La DoubleJ abre su primera tienda con artículos únicos y piezas especiales en Milán. Los ambientes apuntan a ensalzar la figura femenina a través de una puesta en escena de diosas y guardianes en las paredes, de flores de loto de papel gigantes en el techo y un piso pintado de manera artesanal con los estampados vintage de la marca. Un espacio más ligado al ritual, que busca conectar de manera festiva y colorida.

Por Gonzalo Galarza Cerf / Fotos de Filippo Bamberghi

La DoubleJ

De una revista a un edificio milanés del siglo XIX. Ese es el tránsito que ha realizado en seis años La DoubleJ, que ha pasado de comercializar ropa y joyas vintage a través de una pequeña publicación a vender en su primera tienda en la Via Sant’Andrea. Más allá de que la marca se distingue por romper las reglas, ¿por qué abrir un local cuando casi todos cierran oficinas y refuerzan el comercio electrónico?

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“Nuestra tienda es menos un mandato estricto para vender mercancía y más una oportunidad única de anclar e interactuar con nuestra comunidad de mujeres. Es hora de seguir adelante. Si la COVID-19 me enseñó una cosa, es que nuestros clientes están desesperados por algo más”, ha señalado su fundadora, JJ Martin, coleccionista vintage que ha colaborado como editora y periodista en medios como “Harper’s Bazaar USA”, “The Wall Street Journal”, “Wallpaper”, “T: The New York Times Style Magazine” y “Architectural Digest”, entre otros.

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Martin, que ha explorado lo mejor de la moda y el diseño italianos, encargó el proyecto a la firma Paolo Badesco & Partners y Raw Milano, para iluminar la capital italiana de la moda después de la oscuridad que ha traído el coronavirus. El sótano de la tienda ha sido bautizado como “Sacred Grotta” (Gruta Sagrada), un estudio para conectar con la energía femenina a través de talleres de bienestar, estaciones de círculo de mujeres y vestuario VIP, algo que han ido organizando y brindando de forma gratuita durante el último año de encierro.

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“La DoubleJ está en el negocio de la alegría, no solo quiero venderle un vestido a una mujer”, ha dicho Martin. Así, la gruta está compuesta por una serie de representaciones de distintas diosas, guardianes y una escena mágica elaborada por la rumana Aitch, que le dan un carácter de ritual, festivo y vivo.

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En esa misma línea también se han trabajado los escaparates del primer piso, con maniquíes que simbolizan el poder de la naturaleza, con ráfagas de flores y pájaros en lugar de cabezas junto con el grito de guerra de la marca, “Eleva tu vibración”. Otros espacios en las ventanas están centrados en ensalzar la buena salud, la alimentación y la flora. La explosión de estampados y florales en las ventanas las hizo la artista JoAnn Tan, quien cubrió el techo completamente con hojas de loto gigantes de papel mientras el piso fue pintado a mano por artesanos italianos, recreando los estampados vintage de la marca. Siempre apuntando al concepto de un jardín espiritual para el deleite.

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“Nuestro mundo siempre ha sido una carta de amor a Italia, desde gritar sobre las legendarias damas de Milán para iluminar nuestra lista de proveedores y artesanos italianos que seguimos apoyando en una era en la que tantos se han trasladado a Asia”, ha revelado JJ Martin sobre el espíritu de la marca.

Fotos: cortesía de La DoubleJ
Artículo publicado en la revista CASAS #294