Desde la automatización avanzada hasta la integración de la naturaleza, el futuro de la vivienda se redefine para conectar emocionalmente, optimizar recursos y ofrecer soluciones adaptadas a un estilo de vida cada vez más dinámico

Por: Fiorella Iberico | Fotos: Grosby / cortesía hermanos Valega y Great Place to Live

En 2025, las tendencias inmobiliarias se redefinen para dar respuesta a un público que busca espacios flexibles, sostenibles y tecnológicamente integrados. Este año marca el inicio de una nueva era en la que la arquitectura y el diseño no solo siguen las exigencias del mercado, sino también las aspiraciones emocionales y funcionales de quienes habitan cada hogar.

Los espacios compactos pero funcionales son tendencia este 2025. Este enfoque gana aún más relevancia cuando incorpora materiales naturales como la madera, que promueven la sostenibilidad y crean ambientes más acogedores.

Resulta clave destacar que los proyectos inmobiliarios actuales se han transformado hacia un enfoque completamente centrado en el cliente, que buscan no solo satisfacer sus necesidades, sino también anticiparse a ellas. Este giro hacia una atención meticulosa de la experiencia del usuario implica una integración profunda del bienestar en cada aspecto del diseño.

“En Best Place to Live, vemos que esta tendencia se convierte en una filosofía central. Certificaciones como la nuestra, aseguran que cada espacio no solo responda a las exigencias estéticas y funcionales, sino que también ofrezca un entorno que promueva la calidad de vida”, sostiene Cinthia Pasache, gerente comercial de la certificadora. Desde la distribución del espacio hasta la selección de materiales, cada decisión está pensada para crear un ambiente armonioso y saludable, en el que el confort, la conectividad y la sostenibilidad sean esenciales.

Diseños que conectan

Además de la funcionalidad, la arquitectura de 2025 apuesta por crear espacios que generen una conexión emocional. “La arquitectura biofílica se convierte en un principio rector del diseño. El diseño paisajístico orgánico, la optimización de la ventilación e iluminación natural, la incorporación de biodiversidad son los principios de este enfoque que prioriza un vínculo armonioso entre el entorno y las personas”, explican los arquitectos Alfonso y Gonzálo Valega Rey.

Concepto de diseño que adopta los principios de la arquitectura biofílica para una casa de campo en Mala, desarrollado por los hermanos Valega Rey.

Al incorporar elementos naturales como luz, vegetación, agua y materiales orgánicos, se mejora la calidad del aire, se reduce el estrés y se aumenta la sensación de calma, lo que favorece una mejor salud mental y física. Además, la presencia de naturaleza en los espacios contribuye a aumentar la productividad, creatividad y concentración, cualidades esenciales en el mundo acelerado y exigente de hoy en día.

Sostenibilidad como estándar

El desarrollo inmobiliario sostenible ya no es un lujo, sino una necesidad imperativa. En 2025, las construcciones están integrando soluciones que minimizan su impacto ambiental y promueven la eficiencia energética. Desde paneles solares y sistemas de captación de agua hasta materiales reciclados, la sostenibilidad es un valor que atraviesa cada etapa del diseño y la construcción.

“En este contexto, los «edificios verdes» no solo benefician al medio ambiente, sino también a sus ocupantes, reduciendo los costos operativos y mejorando la calidad de vida. Las certificaciones son ahora parte fundamental del lenguaje inmobiliario y un símbolo de compromiso con el planeta”, comenta Cinthia.

Los proyectos destacan por sus techos ajardinados, el uso de materiales naturales y sostenibles, y una integración fluida entre los espacios interiores y exteriores.

Tecnología integrada

La tecnología ha dejado de ser un accesorio para convertirse en el eje de los espacios habitables. Este año, los sistemas de automatización doméstica van más allá de encender luces o controlar la temperatura del ambiente. Ahora, la inteligencia artificial permite que las viviendas «aprendan» de los hábitos de sus residentes para optimizar recursos y garantizar un confort personalizado.

Los «hogares anticipados» son una evolución del concepto de “hogares inteligentes”. Se trata de espacios que prevén las necesidades antes de que surjan. Por ejemplo, sistemas que ajustan la temperatura según el pronóstico del clima o que recuerdan realizar el mantenimiento de electrodomésticos. “Además, las herramientas de realidad aumentada y virtual están revolucionando la manera en que se diseñan y comercializan propiedades, ofreciendo recorridos inmersivos que facilitan la toma de decisiones”, subrayan los arquitectos Valega.

El uso de madera y vegetación en las viviendas es altamente valorado por los consumidores, especialmente cuando estos elementos recrean ecosistemas naturales. Además, refuerzan el compromiso con el diseño responsable.

Calidad en menos metros cuadrados

“Con el crecimiento urbano y el aumento del costo del suelo, una tendencia que no va a cambiar, las viviendas de formato pequeño se consolidan como una solución efectiva para quienes buscan calidad en espacios reducidos”, asegura Cinthia. Lejos de ser limitantes, estas viviendas optimizan cada metro cuadrado con diseños y soluciones inteligentes que maximizan la funcionalidad.

Una de las tendencias son las casas «inteligentes» que se personalizarán con los habitantes del hogar.

«Este año, los sistemas de automatización doméstica van más allá de encender luces o controlar la temperatura del ambiente. Ahora, la inteligencia artificial permite que las viviendas ‘aprendan’ de los hábitos de sus residentes».

Paralelamente, las comunidades verticales están redefiniendo el concepto de convivencia. Estos desarrollos no solo ofrecen residencias, sino también espacios compartidos como coworkings, gimnasios y jardines, que fomentan un estilo de vida comunitario y sostenible. Este modelo es especialmente atractivo para las nuevas generaciones que valoran las experiencias compartidas y la conectividad.

Inversión en propiedades internacionales

Un fenómeno interesante es el creciente interés de los inversionistas sudamericanos por el mercado inmobiliario en Florida, Estados Unidos. Este estado, conocido por su clima cálido y soleado, sus atractivas ventajas fiscales y la alta demanda de alquileres vacacionales, ha emergido como un destino preferido para quienes buscan diversificar y fortalecer su portafolio de inversión.

Ciudades clave como Miami y Orlando se destacan por su capacidad para generar rendimientos competitivos, acompañados de una plusvalía creciente, lo que atrae a una amplia gama de inversores, desde los más experimentados hasta aquellos que se adentran por primera vez en el sector inmobiliario.

Un fenómeno notable es el aumento del interés de los inversionistas sudamericanos en el mercado inmobiliario de Florida, Estados Unidos.

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