COSAS fue el primer medio en conversar con los artistas detrás del pabellón Perú en la inauguración de la exhibición de arte más importante del mundo. 

Por Isabel Miró Quesada y Daniella Bejarano

Desde Italia y en exclusiva para COSAS, nuestra editora general Isabel Miró Quesada conversó con algunos de los miembros del proyecto Cosmic Traces de Roberto Huarcaya, artista que nos representa en el Pabellón Perú, espacio que se muestra impecable en la Bienal de Venecia. La ambientación resalta la Amazonía, un fotograma de 30 metros de largo y casi dos de ancho, envuelto de luces tenues y sobre todo, con una musicalización cósmica a cargo de Mariano Zuzunaga, fotógrafo peruano y pianista autodidacta.

En esta oportunidad logramos conversar con el fotógrafo Roberto Huarcaya; y con Alejandro León Cannock, curador de la obra.

Roberto Huarcaya, la mente detrás de la muestra en la Bienal de Venecia

¿Cómo ha sido la recepción de la pieza? ¿Cómo te sientes?

«Realmente esto recién comienza, hemos estado en el periodo de montaje y son estas primeras horas en las que me siento gratamente sorprendido de la cantidad de público… Siempre hay dudas, ¿no?, con respecto a este manejo de luces particular que tiene la muestra y qué respuesta tendrá el público de participar en esta idea, de saber si se quedarán a verla o decidirán irse. Aparentemente, el 99.9% está siendo seducido, entran, esperan y lo ven a su ritmo».

¿Qué es lo que la muestra busca transmitir?

«Casi todo el cuerpo de obras de la última década, lo que trata de alguna forma de contar, de comunicar… Es esta necesidad de generar empatía, de generar vínculos horizontales con todo lo vivo humano y no humano, es decir, naturaleza, animales y seres humanos. Mantener un mismo tipo de relación y de respeto, dejar de generar una relación totalmente extractivista para con la naturaleza y que creemos que, más allá de los discursos, queremos tratar de que esto se geste a través de un vínculo de empatía emocional».

¿Y qué opinas, en este sentido, sobre el ángulo que le ha querido dar Adriano Pedrosa a esta Bienal con el tema de la migración?

«Pedrosa genera una especie de contenedor principal o inicial, con suficiente apertura, para la otredad, y todos estos otros, es decir, los migrantes, LGTB, pueblos originarios… Y lo que hemos hecho nosotros es patear la pelota un poquito más allá de la cancha, al asumir a la naturaleza como ese gran último otro, y si no nos vinculamos con ese gran último otro que es la naturaleza y no la tratamos como parte de nuestro entorno, todos los otros en cadena no van a poder existir».

Roberto Huarcaya, representante del Pabellón Perú en la Bienal de Venecia.

Y, ¿qué opinas sobre la cantidad de peruanos que están presentes este año en la Bienal?

«Una maravilla, ¿no?. O sea, está Rember y su papá, el pabellón español representado por una peruana, además con un trabajo excepcional, y todo un grupo de artistas de renombre y peso inmensurable, además de los históricos también. O sea, es poner en visibilidad el tema de los distintos periodos, distintos medios, distintos intereses… esto es impresionante. Es una maravilla. En ese sentido, y aquí meto una pequeña crítica, me da pena que el Ministerio de Cultura y Promperú no hayan tenido la capacidad de entender esto y apoyarlo. Es una pérdida de un espacio de difusión, de comunicación y de visibilidad al conjunto de autores y de una mirada histórica de lo que hemos producido».

Rember y Santiago Yahuarcani en la Bienal de Venecia.

Alejandro León Cannock, el curador de Cosmic Traces

Cuéntanos sobre esta pieza…

«El fotograma está hecho a partir de la huella de una palmera de 30 metros de largo que Roberto encuentra en la selva. El y su equipo ponen la palmera sobre el papel fotográfico que ya estaba extendido en el piso, y la idea original era exponer la fotografía con «flashes», por lo que instalaron un sistema de 20 pequeños «flashes» y en medio de ese proceso empieza una tormenta y cuando, ante este hecho, se preparan para recoger todo, se desatan los truenos y Roberto es allí que se da cuenta y dice: «No, dejemos que la luz de los rayos, sea como si fuese un flash que exponga el fotograma. Este es el primer fotograma de gran formato que hace Roberto Huarcaya en el 2014 «.

¿Cómo empieza su relación con la selva?

«Yo no me acuerdo exactamente, pero el es invitado en el 2012 por una asociación, una ONG de conservación donde fue acompañado con un grupo, creo que de artistas, gente de la cultura y de la gastronomía, donde hicieron una residencia de un mes. Roberto fue con su cámara fotográfica para hacer fotos y se dio cuenta que la cámara realmente no le servía, no lograba tener imágenes que le interesaran. Durante dos años estuvo visitando esta zona de la selva en viajes esporádicos para tratar de fotografiar y en algún punto se da cuenta que la cámara no le servía y se le ocurrió de manera medio intuitiva, medio mágica si quieres, y dice: «voy a dejar la cámara y voy a poner el papel debajo», y allí es donde trajo estos primeros rollos».

¿Cómo es que unen al escultor Antonio Pareja en el proyecto Cosmic Traces?

«Porque cuando estábamos pensando en esta instalación en específico, cuando estábamos pensando qué proponer para la postulación de Venecia, a Roberto se le ocurrió la idea de poner una canoa, ese fue el punto de partida. ¿Por qué una canoa? Conversando y haciendo brainstorming, lo primero es que él recuerda que para llegar a esta zona donde había hecho el fotograma, había tenido que viajar como dos días en canoa, en esos pequeños barquitos con los que se viaja en la selva. Conversando caímos en cuenta que la canoa tiene una fuerza simbólica muy fuerte porque es el primer vehículo técnico que el ser humano crea para desplazarse después de usar caballos y el propio cuerpo humano. Es el primer objeto cultural que sirve a los pueblos para comunicarse con otros pueblos, entonces tiene que ver con la migración. Tiene que ver con el encuentro, tiene que ver con el desplazamiento hacia otros lugares, el origen de la migración, que es el contexto de la Bienal.

Entonces allí nosotros comenzamos a investigar sobre cuál era la canoa más antigua. Esta se encuentra en Holanda, la han encontrado los arqueólogos y se llama Pesse y tiene 8 mil años de antigüedad. Nuestra primera idea fue hacer una réplica, y conversando dijimos «mejor hay que invitar a alguien» y es cuando Roberto dice «vamos a invitar a Pareja», porque le gusta mucho su trabajo. Antonio es un escultor que trabaja desde hace muchos años en la Pontificia Universidad Católica del Perú».

Isabel Miró Quesada en el Pabellón Perú al lado de la obra «Cosmic Traces» de Roberto Huarcaya.

¿Cómo ha sido el recibimiento de la pieza?

«Bueno, hoy es el primer día que están pasando los visitantes pero hasta ahora todo el mundo dice «wow, espectacular».

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