La ola más emblemática del país volvió a motivar la organización de un torneo internacional. Esta vez, Cristóbal de Col reafirmó su gran momento deportivo y obtuvo el primer lugar del campeonato. Ahora, motivado por haber dominado al gigante de Punta Hermosa, De Col se prepara para volver al circuito de la World Surf League (WSL) en Europa y Hawái.
Por Raúl Cachay A.
Álvaro Malpartida, Coco Nogales, Cristóbal de Col y Ramón Navarro.
La descomunal ola de Pico Alto es una especie de quimera inalcanzable para todos los que saben de surf. Por eso, vale la pena celebrar a lo grande el retorno de una competencia internacional a este genuino emblema del deporte de la tabla en la costa del Pacífico de América del Sur. El torneo Pico Alto Internacional, Copa Tubos Surf School, que se llevó a cabo a inicios de julio en Punta Hermosa, arrojó un palmarés de grandes figuras del surf local que tuvo a Cristóbal de Col en el primer lugar, mientras que los siguientes cinco puestos les correspondieron a Ramón Navarro, Coco Nogales, Joaquín Castagnetto, Luis de la Torre y Álvaro Malpartida, respectivamente.
Gabriel Villarán es el principal responsable de la organización del torneo. En la foto, junto al surfista Pablo Zanocchi y Sofía Mulanovich.
“En mi opinión la de Pico Alto es la ‘madre de todas las olas’ en el Perú por sus características, entre ellas, su tamaño y su poder. Todos los que la surfeamos sabemos de su energía y la respetamos por eso”, asegura Cristóbal de Col, el vencedor absoluto del campeonato.
“Nunca esperé ganar el torneo. Para mí, fue un gran reencuentro con todos los ‘chargers’ del surfing peruano. Y debo decir que la organización estuvo de lujo. Esto significa un montón para mí, porque vengo entrenando con fuerza desde hace varios meses. Es una señal que me va a permitir mantener la motivación para las próximas competencias”. Entre ellas, enumera De Col, están varias fechas del circuito de la WSL en playas europeas, en las que empezará a participar a fines de este mes. Luego, el surfista se concentrará en la siempre durísima temporada de eventos competitivos en Hawái.
Gabriel Villarán, referente ineludible de este deporte en nuestro país, explica así por qué la performance de De Col en Pico Alto fue tan trascendente para su carrera deportiva sobre las olas: “El ‘goofy footer’ fue pura clase, corazón y talento en un Pico Alto un tanto inconsistente en el que, sin embargo, supo manejarse bien para encontrar las olas más grandes. Y no solo las bajó, sino que maniobró en ellas. Creo que esta victoria, de alguna manera, marca un antes y un después en la vida y en la carrera de Cristóbal, un surfista supertalentoso que hacía mucho tiempo no vencía en un campeonato de peso como este. Cristóbal venía surfeando constantemente la ola de Pico Alto desde hace unos tres a cuatro años, pero no había conseguido ganar la fecha nacional o participar en el evento internacional aún. En esta oportunidad todo se dio para que él lograra el triunfo. A la mitad del ‘heat’, Cristóbal contaba con un puntaje de 8,8, el cual ya lo acercaba a la victoria”.
Tras su triunfo, Cristóbal le dedicó el trofeo a su padre, Titi de Col, mítico surfista peruano que solía dominar las grandes olas de Pico Alto y falleció hace cinco años. Cristóbal tuvo que encontrar las palabras adecuadas para describir el momento que estaba viviendo, pero las lágrimas que soltó no solo reflejaron la emoción por el recuerdo de Titi, sino también el alivio por reencontrarse con la victoria en un lugar con tantas resonancias afectivas para él.
Cristóbal de Col confiesa que nunca esperó ganar el torneo. “Para mí, fue un gran reencuentro con todos los ‘chargers’ del surfing peruano”, comenta.
Villarán aseguró en la conferencia de prensa posterior al evento (es el principal responsable de su organización) que su objetivo, además de promover el turismo y propiciar la integración de la comunidad de ‘surfers’ en Punta Hermosa, es lograr que Pico Alto recupere su lugar en el circuito mundial WSL de ola grande. A juzgar por los resultados de este nuevo Pico Alto Internacional lleno de emoción, hermandad surf y adrenalina, en el que participaron deportistas provenientes de Australia, Estados Unidos, México, Chile y demás países de la región, la ‘madre de todas las olas peruanas’, como bien la describe el último peruano que ha conseguido un trofeo luego de domarla, muy pronto volverá a ser una parada obligada en el itinerario de los principales surfistas profesionales del circuito mundial.
