“Este violín tiene el poder de reemplazar a un arma de fuego, a un paquete de droga. Tiene el poder de hacer mejores estudiantes, de unir familias y de darle autoestima a estos niños”, declara Juan Diego Flórez desde el estrado, blandiendo el instrumento de cuerdas. A su lado, una veintena de infantes y púberes, rescatados de situación de vulnerabilidad, empuñan sus instrumentos y comienzan a tocar un contagioso mambo que pone de pie a todo el auditorio.
El tenor creó Sinfonía por el Perú en 2011, una iniciativa que hasta hoy ha desarrollado trece núcleos de formación musical en algunas de las zonas más deprimidas del país, con miles de niños beneficiarios. Ahora contará con el apoyo de Telefónica para llevar esta experiencia a millones de infantes de todo el mundo. ¿Cómo? A través de los medios digitales. Gracias a internet, un niño de la selva peruana podrá atender una clase de piano dictada por el mejor profesor de Londres, grabar sus ensayos y ser corregido por el propio maestro, por ejemplo.
Hace unos días, el tenor visitó Mazamari (provincia de Satipo, Junín) y Manchay (Pachacámac) junto a César Alierta, presidente de Telefónica, para que el directivo de la transnacional viera por sí mismo cómo la música ha cambiado la vida de muchos niños.
De regreso en Lima, Alierta comenta: “Esta idea de Juan Diego Flórez tendrá una repercusión mundial. Millones de niños se van a enamorar de la música, y van a tener a su disposición a los mejores profesores a través de internet”.
Rodeado de tantos niños y jóvenes, es imposible que Juan Diego Flórez no extrañe a sus hijos: Leandro, que cumplirá 5 años en abril, y Lucía, que tiene 2. “Igual, nunca me separo mucho tiempo de ellos. Cada vez que viajo, vuelvo a casa inmediatamente. Leandro se ha puesto alto y ya va al kindergarten. Lucía sí está todo el tiempo con mamá. Los dos son muy musicales, pero Lucía es extraordinariamente talentosa”, comenta el tenor ligero, que el próximo 29 de marzo dará un concierto en el Royal Albert Hall de Londres, y el 3 de abril cantará en la Ópera de Montecarlo.
Texto: Renato Velásquez (@velasquezrenato)
Lee el texto completo en la versión impresa de Cosas 589