Ollantaytambo, ahora un destino turístico mundial de primer nivel, es un ejemplo de turismo vivencial y compromiso comunitario. Desde 2016, el Plan Wallata, de la organización Turismo Cuida, promueve el desarrollo sostenible en las treinta y seis comunidades ollantinas.
Por Redacción COSAS
Ollantaytambo se ha consolidado como un destino turístico de primer orden a nivel mundial. Esto ha sido posible gracias a la implementación del Plan Wallata por parte de la organización Turismo Cuida. Dicho plan incentiva desde 2016 el desarrollo sostenible en las treinta y seis comunidades del distrito de Ollantaytambo, como señala María Rosa Arrarte, actual directora de dicha organización.
Turismo Cuida surgió en 2013, a partir de la visión de su hermano, Carlos Alberto Arrarte, entonces a cargo de Lima Tours, quien junto a Marlene Espinoza, directora del Patronato Lima Tours, buscó unir los esfuerzos de las principales empresas de turismo en el Perú. Este colectivo incluyó al grupo Belmond, grupo Brescia, hoteles Libertador, Tambo del Inka, Westin, cruceros Delfín y el grupo Aranwa. La motivación principal fue la de trabajar juntos, para así alcanzar metas más significativas en la preservación del patrimonio y el desarrollo sostenible de las comunidades. Esta organización ha invertido más de quinientos ochenta mil dólares en diecisiete proyectos en todo el Perú que fomentan el turismo inclusivo y sostenible. Actualmente, tiene como proyectos propios en marcha: Recusco y el Plan Wallata.
El desarrollo sostenible en una comunidad implica capacitar a los pobladores para actividades económicas autónomas que permitan la sostenibilidad de la riqueza cultural y natural de la comunidad, además de contribuir al bienestar de la misma. Turismo Cuida busca concientizar a la sociedad y a los sectores económicos sobre la importancia de no depender solo del Estado o de organizaciones externas. María Rosa Arrarte resalta el ejemplo de la comunidad de Huilloc, donde se trabajó para diversificar las actividades económicas y capacitar adecuadamente a los pobladores para gestionar pequeños negocios turísticos, como bed and breakfast, lo que ha permitido una independencia económica y social.
El Plan Wallata se gestó para concentrar los esfuerzos en las comunidades de Ollantaytambo, para lograr un desarrollo transversal. Ollantaytambo es conocido por concentrar la mayor cantidad de pobladores descendientes directos de los incas, manteniendo vivas sus tradiciones y costumbres, lo que lo convierte en el único “pueblo inca viviente” del Perú. A ello se suma la posición estratégica en el principal circuito turístico del Perú: Ollantaytambo es la parada obligatoria para tomar el tren a Machu Picchu. Es por ello que el Plan Wallata trabajó denodadamente por cambiar una situación inicial de polución turística por la actual, que apuesta por el turismo vivencial y el acompañamiento continuo de la población local.
Los resultados del plan son alentadores, como lo demuestran los reconocimientos a Ollantaytambo como el primer “Pueblo con Encanto” del Perú y uno de los Best Tourism Village –concurso a nivel internacional–, por la Organización Mundial de Turismo en 2021. Aestos logros se suma el trabajo que a día de hoy sigue en las diferentes comunidades ollantinas, utilizando siempre el diálogo y el compromiso. María Rosa Arrarte cita como ejemplo la experiencia de puesta en valor del poblado de Pachar mediante murales. La temática de cada mural fue concertada en foros abiertos a la población, con resultados alentadores. Finalmente, cabe destacar la formación y capacitación de la cooperativa de mujeres artesanas de la cuenca del Patacancha, cuya participación en la feria Ruraq Maki confirma el éxito de este noble proyecto.
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