El pasado 03 de octubre, Micaela Aljovín inauguró «Geometría y Poder», una muestra crítica y disidente que puede visitarse hasta el 8 de noviembre en el Laboraleatorio de Arte, en Miraflores.

Por Arianna Gonzales

En el 2018, Micaela Aljovín se graduó de la Escuela Superior de Artes Corriente Alterna con Medalla de Plata, gracias a su proyecto “Rompecabezas Perú”, una pieza de videoarte que la llevó a convertirse en la única artista representante de nuestro país en participar en las ferias Contemporary Venice 2021 y The Body Language en Venecia.

Cuatro años más tarde y siguiendo de cerca el objetivo de evocar en su obra la historia social peruana, así como el concepto de nación como construcción, Micaela inauguró, el pasado lunes 03 de octubre, «Geometría y Poder», una muestra crítica y disidente que puede visitarse hasta el 8 de noviembre en el Laboraleatorio de Arte, en Miraflores.

En exclusiva para COSAS, la artista revela detalles de la construcción de este proyecto que evoca y sumerge al espectador en un episodio de la historia peruana marcado por el poder: el inicio de la dictadura de Juan Velasco Alvarado.

“Geometría y Poder”, al igual que la mayoría de tus obras, gira entorno a la memoria y la identidad, a escarbar en la historia, ¿Por qué decides hacer arte en torno a estos conceptos en medio del Perú de hoy?

Todo tiene un origen en mi infancia. Desde muy chica he tenido mucho interés por los temas sociales, mucha preocupación por el comportamiento de la sociedad y el individuo en conjunto. A eso, le sumo mi interés por el arte, me entretenía dibujando retratos a lápiz, paisajes, bodegones. Tenía mucha preocupación por el otro, además de haber vivido en un entorno familiar muy vinculado a la política, a la historia y con una preocupación vinculada a la justicia social. Creo que todo ello ha hecho que mi arte se preocupe no solamente por temas sociales, sino por temas históricos y por temas que son una preocupación constante de la nación, como el hecho de poder hacer colectividad con otros, que es en lo que reside el concepto de nación como construcción, o visibilizar la precariedad de nuestra educación. Creo que desde la posición que uno se encuentre, debemos aportar nuestro granito de arena para poder lograr una mejora en ese sentido.

Sobre “Geometría y Poder”

Geometría y Poder

Vitrina que recoge documentación de la época, reúne parte de la colección de Gustavo Buntinx y digitalizaciones que la artista ha obtenido de diarios como El Comercio, Expreso, Nueva Crónica.

Esta obra en particular es, según la define el curador Gustavo Buntinx, una especie de «oposición a la linealidad tiránica de la política», un mensaje importante de resaltar tanto a nivel histórico como en nuestra realidad actual…

La exposición es una muestra crítica, inaugurada en el aniversario del golpe de Estado que en 1968 dio inicio a la dictadura de Velasco Alvarado y trata de la gráfica y la linealidad de una época marcada por el poder. Está curada por el prestigioso curador, historiador y crítico de arte, Gustavo Buntinx, quien la define como “una secuencia de impecables abstracciones geométricas para el cálculo infinitesimal de la utopía y ruina de nuestra historia contemporánea”. En la muestra yo propongo una descomposición de los logotipos, de los simbolismos que acompañaron el corporativismo estatista del régimen.

La muestra tiene un fuerte componente histórico. ¿Cómo ha sido el proceso de investigación y recopilación de datos de la época para trasladarlo a tus obras?

Para la muestra, he hecho una investigación de la época de los setenta, indagando justamente sobre el corporativismo estatal de aquel régimen. La información no ha sido fácil de conseguir, pero he podido recopilar datos a través de la colección de Gustavo Buntinx y de la Biblioteca Nacional, que guarda en ella colecciones de diarios como El Comercio, Expreso y La Nueva Crónica. He conseguido digitalizaciones que hemos incluido en la muestra, además de otros objetos obtenidos por Gustavo. También, el señor Miguel Cruchaga, arquitecto encargado del diseño del que fuera el Ministerio de Pesquería, nos brindó una foto de su propio archivo donde se muestra cómo fue en sus inicios la fachada de este lugar.

Cinco cuadros de la muestra representan la descomposición de los logotipos de compañías como Minero Perú,  Entur Perú, Aero Perú, Electro Perú y Entel Perú.

Dentro de la muestra hay cuadros que deconstruyen los logotipos del corporativismo estatal. Sin embargo, hay una pieza, denominada SINAMOS que acoge especial atención por su construcción, material y apariencia. ¿Qué representa?

Es la pieza más grande, tiene una dimensión de 220×220 cm. y está dividida en cuatro bloques. Esta es la pieza que representa la utopía y la ruina, como señala Gustavo en su texto curatorial “Líneas de Fuga”.

Representa la ruina porque esta pieza está hecha en fierro galvanizado, tres partes de ella han sido intervenidas por golpes, torceduras, abolladuras y luego oxidada con cloruro ferroso. Hay un panel que se queda sin intervenir porque, hasta la fecha, existe algún rezago de ese mundo utópico de la gráfica de aquella época.

El dibujo de la superficie es porque el SINAMOS (Sistema Nacional de Apoyo a la Movilización Social, instaurado durante la dictadura de Velasco) tomó la gráfica del Tupac Amaru para hacer toda su propaganda en esa época y aquí hicimos una descomposición de la forma pero que mantiene la línea.

SINAMOS

Más allá de la investigación requerida para la construcción de la muestra, ¿cómo ha sido el proceso creativo de las piezas?

Empecé trabajando las piezas en 2020, durante la pandemia, porque ya había hecho una indagación previa. Ahí hice como cinco piezas, luego en el 2021 hice otras tres y después de juntarme con Gustavo en mayo de este año, él me propuso hacer una muestra con esas piezas y algunas más. De junio a la fecha desarrollé seis piezas más y la pieza SINAMOS, que es la que mayor trabajo ha costado porque tiene un proceso de intervención de la plancha que requiere mucha prueba previa.

Cada golpe, cada torcedura de la pieza debe tener ciertos pasos para poder lograr lo que al final uno quiere, así que ha sido mucha prueba y error. También es todo un proceso cortar el material, ver qué soporte se le pone por detrás y luego experimentar con diversos materiales químicos. Es un poco probar, ver qué químico oxida en el tiempo que necesitamos y con el color que necesitamos y, sobre eso, lanzarnos a trabajarlo.

Lo de SINAMOS es increíble porque cada cuadrante no se ha comportado igual, porque cada uno ha recibido un golpe o una torcedura diferente y, además, cada plancha reacciona distinto a la hora que es intervenida, por eso se pueden ver varios colores en el óxido también. Ha sido una experiencia muy enriquecedora para mí, poder experimentar con esto que me encanta y poder lograr una pieza con un resultado que me complace.

Gustavo Buntinx, curador de la muestra.

¿Qué eventos tienen preparados relacionados a la muestra?

Vamos a tener un microcoloquio y una presentación del catálogo de la muestra el 25 de octubre a las 7 p.m en el Laboraleatorio de Arte. Va a contar con la participación de Víctor Vich, Gustavo Buntinx y yo. También, vamos a tener muchas visitas guiadas, ya sea de estudiantes o de grupos afines a cualquier rubro, estamos abiertos a recibirlos. Yo estoy constantemente en la exposición para absolver preguntas y acompañarlos en el recorrido de la muestra.

Sobre la muestra

Lugar: Paradero Habana de Micromuseo en el espacio Laboraleatorio (Manuel Bonilla 105-A, Miraflores).

Fechas: Del 03 de octubre al 08 de noviembre, desde las 18:00 hasta las 23:00 horas.

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