El estudio L35 Architects se acerca al desenlace de una de sus obras más importantes: la remodelación del Santiago Bernabéu, estadio de fútbol que lleva tiempo operando como más que una sede deportiva. En el corazón de Madrid, su enorme edificación es un ícono del deporte y la cultura españoles.
Por: Redacción COSAS
Pocos estadios en el mundo tienen hoy la trascendencia del Santiago Bernanbéu. Además de ser la casa del Real Madrid CF, uno de los clubes de fútbol más exitosos del mundo, su ubicación en el centro de la urbe madrileña hizo de este coloso un símbolo para la ciudad, desde su fundación en 1947. Ahora, tras anunciarse que será sede de la final de la Copa Mundial de la FIFA 2030, las expectativas están puestas en su ambiciosa remodelación, que inició en 2012 y que finalizará este 2024. De la mano de L35 Architects, y en colaboración con los estudios GMP y Ribas & Ribas, la nueva cara del Bernabéu apunta a integrarlo aun más con la vida social y cultural de Madrid, y a consolidarlo como el mejor estadio de fútbol del mundo.
Rostro nuevo y radiante
Dentro de la propuesta integral de L35 Architects, el objetivo principal era darle al Santiago Bernabéu una fachada icónica y dinámica, “que tuviera una identidad reconocible y que fuera flexible”, señala Tristán López-Chicheri, CEO y senior partner del estudio. Al intentar reajustar la masividad del edificio a la escala de la ciudad, se decidió diseñar una geometría asimétrica y fluida para que sus dimensiones pudieran cambiar conforme el transeúnte fuera rodeando su edificación metálica, echando mano de zonas cubiertas y descubiertas, cuya disposición de curvas y quiebres influyeran en la percepción. Así, cuando el ancho de la calle obliga a una vista cercana, el volumen se retrasa, mientras en otros momentos este se ensancha para dominar por completo el espacio.
A ello se sumó que la envolvente del edificio fuera concebida como una piel de acero ligera y permeable, del tal forma que permitiera la entrada de iluminación y de aire naturales, y que, por las noches, deslumbrara la calle con sus luces interiores. De día, en cambio, la fachada funciona como un espejo que devuelve a la ciudad su actividad versátil, mimetizándose con el entorno. Este vuelo estético, además, está minuciosamente enhebrado con las necesidades de su programa tanto deportivo como cultural, a fin de optimizar la circulación y los requerimientos logísticos en cada uno de sus frentes.
Contribución multidimensional
Tomando en cuenta que anteriormente el estadio contaba con 57 puertas, pero ninguna entrada particularmente importante, parte crucial del proyecto contempló el diseño de dos ingresos principales. El primero, ubicado de cara hacia el Paseo de la Castellana, proporciona un ingreso monumental y directo desde la ciudad hacia el gran lobby del estadio. En el lado opuesto, mirando hacia la Plaza de los Sagrados Corazones, el espacio anteriormente edificado viene siendo convertido en una plaza ubicada un nivel por debajo del estadio, que permitirá acceder al museo y a las zonas comerciales de este gigante arquitectónico. Este espacio exterior ajardinado no solo incluirá elementos funcionales y logísticos para el ingreso y la salida, sino que además estará diseñado para acoger tanto a usuarios como a peatones, integrándose al paisaje y a la vida urbana de Madrid.
El trabajo de cara al exterior fue complementado con una labor ya finalizada sobre las calles Rafael Salgado y Padre Damián, aledañas al estadio, el cual continuará con el desarrollo de su lado este, cuyo acceso al metro y al parking del Bernabéu permitirá una conexión directa y subterránea entre los medios de transporte públicos y los interiores del estadio. De esa forma, devolverá a la ciudad un espacio público que previamente era utilizado para labores de carga y descarga.
Como contraparte de todos los trabajos exteriores, L35 Architects invirtió grandes esfuerzos en garantizar un funcionamiento interno que asegure tránsitos, accesos y conexión entre todas las áreas del estadio. Para ello, se diseñó un sistema de iluminación enfocado en las zonas de más afluencia, orientado a mejorar la intuitividad de la circulación. La estrategia fue potenciada con soluciones de diseño y arquitectura que, por medio de materiales y colores, ayude a los usuarios a disfrutar plenamente de esta impresionante construcción.
En palabras de Alejandro Barca, socio director de proyectos en L35 Architects, el estadio “debe funcionar 365 días al año, estar activo 24/7 y superar el esquema de la caja vacía los días de no partido”. Así, excediendo su uso como sede únicamente deportiva, desde fines de 2024 el Santiago Bernabéu abrazará en toda su amplitud su carácter multifuncional y afianzará su estatus como monumento histórico y arquitectónico, conectado con el deporte, la cultura y el urbanismo de Madrid.
Suscríbase ahora para obtener 12 ediciones de Cosas y Casas por solo 185 soles. Además de envío a domicilio gratuito y acceso instantáneo gratuito a las ediciones digitales.