizar ejercicios de alto rendimiento: actividades de baja intensidad, como salir a caminar, también son útiles. Hay que recordar que, para iniciar una rutina, no se necesita bajar grandes cantidades de peso previamente, ya que la grasa y el músculo son tejidos compuestos de células diferentes.
Además, no hay que relacionar la sudoración con la quema de grasa. “Cuando sudas sí pierdes peso, pero lo recuperas inmediatamente al reponer los líquidos que perdiste con la excesiva sudoración. Sudar solo es un mecanismo de protección contra la temperatura exterior”, aclara.
Finalmente, si te estás preguntando cuál es el papel que el alcohol debe tener en tu dieta, según Valdez, “el vino y la cerveza son más recomendables para una persona que busca reducir sus medidas”. Si bien todas las bebidas alcohólicas son altas en calorías, el mojito, la piña colada y la margarita son más perjudiciales, ya que suelen alcanzar las casi mil calorías “vacías” (aquellas que no contienen nutrientes, vitaminas, ni minerales).
Otras alternativas antes del verano
Para lucir un rostro envidiable, también es necesario hacer unos ligeros cambios en tu rutina. En esa línea, las vitaminas son una gran opción. La vitamina A, por ejemplo, contribuye a mantener los tejidos corporales blandos en buen estado, y reduce los efectos del envejecimiento. Se puede encontrar en alimentos como la zanahoria, el brócoli y la calabaza.
La vitamina E, por otro lado, refuerza las células de la piel desde el interior. Así, logra retener líquido hidratante dentro del organismo, y funciona como un antiinflamatorio de primer nivel. Las harinas, la palta y los mariscos son grandes fuentes de este elemento.
La vitamina C también es fundamental, ya que contribuye con la formación de colágeno. Aproximadamente un 80% de la piel está formada por este elemento, el cual da una apariencia saludable y juvenil al rostro. Para que este componente pueda realizar sus funciones, debe permanecer en las capas más profundas de la piel, y esto solo se consigue mediante su ingesta. El colágeno líquido es una excelente alternativa –lo puedes conseguir en cualquier farmacia local–, así como el consumo de alimentos altos en vitamina C.
Lo cierto es que no existe una fórmula mágica para conseguir un cuerpo escultural y una piel reluciente. Pero si tienes paciencia y pones en marcha estas recomendaciones, verás resultados increíbles en los próximos meses.