Spike Lee se apoya en fragmentos de la historia de los afroamericanos en EEUU para hablarnos de codicia y de cine. Da 5 Bloods es un gran ejemplo de cómo contar una buena historia en casi 2 horas y 30 minutos.

Por Pablo Saldarriaga

Me gustan las películas de cine que hablan de cine, y eso es lo que hace Spike Lee esta vez: un paralelo entre Da 5 Bloods y Apocalipsis Now, el clásico del cine norteamericano que muestra una visión romántica de la guerra de Vietnam desde la perspectiva del gran Coppola. Aunque, más que un paralelo, parece en realidad una crítica a quienes siempre cuentan las historias de guerra, a los que hacen de su punto de vista el discurso oficial.

Da 5 Bloods

Poster oficial de Da 5 Bloods.

Empecé a ver Da 5 Bloods porque me llamó la atención el poster: una imagen potente repleta de alegorías y de colores. La película arranca con un video editado que muestra la lucha afroamericana en los Estados Unidos y fragmentos de la guerra de Vietnam; la música es tremenda y las imágenes, potentes. Las hemos visto cientos de veces, en los libros Taschen, en crucigramas, en documentales o en cualquier otro documento histórico con el que nos hayamos topado alguna vez. De entre estas, incluso se puede identificar la de un hombre quemándose en Saigón, en 1963; una imagen que es portada de un famoso disco de Rage Against the Machine. Son postales icónicas que forman parte de la cultura popular.

Terminada esta parte documental, la pantalla cambia de formato. Un helicóptero se acerca dejando atrás un sol inmenso en una toma similar a la de la conocida película de Coppola. La copia –se nota– es voluntaria y es parte del mensaje del director. Empieza entonces la historia de cuatro veteranos de guerra afroamericanos que vuelven a Vietnam para recuperar los restos del líder de su escuadrón (y, “de paso”, el tesoro que habría sido enterrado con estos).

En ese punto, pensé que me enfrentaría solamente a otro largometraje sobreactuado con trasfondo afroamericano y buena música; pero el guion y su sentido del humor sarcástico y oscuro me retuvieron. Una muestra de este último es la escena del niño cojo lanzando explosivos fuera de la discoteca. Por favor, deténganse a verla. Es hilarante.

Da 5 Bloods

Da 5 Bloods: un guion, muchos discursos

Pero la película es mucho más de lo que su sinopsis advierte. Se trata de una cinta que logra, gracias a su guion, entretejer muchos discursos; y, como consecuencia, resonar desde diferentes flancos. Habla tanto del afroamericano que puede decir “niggaz” mientras que el resto no puede hacerlo como del “fucking negro” que defiende a Trump porque se hartó de ser segregado por el sistema; del excombatiente de Vietnam en su versión afroamericana, así como también de los vietnamitas adaptando la posguerra a una economía de mercado; habla de los amores y de las familias creadas y destruidas por la guerra, y también de los pacifistas antiminas que se venden al igual que los gobiernos. Y la lista continúa.

Queda claro que, por encima de todo esto y de la memoria del gran soldado Norm incluso, está el oro. Poco a poco, se va develando la personalidad de esta hermandad, cuyos integrantes no por viejos ambiciosos son menos amigos (o menos humanos); es solo que el tiempo cambia a la gente… al igual que el dinero.

Da 5 Bloods

El director junto a los protagonistas de la cinta: Isiah Whitlock JR, Delroy Lindo, Jonathan Majors, Clarke Peters y Norm Lewis. (Foto de David Lee para Netflix).

Habría que tomar este último factor en cuenta (que el tiempo y el dinero cambian a la gente) a la hora de reflexionar sobre el movimiento Black Lives Matters y las manifestaciones en contra de la policía por los hechos suscitados en los EEUU a partir del caso George Floyd, que generaron el escenario perfecto para presentar una película de cine bajo el formato Netflix, desde tu teléfono.

Ya me parecía demasiado noventero y aleccionador el cine de Spike Lee, pero creo que esta vez el diablo supo más por viejo que por negro (Take it easy, I’m black and I’m proud).