Invitamos a los diseñadores de interiores Ignacio Martínez Argüello, Johanna Dreyfus, Luis Escobar y Micaela Puertas a presentar sus propuestas de decoración de mesa de Navidad, centrándose en la delicadeza del color blanco como hilo conductor. Estas son sus creativas interpretaciones a partir del concepto «all white christmas».

Por Fiorella Iberico Marotta

Fotos de Vinicios Barros

Cada uno de los diseñadores tuvo una aproximación distinta y muy personal hacia el tema. Sin embargo, el resultado fue una mesa de estética limpia y elegante, que pese a la monocromía no dejó de verse acogedora.

En lugar de los colores tradicionales de la Navidad, los diseñadores de interiores Ignacio Martínez Argüello, Johanna Dreyfus, Luis Escobar y Micaela Puertas se inspiraron en el tema paraguas “todo blanco” para decorar la mesa navideña de este año. Este enfoque, que evoca la imagen de la nieve y transmite una sensación de pureza y tranquilidad, guió sus propuestas. Ignacio, centrándose en la espiritualidad del blanco, incorporó elementos con connotación religiosa y detalles en plata; Johanna se sumergió en un bosque nevado y creó una paleta cálida con manteles y detalles que evocan la naturaleza invernal. Luis, por su parte, integró el contraste para añadir una alternativa poco común en la decoración de mesas navideñas: el negro, y Micaela fusionó dulzura y familiaridad con casitas iluminadas para resaltar la esencia navideña. Cada diseñador plasmó su inspiración en estaciones únicas que revelan su inventiva y diversidad creativa. 

En la ejecución técnica, los diseñadores se esforzaron por lograr una cohesión visual en sus propuestas
a través de la uniformidad tanto en elementos decorativos como en el menaje. El objetivo fue crear una
lectura armoniosa y pura.

Ignacio Martínez Argüello 

“Inspirado en el concepto inicial que recibimos, pensé el blanco como un símbolo espiritual. Me sumergí en la noción de pureza y, en consecuencia, seleccioné elementos en los que este color prevalece de manera innegable o que, simbólicamente, es incorporado desde su esencia. En el caso del menaje, elegí las copas en cristal transparente para que fueran lo más etéreas posibles. Me hacían rememorar un cáliz y me pareció apropiado por la analogía con la espiritualidad. Están bañadas en plata, así como la vajilla, que lleva un delicado diseño de flores que dialoga muy bien con las plantas que usé para la decoración, que es la gipsofilia, de naturaleza muy sutil; apropiada para mi composición. 

Ignacio no se considera una persona devota, pero sí espiritual. Por eso, desarrolló su propuesta en torno al misticismo que el blanco le inspiró. Incorporó elementos religiosos, como los ángeles, y le dio un toque de calidez con el camino de mesa en tono champán.

También incorporé las iniciales de mi apellido en letras corpóreas plateadas que puse sobre la servilleta. En lugar de un individual o mantel con mi monograma, esta vez aposté por ese formato para que se luciera más. En cuanto a elementos decorativos, los ángeles plateados, con cintas que llevan exvotos, actúan como ofrendas en agradecimiento o cumplimiento de promesas. En general, puedo decir que mi mesa es muy simbólica. Tiene que ver con la espiritualidad, con el agradecimiento, por lo tanto, se mueve en el terreno de lo reflexivo”.

Johanna Dreyfus

“Componer mi estación en la mesa fue un desafío, ya que si bien uso tonos neutros en mis propuestas, como el blanco, siempre busco que tengan un punto de color. Así que decidí inspirarme en un bosque nevado en una tarde invernal soleada y, bajo ese concepto, me moví en una paleta de tonos blancos, pero cálidos, para evitar la sensación de frialdad. Logré materializar esta visión a través de distintos componentes, como los manteles con tramas. Utilicé un mantel plano en tono beige como base y, encima, añadí uno tejido a crochet para aportar textura. 

El dorado es el acento en la mesa de Johanna. Lo incorporó con la intención de aportar calidez a su estación. Además, para que el blanco no se sintiera frío, dispuso manteles con trama. De esta forma, se logra que las texturas transmitan una sensación afable.

Además, añadí detalles como ramas y perlas para evocar la naturaleza del paisaje que me sirvió de referencia. La cristalería también destaca en mi propuesta, con copas de diferentes tamaños y formas, junto con velas y luces tipo lluvia para infundir calidez a la mesa. En el menaje, experimenté combinando plateado y dorado. Dispuse un plato de sitio de plata y así pude lograr esta mezcla. Sin embargo, el color que más predominó fue el dorado. Con todas estas elecciones, mi objetivo fue transmitir la sensación de una cena navideña elegante y acogedora, que capturara la esencia de una celebración hogareña”. 

Luis Escobar

“Mi inspiración para esta mesa navideña se nutrió de recuerdos especiales de festividades que pasé en Francia. Quise recrear la elegancia y el equilibrio que caracterizan las cenas en ese país, fusionando en mi propuesta las sutilezas que marcaron aquel viaje. El blanco, indiscutiblemente, se erige como el protagonista absoluto. En una ruptura con mi estilo distintivo, decidí prescindir del dorado y optar por el plateado como color principal, porque aporta refinamiento y elegancia a cada detalle.

El uso del color negro es un clásico en el trabajo de Luis. En su propuesta, este tono se hizo presente en elementos clave, como las bolas navideñas, la vajilla y la cristalería. La incorporación de estos detalles aporta un toque refinado y sofisticado.

El color negro, otra de mis señas distintivas, también desempeñó su papel a través de bolas navideñas en el centro de mesa para que mi estación ganase un aire elegante y sobrio. Me encanta trabajar con marcas de lujo, así que utilicé un plato de sitio de Hermès que lleva unos mosaicos preciosos. Para modular su protagonismo, introduje una vajilla negra. Asimismo, las copas también tenían este tono en la base, lo que me ayudó a crear ese efecto de contraste y destaque para resaltar detalles, aportar profundidad visual y redondear mi propuesta”.

Micaela Puertas

“Me inspiré en mi propia esencia al diseñar mi estación de esta mesa navideña, así que busqué fusionar dos aspectos clave de mi estilo que considero complementarios. Por un lado, me interesaba infundir un toque de suavidad y dulzura, por lo que utilicé casas de madera con una iluminación interior para crear un ambiente cálido y familiar, algo que representa mis diseños y que también está vinculado con la esencia de la Navidad. Yo me encargué de diseñarlas y ensamblarlas. La presencia de elementos hechos a mano, intervenidos por mí o por miembros de mi equipo, es otra singularidad de mi trabajo. 

A partir de la idea base, Micaela trató de imprimir a la mesa festiva su esencia como diseñadora. Así, fusionó la suavidad y la dulzura con casitas hechas a mano de madera que ella misma diseñó y armó. El detalle glamoroso lo consiguió con la vajilla en tonos dorados y negro muy sutil.

En cuanto al menaje y los cubiertos, mi objetivo fue transmitir sofisticación y lujo, dos aspectos que igualmente definen mi propuesta. Elegí porcelana con detalles en dorado y negro para darle un toque glam. El diseño en forma de flor del menaje le añadió un aire distintivo y encantador. La cristalería fue esencial para capturar la mística de la Navidad, así que la elegí con el propósito de que transmitiera sofisticación, pero siguiendo una estética vintage que se alinea con mi estilo. Considero que cada elemento encapsula a la perfección la filosofía de mi trabajo: personalización meticulosa de detalles, sin perder de vista la sofisticación”.

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