A poco menos de dos meses de estrenar “Perú Mágico”, el nuevo espectáculo de su agrupación Serenata de los Andes, el saxofonista nacional vive los preparativos con la seguridad de que nunca ha sido más feliz.
Por Pablo Panizo Foto de Javier Zea
Jean Pierre Magnet no deja de ser el niño que antes de ir al colegio prendía la radio para escuchar música andina. Una juventud en los Estados Unidos, comiendo y viviendo jazz, no fue suficiente para que la música de la sierra central dejase de correr como un río hasta su alma. A los sesenta y ocho años –cincuenta y ocho de ellos con un saxofón entre las manos–, Magnet tiene ocho agrupaciones distintas; ninguna de ellas, ni sus formatos de mambo o jazz, le provoca lo que Serenata de los Andes, que le permite decir, con los ojos cerrados y enfatizando en cada palabra, que nunca ha sido “más feliz, sinceramente”.
La raíz de este buen momento es el próximo estreno de Perú Mágico, un espectáculo en el que trabaja de la mano con artistas visuales, dramaturgos y un ampliado elenco de Serenata de los Andes, y que supone una narrativa completamente nueva en su trayectoria. Y lo fresco, explica Magnet, “le gusta al ser humano”.
¿Cuándo nació la idea de una puesta en escena como la que preparas?
Hace dos años tuve la impresión de que Serenata de los Andes tenía que evolucionar. Ya no un concierto sino una “obra”, por ponerle un nombre. Hace dos años trabajo una historia que nace de cómo concibo los sonidos andinos que se derivan de la naturaleza: las zampoñas vienen de los vientos; el arpa sale del agua, del sonido de un riachuelo; los saxofones son metálicos y salen del centro de la Tierra; los violines, del cielo; y la percusión se origina en los truenos y relámpagos.
¿Qué genera en ti estar trabajando algo distinto a todo lo que has hecho?
Yo soy mi propio termómetro. Para mí la palabra que juzga todo lo que hago es si es lindo o no. No me complico la vida. Y en este caso el resultado es una música muy linda. Esto es lo más personal que he hecho, y es la mayor expresión de mi creatividad. Me siento totalmente libre. Es de mi país, de mi tierra, de mi corazón. Es un privilegio haber tenido la estrella que me ilumina y me hace dedicar mi creatividad en función al amor a la música del Perú. Yo no lo he escogido. Tengo ocho agrupaciones diferentes, pero esta es distinta. Tengo el privilegio de que estos músicos toquen mi música y que el público compre entradas para escucharla.
¿Cómo va creciendo la emoción a medida que se acerca el estreno?
La emoción va en paralelo a la felicidad. Estoy convencido de que el público va a salir totalmente satisfecho. Estamos reforzando el sonido del Gran Teatro Nacional para que sea una cosa impactante, hemos sumado violines, cellos, una guitarra eléctrica, percusión, una cantante… Además, tenemos la dirección de teatro de Miguel Rubio –de larga trayectoria en el reconocido Grupo Cultural Yuyachkani–, con quien hemos logrado una afinidad muy buena. Está poniendo en el escenario cosas que yo nunca hubiera imaginado. Va a ser algo nuevo. Al ser humano le gusta lo colorido, la frescura, una ejecución impecable en una maravilla de escenario; y eso se verá.
El dato
“Perú Mágico” se presentará el viernes 25, sábado 26 y domingo 27 de mayo en el Gran Teatro Nacional. Las entradas están a la venta en Teleticket, con un descuento del 20% en preventa, hasta el 15 de abril.