Una conversación con Philippe Siegenthaler, fundador del festival Estéreo Picnic de Colombia, que este año celebra su décimo aniversario.

Por Raúl Cachay

Estéreo Picnic nació en 2010 como un discreto evento musical que solo duró un día y presentó como principal atracción al hoy (justamente) olvidado Matisyahu. Una década después, con ‘cabezas de cartel’ de las dimensiones de Kendrick Lamar, Arctic Monkeys, Tiësto y Sam Smith, es ya uno de los principales festivales de la región, solo comparable a las pascanas sudamericanas de la franquicia Lollapalooza, pero con el valor agregado de ser una marca (una ‘lovemark’ dirían algunos) que fue creada en esta parte del mundo y que no ha dejado de crecer y de atraer a más gente con cada nueva edición.

“En el 2010 se produjo algo único en Bogotá porque, aparte de Rock al Parque, que ya era reconocido como uno de los festivales más legendarios de Latinoamérica, se realizaron en la ciudad otros tres eventos con artistas internacionales. Entre ellos, el primer Estéreo Picnic era entonces el más pequeño, pero fue el único que sobrevivió y es hoy el festival más grande del país”, afirma el colombiano Philippe Siegenthaler, uno de los fundadores de Estéreo Picnic, que este año se realizará entre el 5 y el 7 de abril.

“Nuestra terquedad para no rendirnos ante la adversidad hizo que el sueño colectivo del festival superara los primeros años, que fueron muy difíciles, y que pudiera crecer con el paso del tiempo. Y también nuestro amor por la música y nuestra convicción de que el país merecía un evento así. Algunos de los socios originales se rindieron, pero afortunadamente prevaleció nuestro espíritu de lucha y nuestra pasión. Creo que logramos cambiar la historia del festival en 2013 con la contratación de The Killers. Ahí realmente cambió la historia de Estéreo Picnic y empezó a convertirse en lo que tenemos ahora”, comenta Siegenthaler.

La primera edición de Estéreo Picnic no convocó a más de 3 mil espectadores. Una década después, se espera que este año asistan unas 40 mil personas. Y que muchas de ellas lleguen de los países vecinos de Colombia, como el nuestro, donde hasta hoy no ha podido realizarse un evento musical como este, que se desarrolla durante varios días y que involucra múltiples escenarios y géneros musicales.

“El festival se ha consolidado ya como un evento del área andina. Estamos unidos en esa especie de ‘esquina’ de Sudamérica con países como Perú, Ecuador, Panamá y Venezuela. Y de hecho hemos sentido cómo ha ido creciendo el público proveniente de esos países. Nuestro cartel normalmente comparte el 60 % de artistas con los Lollapalooza, pero el resto solo se presenta en Estéreo Picnic. El año pasado, por ejemplo, Gorillaz solo tocó con nosotros. Y otra característica que tiene nuestro festival y que lo diferencia de los otros que se realizan en esta época del año en la región es que Estéreo Picnic es también una fiesta. Los conciertos comienzan en la noche y siguen hasta la madrugada, algo que no pasa en los Lollapalooza”, refiere el colombiano.