El actor mexicano se encuentra promocionando Museo, la cinta del mexicano Alonso Ruizpalacios que ganó un Oso de Plata al Mejor Guion en el más reciente Festival Internacional de Cine de Berlín. ¿Por qué no está en sus planes mudarse a Hollywood?

Por Mariano Olivera

Al hablar con un tipo como Gael, que prefiere desarrollarse en el cine latinoamericano antes que instalarse en Hollywood, me viene a la memoria aquella entrevista viral de Ricardo Darín, cuando, allá por 2013, dejó en claro por qué no se había dejado seducir por la capital mundial del show business.

“¿El dinero para qué sirve? ¿Para vivir mejor? ¿Mejor de lo que yo vivo? Me pego dos duchas calientes por día (…). La ambición te puede llevar a un lugar muy oscuro, muy desolador. A mí no me moviliza (…). No era una cuestión de dinero, pasaba por otro lado, pero algunos no lo logran entender”, sentenció el argentino.

“Está supergrabada la narrativa de que hay que irse… ¿Por qué?”, se pregunta Gael. “Hay que dimensionar y armar un poco de autocrítica al respecto. Está completamente arraigado en una especie de lectura, como si hubiera divisiones, clasificaciones (hace un paralelo con lo que sucede en el fútbol), y el objetivo fuera jugar en Europa. En realidad, las películas, la expresión artística, cultural, no obedece a esa escala”.

“¿Por qué me voy a ir de un país donde estoy pudiendo contar las historias que quiero contar, que me pertenecen a mí, que nadie más podría contar, en mi idioma? ¿Qué le gana a eso? Nada. Ya, ¡suficiente con esa dirección, con ese rollo de Hollywood! Es culturalmente desgarrador. Hay que cambiar la mentalidad. Ni siquiera es una cosa nacionalista. No, no… Incluso en términos prácticos tiene más sentido: ¿Dónde puedes filmar con completa libertad? ¡Acá! (Se refiere a Latinoamérica). Allá (en Hollywood) no se filma con completa libertad”.

Gael García Bernal protagoniza una película que narra la historia del robo al Museo Nacional de Antropología en Ciudad de México, en 1985.

“¿Robar forma parte de la condición humana?”, le pregunto, a propósito del delito que comete Juan Núñez, su personaje en Museo (junto a su amigo Benjamín Wilson, interpretado por el también mexicano Leonardo Ortizgris, saquean el Museo Nacional de Antropología de Ciudad de México en plena Nochebuena de 1985).

“No, en absoluto”, responde. “Es patético cuando los políticos llegan a explicar el fenómeno de la corrupción, de robar, en torno a una condición humana, a una condición cultural. Robar pertenece a la ética, a saber qué está bien y qué está mal”.

“Museo” se estrenó el 25 de octubre en salas peruanas.

—Hablando de ética, ¿eres un actor que juzga a sus personajes?

—En el caso de Juan, lo que hago es empatizar con el viaje emocional del personaje; eso me hace entenderlo. Entender no es justificar; no es explicar, incluso, nada más es ver los matices, los grises de su personalidad. 

El día que conversamos, Donald Trump acababa de amenazar con cerrar la frontera con México si continuaba la ola de inmigración de Centroamérica a Estados Unidos. “Ni enterado”, comenta Gael. “Ya no escucho lo que dice Trump”.

“¿Cuándo te veremos por Perú?”, le digo, antes de dar por terminado el enlace telefónico. “Ojalá pronto vaya para allá. Me encantaría, hace mucho que no voy”.