Te cuento todos los aprendizajes que me llevé en este año para mantener mi piel saludable y luminosa de forma constante y con simples hábitos.
Por Fernanda Boloña
No todo se trata de renovar o transformar. También es indispensable ser consciente y cuidar lo que uno ya tiene, incluyendo nuestro cuidado de la piel. Durante mucho tiempo pensé que al tener un estilo de vida saludable y buenos productos ya era suficiente. Sin embargo, aprendí que por más que nos enfoquemos en buscar la crema perfecta o el componente “mágico” para conseguir una piel espectacular, la realidad es que el secreto para lucir una piel luminosa y joven está en la responsabilidad y constancia de nuestros hábitos. El verdadero efecto en la piel se generará si complementamos estos primeros dos factores con una serie de hábitos que por más simples que parezcan harán una total diferencia y a largo plazo que es lo más importante. Además, hay que tener en cuenta que la piel va cambiando según la edad o el clima por ende nuestros productos o hábitos también lo harán.
Asimismo, si consideras que ya tienes una piel hidratada y en buen estado, es necesario no dejarla de lado y acompañarla con los siguientes trucos que te dejaré a continuación (y que no muchos hablan) para que se mantenga glowy y como de portada por mucho más tiempo.
1.Deja de tocarte la cara
La clásica frase que toda madre nos dice cuando pequeñas pero qué razón tiene. Debo admitir que esto me costó muchísimo hacer ya que apenas veía algún granito apareciendo ya procedía a reventarlo. No hay nada peor que hacer esto ya que más allá de dejar marcas, te expones a miles de bacterias e infectas aún más tu piel. Además, podemos dejar irritaciones o manchas permanentes por lo cual lo más recomendable será aplicar en las noches un poco de ácido salicílico en la zona y mantener la cara limpia. Desde que fui disciplinada, mi piel se ve muchísimo mejor y con más luminosidad. ¡Me lo van a agradecer!
2.Tratamientos faciales
En segundo lugar, les quiero aconsejar tomarse un tiempo para ustedes mismas y vayan a realizarse un tratamiento facial hidratante o anti-edad con un experto al menos cada 3-4 meses. El beneficio es que más allá de usar buenos productos, te realizan una serie de tratamientos especiales para purificar y detoxificar todas las impurezas acumuladas con el tiempo. Esto no sólo ayuda a hidratar a profundidad la piel, sino también previene la aparición de acné y los primeros signos de envejecimiento. ADVERTENCIA: siempre acudan donde un profesional que tenga las máquinas correctas y la experiencia ya que de lo contrario podrías exponerte a muchos daños.
3.Consume antioxidantes
Si bien sabemos que la alimentación juega un rol sumamente importante en el estado de nuestra piel, le he dado mucha más prioridad a los antioxidantes en específico debido a la cantidad de beneficios que nos entrega. Contienen vitamina A, C y E y nos ayuda mucho a prevenir el foto- envejecimiento, reducir los daños generados por la radiación en nuestras células, previniendo las líneas de expresión y sobre todo manteniendo el grado de hidratación. Los puedes encontrar principalmente en alimentos como: arándanos, moras, té verde, brócolis, zanahorias, tomates, acelgas, entre otros.
4.Calidad mas no cantidad
Por otro lado, es esencial entender que por más efectivas que sean los sérums o cremas para la piel, finalmente siguen siendo composiciones químicas a las cuales debemos usar con cautela. Al sobreexponernos a estos productos (sobre todo sin una recomendación médica) nos arriesgamos a saturar nuestra piel y generar el efecto adverso. Por eso, recomiendo seguir la tendencia del Skinimalismo la cual se enfoca en minimizar la cantidad de productos en nuestra rutina y evitar complicarnos tanto lo cual admito que mejoró increíblemente el aspecto de mi piel. ¡Menos es más!
5.Masajes faciales
Este truco definitivamente me ha sorprendido en las últimas semanas por los resultados tan rápidos y efectivos en mi rostro. Los masajes faciales no sólo relajan nuestra piel, sino también ayudan a mejorar la absorción de los productos que nos apliquemos y promueven la elasticidad de la piel reactivándola a través del drenaje linfático. Además, ayudan a reducir la inflamación y las arrugas. Lo mejor de todo es el efecto lifting que entrega. Lo puedes realizar mediante los cuarzos en forma de rodillos o como piedra ergonómica (Gua shá) lo cual me encanta porque se adapta a los ángulos de tu rostro. Yo utilizo esta en forma de mariposa ya que me ayuda mucho más a definir y afinar cada parte.
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