La marca de Tania Jelicic refleja de forma armoniosa su pasión por el arte y la libertad a la hora de vestir. A poco de su presentación en el desfile inaugural de El Rastrillo, conversamos con la diseñadora sobre Balkanica, una firma que no sigue tendencias.
—¿Cuál es la historia detrás de Balkanica?
—Creé la marca para tener un canal en donde expresar mi gusto por la moda, el arte y el estilo de vida. Comencé haciendo unas batas de lana con interior de felpa para mi hijo mayor y mi esposo (ambos corren tabla), porque quería crear una prenda para cuando se quitan el wetsuit en invierno. Después comencé a crear prendas relajadas que a mí me gustaban y que no se podían encontrar en Lima. Le puse Balkanica a mi forma por la península, y por un afán de encontrarme con mis orígenes: mis padres son croatas y su cultura siempre ha influido en mi espíritu.
—Varios de tus trabajos han estado vinculados al teatro, ¿tu faceta como directora de arte también está representada en Balkanica?
—Sí, desde niña he vivido en teatros porque mi mamá fue una gran bailarina de ballet. Siempre sentí inclinación por el arte y la estética. Estudié Historia de Arte en Europa y, en paralelo, trabajé como modelo y así nació mi vinculo con la moda. Encontré en la dirección de arte una oportunidad para juntar todos mis intereses con un final armonioso: he trabajado como directora de arte por diez años, haciendo cine, publicidad, styling y teatro. Poco a poco, mi marca fue creciendo y así me convertí en mi propia directora de arte. Ahora Balkanica es un proyecto que involucra a toda mi familia. Eso es lo más interesante y enriquecedor.
—¿Cómo definirías el estilo de Balkanica?
—El estilo de la marca siempre ha sido chic y relajado. Balkanica se basa en la mezcla de color, estampados y texturas. Se dirige a una mujer sin ataduras que busca verse y sentirse única con atuendos sueltos que, a la vez, sean elegantes. La mujer que nos inspira es aquella que busca explotar su belleza sin necesidad de mostrar sus curvas, sino más bien su espíritu libre y avant garde.
—¿En qué te inspiras para crear tus colecciones?
—Me inspiro en todo lo que mis sentidos ven, sienten y huelen. También pienso en crear piezas que sean un must para viajar y que tengan varios usos: desde una salida a la playa o una fiesta, hasta un paseo por la ciudad. Además, siempre diseño una pequeña línea de productos Home que acompaña todas las colecciones, y que sigue la línea de marcar un estilo de vida único, elegante y relajado.
—Cuéntanos un poco más sobre la colección que presentarás en El Rastrillo 2018. ¿Cuáles son las sorpresas?
—¡Es una colección con varias sorpresas! Desde un inicio, he estado fascinada con los estampados y he soñado con trabajar los míos. Este sueño se ha hecho realidad y este año presentaremos nuestros primeros prints. Al mismo tiempo, quería conectar a Balkanica con la cultura peruana, especialmente con nuestros estampados geométricos y llenos de color.
—De joven tuve la oportunidad de participar en la retrospectiva de Elena Izcue y quedé fascinada con su trabajo. Al igual que Elena Izcue, Silvania Prints desarrolló sus propios diseños con motivos peruanos en serigrafía y con una paleta de colores que quedaron marcados en mi consciente. Gracias a esa inspiración, desarrollé mi colección con estampados propios: líneas geométricas y paletas con colores en tendencia.
—También decidimos acompañarnos con la música de Yma Sumac. Coincidentemente, este mes se celebra su natalicio 96. En resumen, queremos que el desfile en El Rastrillo sea un homenaje a las mujeres avant garde que, en su época, honraron nuestro legado cultural interpretándolo de forma visionaria y moderna.