Con premios a Mejor Ficción, Mejor Dirección (a cargo de Miguel Ibarra) y Mejor Fotografía (a cargo de Mauricio Valdez), en Cortos de Vista 2015, la producción peruana “Islandia” es el único cortometraje de América Latina que participará en la selección oficial de Next Generation este 27 de abril, en la novena edición del Brussels Film Festival. Conversamos con el director Miguel Ibarra, de 23 años, acerca de su obra, que comenzó como un proyecto universitario de catorce jóvenes de la UPC apasionados por la realización audiovisual. Él viajará a Bélgica en los próximos días.
Emilia y Antonio son una pareja con dos formas muy distintas de querer vivir sus vidas. ¿Por qué eligieron este conflicto en particular?
Partimos del típico rollo de la vida: el hombre que no se quiere casar y la mujer que lo persigue para comprometerlo. Pero decidimos dar un giro con Islandia. El guion y todo lo que escribimos nace del deseo de Emilia por ser libre. Ella está con Antonio, lo quiere y todo, pero a la vez quiere vivir su propia vida, viajar a Islandia y tener el control. Por otro lado, Antonio tiene una visión mucho más conservadora y está pensado en tener una familia con ella. Es un drama que puede ocurrirle a cualquiera, en cualquier momento, y ese es el estilo y tipo de historias que me gustan.
¿Cómo es la experiencia de trabajar con un grupo de catorce personas?
Fue una experiencia que me hizo aprender muchas cosas, y un reto. Era la primera vez que trabajaba con un grupo grande y lo que buscas además de que trabajen (siendo sinceros todos trabajan cuando hay una nota que ganarse), que confíen en ti, que compren tus ideas y tu visión… ahí está realmente el reto. Y sí se pudo. Si bien no se puede complacer a todos en el momento, ya una vez realizado, con el festival que ganamos en Chiclayo, la selección del corto en Bruselas, todo fue gratificante. Todos los cambios y arreglos que se hicieron funcionaron bien.
¿Cuánto tiempo tomó la producción del corto y qué apoyos tuviste?
La pre-producción nos tomó 2 meses, grabamos cinco días seguidos y la post-producción duró un mes y medio. Lo que más demoro fue la edición y el corte fino.Un apoyo fundamental para mí fue la profesora de dirección, Gaby Yepes. Nos abrió el cerebro. Nos hizo ver lo que significa realmente hacer cine. Con este corto yo decidí ser director. No estaba del todo seguro ese año, si en realidad lo que estaba estudiando era lo mío, y con todo lo que aprendí, con el apoyo de todos, me di cuenta que sí. Eso me cambió.
¿Qué recuerdo llevarás contigo de esta experiencia?
Hay cosas de la carrera que siempre te dicen. Cuando vas a grabar, todo lo malo que te puede pasar, te pasa. Es como si jugaras con el karma en tu contra. Parece mentira, pero es real. Tienes que tener la motivación, la creatividad y la maña para sacarle la vuelta al problema y resolverlo. Eso es algo que me ayudó un montón y hasta ahora lo aplico en mi trabajo.
¿Cómo se les ocurre postular al festival con “Islandia”?
Cuando ganamos en Cortos de Vista en Chiclayo, inmediatamente yo quería grabar otro. Llamé al grupo y me convencieron de utilizar la plata para mandar a Islandia a otros festivales, y con Bruselas fue un golazo. Más allá de que lo seleccionen, y sea un reconocimiento al trabajo de todos,desde el punto de vista personal, me da la oportunidad de ir a conocer gente involucrada en el tema del cine, y que además estén en las mismas que yo.
¿Cómo has tomado la noticia de la selección para el Brussels Short Film Festival?
Para ser sincero, cuando inscribes un corto hay muchas cosas que mandar y armar, y es mejor tener todo listo. Quiero preparar un buen material para llevar y tratar de sacarle provecho al viaje. Creo que todavía no me hago la idea, de hecho estoy pensando en tantas cosas. Cuando te seleccionan, lo único que quieres es seguir postulando a más festivales. Pero hay que clamarse, informarse bien, ver si conviene o no, por eso lo tomo con calma. Esto me ha llevado a trabajar en lo que realmente me gusta.