El arquitecto César Lee ha llevado su visión experimental y creativa a numerosos restaurantes en Brasil, propiedad del chef Marco Espinoza. Cada propuesta destaca por su enfoque en la creación de experiencias sensoriales integrales, que combinan una narrativa visual dinámica con una materialidad excepcional.

Por: Fiorella Iberico Marotta | Fotos: Paula Caruso, Fabio Rossi y Renzo Rebagliati

César Lee ya tenía una trayectoria importante como arquitecto, con un portafolio que incluía bares, restaurantes y discotecas, cuando en 2019 recibió una llamada que marcaría un punto de inflexión en su carrera. El chef peruano radicado en Suecia, Edgardo Humerez, quería abrir un restaurante en Lima y eligió a Lee para llevar a cabo el proyecto. La colaboración con Humerez lo conectó con Marco Espinoza, uno de los chefs peruanos más prestigiosos de Brasil. Espinoza, con planes de inaugurar un restaurante de comida china en el país carioca, vio en Lee al aliado perfecto para materializar su visión.

Lima, la barra cebichera, es un espacio que evoca la esencia de los terminales pesqueros y los puestos de pescado de los mercados peruanos.

Apenas dos semanas después de sus primeras conversaciones, César estaba viajando a Brasil para iniciar el proyecto. Reconociendo la importancia de una identidad de marca sólida, Lee convocó a Patricia Exebio para encargarse del branding. Juntos, comenzaron a dar forma a Cantón, el primer restaurante en el que trabajaron en Brasil y también el primer chifa en esas latitudes.

La identidad de Cantón es de fiesta exagerada y estrambótica, como si fuera un carnaval chino en Río de Janeiro.

La diseñadora Patricia Exebio logra un concepto desenfrenado con un montaje dinámico y lúdico a través de neones y prints.

Luego de la inauguración de Cantón en 2020, en plena pandemia, los proyectos no hicieron más que multiplicarse. En 2021, abrieron dos nuevos Cantón en Brasilia y Sao Paulo, expandiendo su presencia en el mercado brasileño. A este éxito le siguieron más iniciativas, incluyendo Chaco, un bar de brasas en Río de Janeiro, y Meat & Chili Burgers en Brasilia. El año 2022 trajo consigo una expansión aún mayor. Se inauguró el tercer Cantón, y la oferta gastronómica se diversificó con la incorporación de Lima, una barra de ceviches; Kinjo, un restaurante de comida nikkéi; y Love Sushi.

En Chaco se incorporó mayólica rota en los pisos para emular las formas del carbón.

En Chaco se utilizó la madera como un elemento fundamental, recordando las primeras cocinas de brasas abiertas.

Chaco es una muestra del producto del arte de César Lee.

En 2023, además de nuevas ubicaciones de Cantón y Chaco, se sumaron proyectos como Nin, un rooftop en el Hotel Niterio, y Artika, una barra de milanesas. La capacidad de Lee para combinar elementos arquitectónicos llamativos con conceptos culinarios innovadores se consolidó aún más. Para lo que va del 2024, la expansión de Chaco, Lima, Kinjo, y Cantón ha seguido su curso.

Kinjo es un espacio ambicioso que rompe con los esquemas de un restaurante japonés tradicional.

Kinjo fusiona el diseño contemporáneo y elementos culturales, ofreciendo una experiencia única y sofisticada.

César tiene claro que un restaurante, bar o discoteca es una suma de experiencias que abarcan la vista, el tacto, el olfato y todos los sentidos. Por eso, se enfoca en la experiencia visual, trabajando cuidadosamente la iluminación, los colores —cada uno de los restaurantes se caracteriza por tener un gran realce cromático— y los acabados. Para el tacto, presta especial atención a las telas de las sillas y sofás, así como a los acabados de las mesas. En cuanto al olfato, dedica mucho esfuerzo a la extracción, para que los olores no se dispersen y mantengan un orden adecuado.

La materialidad también es importante en la propuesta de Lee. “Por ejemplo, en Chaco de Maracaná, combinamos mayólicas rotas con piedras de canto rodado, concreto y latas. Aunque al principio el cliente no entendía la mezcla de tantas texturas, una vez que vio el resultado, comprendió nuestro enfoque experimental y creativo con los materiales”, explica.

El diseño de Kinjo se inspira en los espacios típicos de street food y botecos que se encuentran en cada esquina de Río de Janeiro. 

Estos elementos en Kinjo, combinados con el mobiliario, las texturas, los materiales y la iluminación, crean ambientes lúdicos, sensoriales y llenos de carácter.

Otra característica del trabajo de César Lee es que diseña bastante en obra, algo que a menudo asusta a sus clientes. Si bien puede haber propuesto algo inicialmente, en el camino, no se amilana a la hora de modificar detalles, si en el lugar encuentra elementos con oportunidad. En Cantón de Río de Janeiro vio unas tejas de los techos abandonadas y con ellas hizo parte de los muros. También utilizó gatos de la suerte: Marco llevó unos pequeños para regalar en la inauguración y pensó, “¿por qué no hacerlos en tamaño real para que la gente se tome fotos?”

En otro caso, mandó a hacer dragones con los artesanos que fabrican las carrozas para el carnaval. Estaban paseando por el sambódromo, vieron los muñecos de samba, y dijeron: “¡Qué genial sería tener un dragón colgado en el techo hecho por estas personas!” Así, Marco, chef y propietario de los restaurantes, apareció con un dragón de cinco metros muy colorido, que pusieron en el techo de uno de los locales.

El gato de la suerte es un personaje central en Cantón, resultado de una idea de Marco, el chef. 

Este icónico elemento no solo aporta un toque de autenticidad y encanto, sino que también simboliza la meticulosa colaboración que subyace en cada uno de los restaurantes.

También hay mucho trabajo en conjunto. “Cada proyecto lo desarrollamos en colaboración con Patty (Exebio), quien realiza una exhaustiva investigación del ADN de la marca. Con estos datos, comienzo a desarrollar los conceptos junto con ella, Marco y el chef encargado de cada local. También trabajamos estrechamente con los contratistas de cada ciudad. Paralelamente, nos ocupamos del mobiliario, los acabados, el color y la iluminación. Este proceso es como un rompecabezas que encajamos hasta lograr el producto final”, comenta.

Fruto de este engranaje, quedan restaurantes con mucha personalidad y llenos de color, donde la narrativa visual desempeña un papel crucial. Para César, lo más importante es diseñar lugares que fomenten la diversión y la conexión entre las personas, donde puedan ser felices mientras disfrutan de una buena comida, bebida, conversación y celebración. Cada rincón está pensado para enriquecer la experiencia y hacer que cada visita sea memorable.

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