La prensa especializada señala que, en esta nueva entrega, la película pierde su carga política, y la tan esperada participación de Lady Gaga no estuvo a la altura de las expectativas
Por Redacción COSAS
El primer Joker no solo conquistó el Festival Internacional de Cine de Venecia al llevarse el León de Oro, sino que también se convirtió en un fenómeno mundial. La película, protagonizada por Joaquin Phoenix en el papel de Arthur Fleck, alcanzó la impresionante cifra de mil millones de dólares en taquilla, convirtiéndose en la primera película clasificación R en lograrlo. Además, el protagonista se alzó con el premio Oscar a Mejor actor, consolidando al filme como una obra maestra.
Sin embargo, el panorama para Folie à Deux no parece tan prometedor. A pesar de contar nuevamente con Phoenix en el papel principal y con la participación de Lady Gaga como Harley Quinn, los primeros comentarios sugieren que la secuela no alcanzará las mismas alturas que su predecesora. Si bien la mezcla de musical con el oscuro universo de Joker ha despertado curiosidad, no parece generar el mismo entusiasmo ni el impacto cultural que logró en su momento.
En la secuela, el destino del perturbado Arthur Fleck, interpretado nuevamente por Joaquin Phoenix, ha cambiado drásticamente. Ya no es el solitario bufón que vaga por las decadentes calles de Gotham. Ahora se encuentra recluido en el temido Manicomio Arkham, a la espera de ser evaluado para determinar si está mentalmente apto para enfrentar un juicio.
Sus seguidores, que lo ven como un símbolo de la rebelión contra un sistema corrupto, lo apoyan desde el exterior. Sin embargo, el fiscal Harvey Dent (Harry Lawtey), tiene una postura mucho más fría y firme: para él, Arthur es un despiadado asesino, y no un mártir del pueblo que sucumbió ante las injusticias del mundo.
«Sombría y audaz», pero «lenta y plana»
Tras su estreno, el largometraje fue descrito por el crítico Geoffrey Macnab de The Independent como «tan sombría y audaz como la original«. Sin embargo, David Ehrlich de IndieWire fue mucho más duro en su crítica, afirmando que «parece mala a propósito». Según él, la película es «aburrida, plana y un desperdicio criminal de Lady Gaga, tanto que deberíamos exigir una audiencia pública».
Otros críticos resaltaron que en esta entrega se despoja a la película de su carga política inicial, y la historia es relegada a un espacio de superficialidad. Según Richard Lawson de Vanity Fair, «Folie à Deux no es un romance embelesado entre dos criminales. Tampoco es particularmente esclarecedora con respecto a las enfermedades mentales o las tendencias criminales. Apenas articula lo que supone enamorarse obsesivamente. El tratamiento de la política es demasiado perezoso e inexacto como para poder cualificarse siquiera de libertario«.
Las opiniones divididas recuerdan a la controversia que rodeó al primer Joker en 2019. A pesar de las críticas mixtas, el título original le valió a Phoenix un Oscar y se convirtió en la primera película clasificación R en superar los mil millones de dólares en la taquilla mundial.
El Joker y Harley Quinn: un dúo musical
En esta nueva entrega, Lady Gaga da vida a Harley Quinn, la compañera sentimental del Joker, y tanto ella como Phoenix realizan números musicales. La estrella de la música y el cine comentó en la premiere que decidió unirse a la película para «ayudar a la gente a sentirse bien con la vida» y ofrecerles una forma de «escapar a otro mundo», según sus propias palabras.
En una entrevista, Gaga explicó que su interpretación de Harley estuvo influenciada por su propia experiencia con la «manía y el caos interior», lo que, según ella, le generó una cierta calma. «A veces, a las mujeres se nos etiqueta como seres emocionales, y cuando nos sentimos abrumadas, nos llaman erráticas o desequilibradas«, señaló.
La presencia de Lady Gaga en la película incrementó las expectativas de la crítica, en especial tras su participación en Nace una estrella (A Star is Born), que le dio a la cantante su primer premio Oscar en la categoría de Mejor actriz. Pero tal parece no ha estado a la altura de las expectativas. «Lady Gaga jamás debería ser monótona cantando en una película, y aun así Phillips [el director] exprime casi hasta el último gramo de vida de estos momentos musicales, una suerte de ensamblaje de canciones típicas de cualquier gramola de mediados del siglo pasado. La alegre If My Friends Could See Me Now, cantada cuando Arthur y Lee se separan por primera vez, supone la única rareza cautivadora o emoción que se pueda encontrar en la película», concluye Richard Lawson.
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