El maestro del cine italiano ha fallecido en Roma, a los 77 años. Su amplia trayectoria dejó una veintena de títulos tan exitosos como polémicos.

El poeta, guionista y director llevaba años postrado en una silla de ruedas, luchando contra una penosa enfermedad. En las dos últimas décadas y luego del estreno de Asediada (1998), lanzó las cintas Soñadores (2003) —una mirada singular a mayo del 68— y Tú y yo (2012) —basado en una novela de Niccolò Ammaniti—.

Nacido en Parma en 1941, Bertolucci logró convertirse en uno de los grandes retratistas del siglo XX. Estudió en la Universidad de Roma y trabajó como asistente de Pier Paolo Pasolini, un ícono de su generación. 

Bertolucci durante el rodaje de “El último tango en París”.

Cobró relevancia en el terreno artístico cuando muy joven obtuvo el Premio Viareggio por el libro de poemas In cerca del mistero. De ahí, de la tradición literaria, surgió también su gusto por la dramaturgia. 

Su debut en el cine llegó en 1962, con la película La cosecha infértil, en plena era dorada del cine italiano tras el fin de la Segunda Guerra Mundial. Más tarde, destacó con Antes de la Revolución (1964) y El Conformista (1970).

Autodenominado ateo y marxista, Bertolucci plasmó muchas de sus ideas en sus películas, destacando tempranamente en una escena dominada entonces por figuras de renombre como Federico Fellini, Luchino Visconti, Roberto Rossellini y el propio Pasolini

El éxito y la polémica

En 1972 llegó a las salas El último tango en París. El controversial filme significó un hito en su carrera cinematográfica pero también el mayor de sus escándalos. Especialmente, cuando se supo que había pactado con Marlon Brando una escena de abuso sexual sin que Maria Schneider lo supiese.

Años después, la intérprete acusaría a actor y director de haberla ultrajado. “Quería que María sintiera, no que actuara la rabia y humillación”, diría Bertolucci en su defensa. 

Pese a ello, el cineasta recibió el reconocimiento de la crítica, y en 1976 pudo rodar otro de sus más famosos títulos, Novecento. La epopeya narraba las cinco primeras décadas de la Italia del siglo pasado, una constante lucha entre el fascismo y el comunismo, en 314 minutos. Robert de Niro y Gérard Depardieu fueron los grandes protagonistas de este clásico. 

Aunque su obra cumbre, sin duda, fue El último emperador (1987). El drama en el que narra la trágica historia de Pu Yi, el último representante de la dinastía manchú, obtuvo nueve premios Óscar, entre ellos Mejor dirección y Mejor guion.

Entre otros galardones, recibió el León de Oro por su prolífica carrera en el Festival de Venecia en 2007 y la Palma de Oro honorífica en Cannes, en 2011. Su obra reúne una veintena de películas, entre producciones monumentales y minúsculas, cintas experimentales y otras más tradicionales. Un deleite para los amantes del cine de autor.