Este mes reinicia la sétima temporada de la serie aplaudida por mostrar de forma veraz las vivencias de bomberos, rescatistas y paramédicos del destacamento 51 de la ciudad de Chicago. La historia tiene entre sus filas a Joe Minoso, quien interpreta al bombero latino Joe Cruz.
Por María José Correa
—“Chicago Fire” empezó en 2012 y ahora cuenta con siete temporadas. A esta producción, además, se han sumado series como “Chicago Justice”, “Chicago Med” y “Chicago P.D.”, que cruzan tramas en la misma ciudad. ¿Cómo fue la experiencia de formar parte de este universo de historias creado por Dick Wolf?
—Es un privilegio. Dick Wolf ha convertido a Chicago en el universo Marvel de la televisión, donde los superhéroes, que son los trabajadores sociales, van apareciendo en distintas tramas que se desarrollan en una misma ciudad. Es lo más sexy del mundo para un actor poder “estirarse” de esa forma, hacer crossovers entre las series. DC Comics está yendo por el mismo camino con series como “Arrow” o “The Flash”, pero apuntan a una audiencia más joven. Nosotros tratamos de captar a un público más adulto.
—Otra diferencia con productoras como Marvel y DC es que en “Chicago Fire”, los héroes son de carne y hueso…
—Exacto. Son humanos que pueden morir como la gente a la que están tratando de salvar.
—¿Cómo es meterse en la piel de una persona “real” que se sacrifica de esa forma por otros?
—Es un honor, pero a la vez es difícil. Son 35 kilos de equipo que nos ponemos encima para interpretar a los bomberos. La ciudad también implica una cuota de dificultad: Chicago se pone muy fría, el clima puede ser insoportable. Me pongo a pensar que en la vida real, en medio de ese contexto y con trajes pesados, esos hombres y mujeres ven cosas horribles, accidentes, humanos quemados. Es algo que no pueden compartir con sus familias, los únicos que entienden cómo se sienten son sus compañeros, los otros bomberos. Por eso también se crea giros en la trama, situaciones cómicas, es su forma de lidiar con eso. Nuestro show es único porque hacemos lo posible por ser fiel a la realidad y mostrar las emociones verdaderas que atraviesan los bomberos.
—En mi país, los bomberos son voluntarios…
—Sí había escuchado que en algunos sitios no es un trabajo remunerado. Me parece increíble. Es admirable, pero a la vez una locura.
—La serie trata también de estar al día con otros asuntos reales y contemporáneos como, por ejemplo, el rol de las mujeres en la sociedad actual.
—Estoy feliz de verlas insistiendo por igualdad en derechos, salarios, representación. Yo ayudo a defender esas ideas lo más que puedo. Los hombres ya tuvimos suficiente tiempo para dominar el mundo. Es momento de ver qué pueden hacer ellas. En ese sentido, “Chicago Fire” es bastante inclusiva: hay bomberas, paramédicos, policías. En la serie, las mujeres son personajes fuertes, defienden lo que piensan y lo que sienten… ellas son mucho más inteligentes que los hombres. Creo que así es en la vida real.
—¿Qué lugar dan a la inclusión de la comunidad latina, que también forma parte importante de la ciudad de Chicago?
—Todos los años pido a los guionistas tratar temas alrededor de la comunidad latina. Pero es imposible saber hasta qué punto lo van a hacer. A Dick Wolf le encanta poner historias del periódico. Y el equipo de casting trata de incluir la mayor diversidad posible en el elenco.
—¿Qué te gustaría hacer, además de seguir interpretando a Cruz?
—Me encantaría interpretar a un villano. Es el tipo de personaje que más disfruto, una suerte de placer culposo. Mi villano favorito es Yago, de “Otelo”. Es inteligente, no tiene miedo ni piedad, solo le importa su propio beneficio.
—¿Cómo te manejas con internet y las redes sociales?
—Cuando puedo, trato de estar conectado. Sé que hay gente que está al tanto de la serie, que apoya al personaje y quiere saber más, pero las redes sociales conforman un espacio horrible y cada vez se ponen peor. No les presto atención a los haters, que siempre van a existir. Trato de mantener distancia.
—¿Cuál fue el mejor día de tu vida?
—El día que me casé. Mis amigos de toda la vida estuvieron ahí. Lloré y reí como nunca lo he hecho en mi vida. Tuve que usar esmoquin, fue muy divertido.
—Vi en una publicación reciente en Instagram donde tu esposa, Murphy Minoso, está tatuando a sobrevivientes al cáncer de mama.
—Ella ha empezado a trabajar con The A.R.T. of Areola Restorative Tattoo, un equipo de artistas que tatúa a guerreros del cáncer de mama y a sobrevivientes de quemaduras para minimizar sus cicatrices, devolverles la confianza e intentar reconciliarse con sus cuerpos. Estoy entusiasmado con lo que está haciendo.