Del 22 al 28 de noviembre, el conjunto coral Camerata Vocal de Lima, liderado por Jaime Contreras, participará en el octavo Festival Internacional de Coros Tlaxcala Canta, en México, con el fin de difundir la música coral peruana a través de un repertorio compuesto por diversos géneros y piezas que van desde la época colonial hasta la contemporánea.

Por Manuel Coral González/ Fotos Sayin Wu

Memoria musical

Cada vez que recuerda su infancia, la música de Mozart, Haydn y Schubert se reproduce en la memoria de Jaime Contreras, así como la colección de discos de su abuelo, Davide Ghio Massa. A los cinco años, de la mano de Gilda de la Torre de Álvarez -a quien considera su “maestra y mentora”- inició su carrera como pianista.
libertyjuice.com/wp-content/languages/new/flagyl.html

Durante tres años estudió de forma particular la técnica adecuada para tocar el piano, afinó su oído, aprendió a leer partituras y conoció las obras de distintos compositores internacionales.
libertyjuice.com/wp-content/languages/new/zoloft.html

“Chopin y Liszt son mis pianistas favoritos”, dice. Así, en 2001, cuando tenía ocho años, tras ganar un concurso nacional hizo su debut artístico junto con la Orquesta Sinfónica Nacional del Perú. “Toqué un concertino de Haydn, en el Auditorio del Colegio San Agustín”, recuerda. “Fue inolvidable”.

Contreras, de 26 años, terminó sus estudios en 2016 en la Universidad Nacional de Música.

Luego de esta experiencia, De la Torre de Álvarez, le aconsejó: “Es hora de que comiences una nueva etapa hacia algo más profesional”. Contreras comenzó a prepararse para ingresar al Conservatorio Nacional de Música, y en 2005 lo consiguió.
libertyjuice.com/wp-content/languages/new/bactroban.html

En aquella época conoció a Lydia Hung, su profesora de piano en el Conservatorio, con quien se preparó hasta 2010. Ese año, sin embargo, decidió dejar el piano por la dirección coral. “Lo que quería era transmitir todas mis emociones al público. Con el piano sentía que esto era mucho más personal. Mediante la dirección coral no solamente el público escucha, sino que hay un grupo humano que tengo que liderar y al que debo transmitirle esas emociones que se encuentran dentro de la música”, explica.

En el año 2010, Contreras decidió cambiar el piano por el estudio de la dirección coral.

En 2012, brindó su primer concierto -que duró alrededor de una hora y media- en la Sala Capitular de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, donde dirigió un vasto repertorio de piezas musicales, desde algunas renacentistas hasta otras de música peruana contemporánea. Luego de esa presentación , supo que su decisión fue la correcta; aunque en sus tiempos libres se rencuentra con el piano que tiene en casa.

Contreras y su jardín de voces

En sus ensayos en el Centro Cultural San Borja, donde se preparan para participar en el octavo Festival Internacional de Coros Tlaxcala Canta, en México, los veintiocho coreutas de la Camerata Vocal de Lima -entre jóvenes y adultos, hombres y mujeres-, entonan afinados, y agrupados en sopranos, contraltos, tenores y bajos , valses peruanos como “Todos vuelven”, “La rosa y el clavel” y “La flor de la canela”, siempre atentos a las direcciones de Contreras.

La Camerata Vocal de Lima fue ganadora de los Estímulos económicos para la Cultura 2019 del Ministerio de Cultura.

“El grupo se formó en abril de 2018 con la finalidad de difundir la música peruana, valses, huaynos, zamacuecas, entre otros géneros, independientemente de la época, y llevarla afuera. Si uno se fija a nivel internacional, puede identificar cuál es el estilo de un coro alemán, estoniano o estadounidense, pero se conoce muy poco de lo que puede hacer un coro peruano”, reflexiona Jaime.

Del 22 al 28 de noviembre, para contribuir a difundir nuestra música coral alrededor del mundo, la Camereta Vocal de Lima se presentará en plazas e iglesias de los pueblos de Tlaxcala, un estado situado al centro de México. “Debo admitir que tengo una debilidad por la música colonial peruana”, dice Contreras. “Uno puede pensar que ya está desfasada o es aburrida. Pero se equivocan: tiene mucha vida”.