Como parte de la implementación del Plan Maestro, Prolima viene recuperando y poniendo en valor el paisaje vegetal del Centro Histórico de la ciudad. Durante el 2022 se intervendrán la plaza San Martín y la plaza Unión, entre otros espacios emblemáticos.
Por Redacción COSAS
Empecemos por la teoría: se denomina como ‘renaturalización’ al proceso con el que se busca recuperar las condiciones naturales que tenía un lugar antes de su urbanización. Ahora vayamos a la práctica. Puntualmente, en el Centro Histórico de Lima (CHL): a la fecha, en el marco de la implementación del Plan Maestro, y en sintonía con el legado histórico de la ciudad, profesionales de Prolima han ejecutado cinco proyectos para recuperar el paisaje en el óvalo Jorge Chávez y en las plazas Grau, Bolognesi, Dos de Mayo y Francia.
En todos los casos, los proyectos son elaborados e implementados bajo dos premisas: el respeto al valor patrimonial del espacio por intervenir y el uso de plantas y árboles que pertenezcan a especies nativas y/o tradicionales de la vieja Lima. En la recuperada plaza Francia, por ejemplo, se plantaron 23 palmeras reales nuevas, que alineadas a las ya existentes constituyen una recomposición de los valores originarios del espacio. Allí también se propuso e implementó un jardín clásico, compuesto por una doble hilera de setos lineales de carissa, una planta arbustiva con flor -la lantana morada- y un manto interior de duranta.
Así luce el renovado Paseo de los Héroes Navales.
Las especies elegidas para este y otros proyectos se caracterizan por tener un requerimiento menor de agua y por promover la proliferación de la fauna. Retomando el ejemplo de la plaza Francia, hoy en día es común encontrar a decenas de mariposas posadas sobre las lantanas moradas, embelleciendo el paisaje urbano-histórico y la experiencia de pasear por el lugar, sobretodo durante un verano que ya arrecia.
Cabe señalar que los proyectos de renaturalización desarrollados e implementados por Prolima se ejecutan en el contexto de recuperación de esculturas y espacios públicos. Tal es el caso de las plazas Grau, Bolognesi y Dos de Mayo, y del óvalo Jorge Chávez, cuyas respectivos monumentos fueron recuperados y entregados a la ciudad durante el 2021. En lo que va de este 2022, se vienen desarrollando los proyectos en la plazuela El Ángel, situada en el cementerio del mismo nombre; y en la plaza Italia, de Barrios Altos. Además, se tiene proyectado intervenir en la plaza San Martín, la plaza Unión y la plazuela del Cercado, tres espacios emblemáticos del CHL.
Junto a las lantanas y las durantas se utilizarán buganvillas, plantas que promueven a polinizadores -como las mencionadas mariposas- y a controladores de plagas como las mariquitas, incrementando así la biodiversidad en el CHL.
En la plaza Francia se sembraron palmeras reales y se recuperaron los jardines.
Dos elementos neurálgicos para que todo este procedimiento se implemente de manera integral son las denominadas estructuras verdes y corredores ecológicos. Se conoce como infraestructura verde a la red de espacios naturales y seminaturales que contribuyen a la conservación de la biodiversidad en un asentamiento urbano. En ese contexto, los corredores son aquellas áreas de conectividad implementadas entre áreas verdes, con el fin de contrarrestar la fragmentación de los hábitats. Es decir, integrarlos.
Con este fin, en el CHL se vienen utilizando enredaderas sembradas en diversos puntos, canastas ornamentales con hiedras y macetas ubicadas en terrazas y calles peatonalizadas. A la par, se viene implementando un ambicioso proyecto de arborización que contempla la siembra de más de 200 árboles de 28 especies tradicionales, como floripondio, jacarandá, molles y poncianas, entre otras. Esto permitirá que las aves puedan anidar, los insectos puedan polinizar y, poco a poco, disminuya la contaminación ambiental y sonora en esta parte de la ciudad.
Azaleas sembradas en macetones del pasaje Santa Rosa.
Hoy en día, la experiencia de caminar por el CHL va más allá de apreciar la pátina original de las esculturas o las fachadas restauradas de sus iglesias. Implica, como podrá comprobar tras un recorrido por el Paseo de los Héroes Navales, las calles peatonalizadas del Damero de Pizarro o cualquiera de las plazas mencionadas, un reencuentro con los valores originarios de nuestra ciudad. Con la belleza de su naturaleza y de su fauna. Con una Lima que, poco a poco pero a paso firme, empieza a renacer.
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