El autor del cortometraje “Almost Crimes” y confundador de La Pepa cierra su paso por la productora luego de vender el proyecto de “Aj Zombies” a Canal+, la casa realizadora más importante de Francia.
Foto de Natalia Queirolo
¿Qué futuro prevé a la industria del entretenimiento audiovisual?
Experiencia cinematográfica
Comencemos hablando de La Pepa. A lo largo de los cinco años de la productora, ¿cuáles han sido sus principales hitos y logros?
Definitivamente, vender “Aj Zombies” a Canal+. No solo porque Canal+ es una de las productoras más grandes de Europa, sino porque esta venta nos mostró que había un camino para lo que intentábamos hacer y un mercado para desarrollar proyectos de este tipo desde el Perú. De alguna manera, esta venta validó la idea detrás de la empresa. Nosotros empezamos La Pepa con el propósito de generar proyectos de este tipo para el mercado digital global, cuando Netflix y Amazon daban sus primeros pasos en la región. Al mismo tiempo, ser parte de Canal+, la productora detrás de “Amélie”, “Terminator” y “El Pianista”, nos abrió muchas puertas. Esa primera venta a Europa realmente nos posicionó en otro espacio, donde se nos permitía trabajar con empresas de afuera y desarrollar proyectos para marcas globales como Canal+, TF1, etc.
“Aj Zombies” comenzó como una serie en YouTube y ahora acaba de estrenarse como película en las salas comerciales. En el interín, surgió el interés de Canal+. Coméntanos acerca de la evolución de este proyecto.
Este proyecto fue el motivo por el cual iniciamos la empresa en 2014. Yo vi la serie en YouTube y contacté a Daniel (Martín Rodríguez), el director de “Aj Zombies” y uno de sus creadores, convencido de que esta serie tenía potencial internacional, y junto a Javier (Salvador), el productor, lanzamos La Pepa con el propósito de crear contenido para el mercado internacional digital, que en ese momento comenzaba a crecer de manera muy fuerte. El interés de Canal+ apareció en 2015, cuando la versión original de “Aj Zombies” fue seleccionada en muchos festivales internacionales. A nivel personal, es un orgullo poder estrenarla en Perú, ya que fue estrenada en Estados Unidos, Europa y hasta en el Medio Oriente antes que en nuestro país. Me he pasado los últimos dos años negociando con la oficina de París para poder exhibirla en Perú; recién llegamos a firmar el contrato en agosto de este año. Es una manera muy bonita de cerrar mi paso por La Pepa.
Estudiaste en la Universidad de Texas y actualmente cursas un MBA en Londres. ¿Cuán importante consideras que es llevar estudios en el extranjero para marcar la diferencia en el Perú?
La realidad es que aprendí bastante más trabajando en el Perú que en cualquier experiencia que tuve afuera. El mercado peruano es pequeño, pero desafiante en todo sentido; si sabes navegarlo como empresario, te puedes manejar en muchos espacios. De igual manera, y sin ser dogmático al respecto, creo que los que tenemos la suerte de trabajar y estudiar fuera tenemos también cierta responsabilidad de volver e intentar aplicar lo aprendido. Claro, hay que saber aportar con mucha humildad, ya que hay mucha gente en el Perú que está haciendo las cosas muy bien.
A nivel cinematográfico, has trabajado en múltiples facetas, desde escritor hasta productor y director, pasando por asistente de dirección, entre otras. ¿Cuál es tu principal fortaleza al interior de esta industria?
Esta no es una industria excesivamente técnica. Es una industria de mucho oficio y mucho aprendizaje en el campo. Creo que si uno entiende la estructura y lo que se espera de cualquier función, es relativamente fácil cumplirla. Ahora, ser realmente bueno en cualquiera de estos papeles… eso sí es bastante más complicado. No sé si tengo alguna fortaleza, pero creo que soy rápido para aprender y logro dar la impresión de que sé lo que estoy haciendo, aunque lo más probable es que no tenga la más mínima idea.
Salta a la vista tu gusto por involucrarte en proyectos independientes e historias que combinan el crimen, la cotidianidad y el humor.
Más que una obsesión con el género criminal, la realidad es que es bastante más divertido rodar una escena de acción antes que cualquier otra cosa. Es por eso que en cada proyecto de La Pepa siempre hay alguna escena compleja que requiere dobles, alguna explosión o una locura parecida. En cada proyecto vuelves a aprender las mismas lecciones, pero cada vez de una manera más sofisticada. En específico, como director o productor, uno trata de facilitar el trabajo de los técnicos y cabezas de equipo de cada área del proyecto. Ellos son los verdaderos artistas de la industria. Si puedes construir las circunstancias correctas para que los demás puedan trabajar, y hacerlo sin comerte el presupuesto del proyecto, algo estás haciendo bien.
El cortometraje “Almost Crimes” (2014) marcó tu debut como director. Te llevó a Cannes, además. Cuéntame sobre esa experiencia.
Fue una oportunidad de rodar en Texas con un elenco y un equipo de primera que había trabajado en producciones enormes como “Boyhood” o “Sin City”. Yo no estuve cuando la presentaron en el mercado del Festival de Cannes, pero sé que los derechos fueron adquiridos por un grupo francés. Es más, si has encontrado algún link donde verla, avísame, que le perdí el rastro hace mucho.
También estuviste involucrado en el fenómeno de “Hummus of Barranco”. ¿Por qué consideras que fue tan exitoso?
Esta serie fue tan exitosa porque fuimos muy ágiles con el presupuesto y eso nos permitió tomar riesgos y hacer cosas que ningún canal de televisión nos iba a aprobar. Fue un proyecto muy potente, donde trabajamos muy de cerca con los creadores de “Hummus of Barranco”, que aportaron muchísimo, y un ejemplo de lo que queríamos hacer con La Pepa, ya que este proyecto se hizo pensando en el mercado global y es de nuestras series originales que más premios han ganado internacionalmente.
Habiendo incursionado en nuevas plataformas, ¿qué evaluación haces del momento y futuro de la industria del cine y el entretenimiento audiovisual?
El Perú ha crecido muchísimo en este aspecto, pero todavía estamos lejos de los hubs de la región. Creo que Colombia es un ejemplo a seguir: han logrado consolidar una industria internacional donde antes no la había. Pasaron de producir las telenovelas de toda la vida a producir contenido original para Fox, HBO y Netflix. Eso requiere mucha iniciativa del sector privado, pero en coordinación con el público, a través de distintos estímulos para atraer inversión internacional.