Conversamos con Matthew Followill, guitarrista de Kings of Leon, sobre “When You See Yourself”, el flamante octavo disco de la banda.
Por Raúl Cachay A.
La banda estadounidense Kings Of Leon apareció hace poco menos de 20 años con un álbum de debut que, entonces, fue recibido con notorio entusiasmo por el público y buena parte de la crítica, que encontró en el conjunto formado por los Followill (los hermanos Caleb, Nathan y Jared; y su primo Matthew) la intersección perfecta entre el llamado ‘new rock revival’ encabezado por The Strokes y The White Stripes y el clásico rock sureño de Lynyrd Skynyrd y los Allman Brothers.
New Musical Express, el medio musical más importante de Inglaterra, llegó a calificar “Youth and Young Manhood”, editado en 2003, como “el mejor debut rockero de la década”, mientras que, en la otra orilla del Atlántico, el crítico James Hunter escribía en The Village Voice que se trataba del “mejor primer álbum de una banda que se haya lanzado este año”.
Casi dos décadas y ocho discos después, las cosas son muy distintas para Kings of Leon. Hace mucho tiempo dejó de ser una banda prometedora, como en sus inicios: ahora es considerada una de las últimas portadoras de la bandera del viejo y querido rock & roll en el mainstream internacional, además de haber encabezado los carteles de prácticamente todos los festivales de música importantes del planeta. Aunque la crítica ya no los trata con tanta benevolencia, los Kings of Leon siguen lanzando canciones destinadas a ser coreadas por estadios enteros (pensemos en hits como “Use Somebody” o “Sex on Fire”, esta última con casi 700 millones de reproducciones en Spotify… y contando) y editando discos que escalan instantáneamente en las listas de ventas. “When You See Yourself”, su último álbum, que fue lanzado oficialmente un par de semanas atrás, no es la excepción.
Conversamos con Matthew Followill, guitarrista de la banda, a propósito de esta nueva producción, la vigencia de los KOL, cómo ha cambiado la relación entre sus integrantes (las otrora mediáticas peleas y rabietas de sus miembros ya son cosa del pasado) y, especialmente, cuánto añoran poder presentarse nuevamente en vivo frente a su público. “Ha pasado tanto tiempo desde nuestro último concierto… Normalmente, yo suelo ponerme muy nervioso y súper ansioso antes de un concierto, pero una vez que estoy sobre el escenario tocando y veo a toda la gente y sintiendo su amor… Eso es algo que extraño mucho. Salir de gira es algo que ha formado parte de nuestras vidas desde que yo tenía 17 años. Ahora tengo 35. Estamos listos, no podemos esperar más. Y ya hemos conversado con nuestro ‘tour manager’ para que de todas maneras incluya a Lima en nuestra próxima gira internacional. No sabemos cuándo será, por ahora, pero tenemos muchas ganas de tocar por primera vez en tu país”, asegura Followill.
Han pasado casi cinco años desde el lanzamiento de “WALLS”, la producción anterior de la banda… ¿Por qué tardaron tanto tiempo en grabar un nuevo álbum?
Bueno, sí, ha sido un largo tiempo. Pero debes recordar que, tras la salida de “WALLS”, estuvimos permanentemente de gira por un año y medio. Luego nos tomamos un año de descanso, porque queríamos pasar tiempo con nuestras familias después de haber estado lejos de casa por un período tan largo. Y después nos pasamos otro año escribiendo y grabando las canciones de “When You See Yourself”. La pandemia empezó cuando ya teníamos el álbum terminado. Primero decidimos esperar para ver qué ocurría, pero cuando el virus empezó a golpear con fuerza Estados Unidos decidimos presionar el botón de ‘pausa’ y postergar el lanzamiento del álbum.
¿Cuán diferente ha sido el proceso creativo de este disco con respecto a los anteriores?
Siento que, en cierto sentido, sigue siendo el mismo: somos cuatro personas que escriben canciones y que se reúnen cada cierto tiempo para mostrarse sus nuevas ideas musicales. Pero en esta oportunidad existieron algunas pequeñas diferencias. Por ejemplo, yo toqué más teclados que en las sesiones de los discos anteriores, lo que creo que inspiró algunos cambios con respecto a las versiones originales de ciertas canciones del disco. Y otro cambio positivo es que creo que esta vez todos hemos vuelto a estar “en la misma página”. Todos teníamos muy claro qué es lo que queríamos conseguir y hacia dónde queríamos llegar con este disco. Eso no es algo que ocurriera con tanta frecuencia en el pasado. Fue una grabación muy divertida y relajada. La hicimos en Nashville. Estar en casa y cerca de nuestras familias también ayudó mucho.
¿Por qué decidieron reclutar nuevamente a Markus Dravs como productor?
Igual que con “WALLS”, el trabajo en el estudio con Markus fue estupendo, aunque debo decir que es un productor muy retador y exigente. Pero me gustan los retos, personalmente, así que la pasé muy bien durante las sesiones de “When You See Yourself”. Markus es un gran artista y tiene opiniones muy fuertes sobre cómo quiere que se hagan las cosas, lo cual es algo que también me gusta mucho. Todos en la banda confiamos en él, por lo que sus opiniones e ideas siempre sumaron, aunque finalmente hayamos decidido ir por otro camino en una determinada canción. Es muy bueno en su trabajo, que es el de hacer álbumes, discos completos… Como banda, a nosotros también nos encanta grabar álbumes, no tan solo un par de canciones buenas con un montón de ‘relleno’.
Con este disco, Kings of Leon se ha convertido en la primera banda en la historia en experimentar con la tecnología blockchain NFT (Token No Fungible). ¿Se encuentran satisfechos con esa decisión?
Esa fue una idea que partió inicialmente de nuestro equipo de management, pero que a todos nos pareció muy interesante. Nos dijeron: “Como saben, chicos, el arte digital se está haciendo cada vez más popular, ¿qué les parece si con el nuevo álbum hacemos algo parecido y lo vendemos como NFT?”. Hasta ese día, yo nunca había escuchado esas siglas, y creo que mis compañeros en la banda tampoco. Pero sonaba a algo nuevo y raro, y a mí en lo personal me gustaba mucho que estuviera basado en el arte. Así que dijimos, ‘¿por qué no? Probémoslo’. Y la verdad es que estamos muy satisfechos, ya que hasta ahora hemos podido recaudar mucho dinero para la fundación Crew Nation (Nota: medio millón de dólares, de los cerca de 2 millones que han generado hasta el momento las ventas de la colección bautizada “NFT Yourself”), que apoya a los trabajadores de la industria de la música en vivo que se quedaron sin empleo debido a la pandemia. Así que estamos contentos, pese a que al principio no estábamos muy seguros de qué se trataba todo esto. Espero que algún día, en el futuro, podamos mirar hacia atrás y sentir que hicimos algo muy ‘cool’ con estos NFT… O también podríamos pensar que hicimos algo muy estúpido… ¿Quién sabe? (risas)
En un par de años se cumplirá el vigésimo aniversario de “Youth & Young Manhood”, el primer disco de la banda. ¿Qué recuerdos tienes de aquella época?
¡Era muy joven! Ese es mi principal recuerdo. Todo era nuevo para mí y ocurría demasiado rápido. Cuando empezamos a dar conciertos, yo tenía 17 años y Jared (Followill) apenas 15. No teníamos permitido entrar a los bares. A veces nos tocaba presentarnos en bares o clubes, cuando Jared y yo ni siquiera podíamos estar ahí legalmente. Fue una época muy divertida y emocionante, en realidad. Nosotros simplemente amábamos la música, no se nos pasaba por la cabeza que 18 años después seguiríamos dedicándonos a esto.
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