COSAS viajó a Nueva York para visitar los sets de grabación de Daredevil, la serie de Netflix que regresó, en su tercera temporada, el pasado 19 de octubre. Paseando por las calles de Hell’s Kitchen, inmersos en el universo de Matt Murdock, tan fascinante como caótico, conversamos con Charlie Cox, quien da vida al superhéroe, y con el legendario Vincent D’Onofrio, que interpreta al temible Wilson Fisk, su antagónico por excelencia en la ficción.
Por Vania Dale Alvarado
«Matt vive una tremenda mentira. Eso es lo que encuentro fascinante del personaje, que, si tiene un alter ego, ese alter ego es Matt Murdock, no Daredevil”, revela Charlie Cox durante nuestra entrevista. Con esa y otras afirmaciones, el actor pone en evidencia el tiempo y dedicación que ha brindado a pensar –y repensar– su personaje, y a desarrollarlo con la complejidad y profundidad que se merece.
“Mi novia siempre bromea diciendo que vive con Matt Murdock”, comenta entre risas. Es evidente que el personaje de Daredevil le apasiona, sobre todo, porque lo hace cuestionarse moralmente y porque los elementos contradictorios de su personalidad, sumados a las circunstancias que le han tocado vivir, lo vuelven un personaje complejo, de esos que da gusto interpretar.
De la mano de un nuevo showrunner, y después de haber resultado prácticamente muerto en el final de The Defenders, Matt Murdock renace en esta tercera temporada, y, como todo renacer, esto implica un cambio y una evolución. En este contexto, el eterno villano Wilson Fisk –interpretado magistralmente por Vincent D’Onofrio– también regresa tras su ausencia durante la segunda temporada, para convertirse en uno mucho más protagónico y dar la cuota de drama y acción que la serie necesitaba.
Charlie Cox
—¿Cuál consideras que es el aporte de Netflix al universo Marvel?
—Soy nuevo en el mundo de los cómics, pero una de las cosas que descubrí cuando empecé con este personaje es que, a pesar de que los superhéroes son amados por millones de personas, al contrario de lo que imaginaba, no es algo que necesariamente la gente manifieste.
Me he quedado asombrado de cuántos de mis amigos han salido del closet como fans de los cómics desde que obtuve este trabajo (ríe). Mi fisioterapeuta, por ejemplo, no sabía quién era yo, y un día, mientras me acomodaba la espalda, me dijo: “Mi recepcionista me ha contado que interpretas a un superhéroe en una serie de Netflix. ¿Qué superhéroe eres?”. Cuando le contesté, se emocionó muchísimo y me dijo: “¡Amo a Daredevil!”.
Descubrí que hay un gran mercado de fans mayores, y algo que creo que estaba faltando para ellos es un personaje o una serie que fuera dirigida a una audiencia un poco más madura. Creo que hay muchos fans en sus treintas, cuarentas y cincuentas que se emocionan con un show que finalmente sienten que es para ellos, y eso aplica con “Jessica Jones”, “Luke Cage” y “Iron Fist”.
Es una de las razones por las que “Deadpool” fue tan exitosa como película, y también una de las razones por las que creo que el filme de Daredevil no funcionó tan bien como pudo haber funcionado, porque no puedes hacer un Daredevil con guía parental, tiene que ser oscuro, cínico.
—¿Hay aspectos de la psicología de Matt Murdock que has imaginado y llevado a la pantalla sin que estén en el guion?
—Tuve seis semanas para trabajar en quién era este sujeto y en qué quería darle y lo que creía que los guionistas querían que le aportara. Empecé a investigar al personaje, a leer los cómics y a discernir entre cuáles eran más similares al guion que estaba leyendo.
Pero lo que pasa es que, inevitablemente, terminas imprimiéndole algo de ti mismo y lo llevas frente a cámaras, los guionistas lo ven y empiezan a adaptar de alguna manera el personaje a aquello que le has otorgado como actor, y, muchas veces sin ninguna conversación al respecto, empiezas a encontrar el personaje.
Creo que nadie puede llevarse la autoría de un personaje, especialmente uno que existe hace más de sesenta años en cómics. Es una colaboración incuantificable. Lo que fue divertido de esta temporada es que viene después de “The Defenders”, así que estaba muy ansioso de ver los primeros dos guiones, porque quería saber si los guionistas tenían la misma idea de Matt que yo.
Uno de los aspectos más interesantes de trabajar con Erik Oleson (el nuevo showrunner de la serie) fue que tuvimos conversaciones de tres horas sobre cómo lo que pasó con Matt hacia el final de “The Defenders” impactó en quién es cómo persona, en su actitud hacia Dios y hacia la gente en su vida. Esas conversaciones fueron muy útiles, porque además yo no quería saber qué iba a pasar en la serie, así que él tuvo que manejar ese aspecto con mucho cuidado.
Vicent D’onofrio
—Erik Oleson me comentó que vamos a conocer más sobre el background de tu personaje en esta temporada. Cuéntanos un poco al respecto. ¿Conocías su pasado?
—Conversé con Erik antes de que la temporada empezara. Soy de ese tipo de actores, al igual que Charlie (Cox), a los que no les gusta saber demasiado, así que me dio algunos alcances de temas grandes que necesitaba conocer.
Yo estaba emocionado por saber los asuntos familiares, porque mi personaje hace referencia a ellos constantemente, en especial en la primera temporada, y a mí me encanta eso. Creo que él es mucho de lo que es por su familia, así que va a ser emocionante para la audiencia entender de dónde viene.
Estoy muy agradecido con Erik por elevar el personaje a otro nivel, porque eso es lo que ha logrado. Y por el casting, que es realmente bueno. ¡El muchacho que hace de mi hermano en la ficción se parece mucho a mi hermano en la vida real! (Ríe).
—¿Dirías que tu trabajo en “Daredevil” cambió tu vida?
—La cambió tremendamente. Me siento muy agradecido y afortunado. Mi hijo nació justo antes de empezar la primera temporada y, no sé si tienes hijos, pero déjame decirte que es muy caro (ríe).
Como actor, tener un trabajo estable durante esas circunstancias ha sido increíble, y si a eso le sumas que sea un trabajo con el que la gente parece conectar de tal manera, es aun más gratificante.
—¿Eres o has sido fan de los cómics?
—No, nunca, aunque he pensado seriamente en mentir al respecto (ríe). Pero decidí tomar un acercamiento diferente y ser honesto con el tema. Es que yo, cuando chico, era más un nerd de las películas, me tomaba muy en serio, veía estos filmes extranjeros sin terminar de entenderlos por completo y con subtítulos (ríe).
Sin embargo, desde mi propia pasión, que es el cine, entiendo la fascinación de los fanáticos de los cómics y ese deseo de ver que algo que amas tanto cobre vida. A veces me siento culpable, sí, y pienso que el trabajo debió ir a alguien que conociera este universo, pero a veces también es agradable no saber, porque esa falta de sabiduría sobre el tema, en mi caso, me hizo confiar plenamente en los guionistas.