Luis Martín Bogdanovich, gerente de Prolima, cuenta los logros obtenidos en casi ocho años de gestión y anuncia una lista de restauraciones de inmuebles históricos para 2024, dentro del marco del Plan Maestro, que ahora será fortalecido con una ley promulgada por el Congreso para impulsar la recuperación del Centro Histórico de Lima.
Por Jorge Riveros Cayo / Fotos Yayo López
En diciembre pasado, se aprobó la Ley N. 31980 que crea un régimen especial para proteger el patrimonio cultural y fomentar el desarrollo integral y sostenible del Centro Histórico de Lima (CHL). Luis Martín Bogdanovich, gerente de Prolima desde julio de 2016, reconoce esta como una buena noticia y se muestra entusiasta y positivo.
La cita es en la iglesia de Santo Domingo, cuya etapa final de restauración debe concluir en abril de este año. A Bogdanovich no le amilana el calor de enero. Acude al encuentro encorbatado y con blazer azul impecable. Al parecer, tampoco le asusta la altura. Trepa hasta la torre del campanario –la más alta de la ciudad con 46 metros de altitud– para hacerse un retrato sobre el techo del convento. Está claro que asumir el reto de encabezar un equipo de 700 personas para recuperar el CHL tampoco lo iba a espantar.
Arquitecto e historiador del arte egresado de la PUCP, Luis Martín está vinculado a la Municipalidad de Lima desde 2015. “Todos los alcaldes con quienes he trabajado han tenido la voluntad de aportar, a su manera, en el CHL. Cada quien, desde su propia manera de entender el Centro Histórico, y todos han confiado en el equipo que formé en Prolima”, admite. “Yo me considero muy afortunado porque, para un arquitecto apasionado por Lima, tener el privilegio de recuperar el CHL es un regalo”.
Pero como la realidad es menos edulcorada, Bogdanovich ha reconocido que “sin decisión política no se puede hacer nada”. Por eso la Ley 31980 es sumamente importante. “Su promulgación es un logro crucial. Mientras nosotros hacíamos el Plan Maestro, en julio de 2017, sabíamos que necesitábamos una ley porque una ordenanza municipal no iba a ser suficiente. Esta ley nos provee de un marco normativo especial y extraordinario que nos permitirá resolver varios de los proyectos que tenemos como, por ejemplo, el soterramiento de la Avenida Abancay. Contaremos con un financiamiento anual, que puede llegar a unos 100 millones de soles, para inversiones públicas en el CHL”.
El Plan Maestro del CHL, “al 2029 con visión al 2035” es un documento ambicioso que pretende recuperar significativamente el corazón de la capital peruana para cuando cumpla 500 años de su fundación española. “La planificación es un instrumento que trasciende y la ley, un legado del que disfrutaremos todos, tanto los alcaldes que sean elegidos en el futuro, como los gerentes de Prolima. Pero, sobre todo, la ciudad y sus habitantes”.
Logros y metas
Después de las fotos sobre el techo del convento de Santo Domingo, hacemos un breve recorrido para mirar algunas de las obras concluidas por Prolima recientemente: la Casa de la Cultura Criolla (Jirón Moquegua 376), donde vivió la compositora Rosa Mercedes de Ayarza; el Hospicio Manrique (Plaza Francia) que alberga la Pinacoteca Municipal de Lima; o la Iglesia de Nuestra Señora de La Soledad, situada al costado de la Iglesia y Convento de San Francisco, además de la peatonalización de varias calles del Damero de Pizarro.
Hay logros visibles, visuales y utilitarios que la ciudadanía reconoce y aplaude. Pero también se han concretado procesos que los fortalecen, explica Bogdanovich. “Cuando hacemos una mirada retrospectiva a estos siete años y medio de gestión yo creo que el resultado es muy positivo por los proyectos ejecutados y por los venideros. Hace siete años y medio solamente podíamos hablar de problemas y deseos imposibles”.
“El logro más importante, que no es visible, es la planificación. El segundo logro, que tampoco es tan visible para los ojos del ciudadano, es el fortalecimiento del equipo de gestión. Porque si no hay un plan y un equipo que lo ejecute, estás dando manotazos de ahogado”, asegura el gerente de Prolima. “El tercer logro, que sí es evidente, es la peatonalización, que es la transformación de las dinámicas sociales y económicas de un espacio. La peatonalización se extenderá hasta la Avenida La Colmena y se repavimentará y ensanchará veredas hacia los barrios Monserrate y Barrios Altos, adyacentes al Damero. El cuarto logro ha sido la recuperación de la arquitectura como objeto artístico. Antes se restauraba solamente para que los edificios no se cayeran. Pero si la arquitectura es arte, cuando la restauras estás recuperando una obra de arte”.
Eventualmente, en la medida que se recupera el CHL, este espacio se convertirá en un atractivo sólido para el turismo receptivo y nacional. Pero por ahora, Prolima rema contra la corriente. “La recuperación del CHL se está haciendo casi de manera unilateral, sin la intervención de otras instituciones porque, ahora mismo, no es rentable ser un actor del cambio hasta que se vea resultados sólidos”.
“Lima es una ciudad con muchas cosas bellas de la que hay que enamorarse. La recuperación del centro es una misión de todos. Pero la gente tomará conciencia recién cuando lo vea en sus narices”, concluye Bogdanovich. “Cuando Lima sea una postal, entonces la gente va a volver la mirada hacia ella”.
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