Éxodo estrenará la famosa tragedia shakesperiana en el Teatro Municipal. Con actores como Fernando Luque, Maria Grazia Gamarra y Patricia Barreto, Jean Pierre Gamarra, director de la compañía, presentará su visión de la obra.
Por Belén Medina Pizarro Fotos: Marlon Martínez
El 4 de octubre, Éxodo, fundada por Jean Pierre Gamarra y Lorenzo Albani, pondrá en escena una de las obras más conocidas: Hamlet, de William Shakespeare. Desde hace más de dos años, Éxodo ha apostado por presentar obras del teatro clásico, como Otelo, La vida es sueño y Tartufo, aunque con una lectura original. En esta entrevista exclusiva con COSAS, los protagonistas Fernando Luque y Maria Grazia Gamarra nos brindan detalles sobre la vigencia de la tragedia y los nuevos giros que le han dado.
¿Por qué Hamlet una vez más?
Presentada por primera vez a inicios del siglo XVII, Hamlet es una de esas obras que rondan constantemente en el circuito teatral. Pasan los años y esta tragedia sigue siendo representada por todo el mundo. ¿Por qué se sigue interpretando Hamlet? ¿Por qué seguimos yendo a verla? “Las obras existen porque tienen la posibilidad de leerse por diferentes artistas” declaró Jean Pierre.
El director comentó que la idea de producir Hamlet surgió repentinamente durante los ensayos de Salomé, obra de Oscar Wilde que estrenaron en 2023. La idea progresó y el director le ofreció el reto a Fernando Luque de interpretar nuevamente al príncipe, pero bajo su propia visión creativa.
Uno puede seguir interpretando y viendo Hamlet, “porque es inmortal”, como mencionó Gamarra. “Los personajes del teatro están en el papel, pero ahí́ todavía no existen. Únicamente existen cuando un actor lo puede interpretar. Son obras inmortales, porque nos permiten reinventarlas”.
Para el director, la tragedia habla del conflicto de un muchacho ante el dolor de la pérdida de su padre y la traición que él siente de parte de su madre y tío. Hamlet es un joven agobiado por el futuro que le depara y eso es algo que Gamarra cree que nos atañe a todos. “Hamlet era un príncipe, pero me hace pensar a cualquier otro muchacho que termine el colegio y tiene que enfrentarse a la vida adulta […] Entonces, creo que Hamlet habla de eso.”
Fernando Luque, quien interpreta al príncipe, percibe la vigencia de la obra también desde un lado más político. Si bien nuestro contexto actual se aleja del mundo cortesano de Hamlet, la manera en la que funciona la política sigue siendo vigente, sostuvo el actor. “Ocurre, todavía, en la política peruana o en cualquier lado maneras ilegales, perversas y corruptas de alcanzar el poder y cómo, luego de eso, la gente por comodidad, por complicidad o también por perversión decide acoplarse.”
“Supuestamente es una historia que ocurrió en Dinamarca hace 500 años. En realidad, es algo que también podría estar ocurriendo ahorita sin ningún problema o en el Perú o en algún lugar de nuestra época contemporánea”, mencionó el actor.
Una nueva visión sobre los personajes
En su interpretación, el objetivo del director fue presentar una gama de personajes grises y ambiguos: “El reto de la obra es humanizar a los personajes, hacerlo salir un poco del cartón y volverlos absolutamente banales, como somos todos.”
“Creo que parte del montaje también nos va a dejar una reflexión sobre la ambigüedad, […] porque es ahí que está la belleza de seres humanos.” Gamarra quiere explotar la ambigüedad de personajes como Gertrudis y Hamlet para que el público reinvente la obra desde su punto de vista particular.
El protagonista de la tragedia es concebido bajo un arquetipo heroico clásico. Sin embargo, el director se alejó de esa visión y busca desacralizar al personaje al presentarlo como un joven en medio de un conflicto familiar. “Hamlet para mí es una historia casi doméstica, aquí son gobernantes los que están sufriendo esto, pero lo sufre cualquier persona.”
El Hamlet de Gamarra es uno mucho más vulnerable, pues es un príncipe que se enfrenta a la tristeza, la pérdida y la desilusión. Al presentarse así, el público conocerá una nueva cara del príncipe y conectará con el protagonista de una manera diferente. “Además, es un personaje que expone su depresión, su tristeza. En mi punto de vista, eso lo hace más heroico.”
Un protagonista desafiante
Sin duda, el príncipe de Dinamarca es personaje clave dentro de la historia del teatro. Su complejidad y comportamiento contradictorio hacen de Hamlet “un antes y un después” en la literatura, como mencionó Luque. “Este príncipe melancólico nos ofrece una visión de la vida completamente distinta que aparentemente no estaría antes de Hamlet.”
Asimismo, el actor sostiene que el carácter reflexivo de Hamlet y su dilema entre la perversidad y hacer el bien convierten al personaje en uno muy atractivo de interpretar. Pero, aún así, es una figura muy compleja: “Hamlet es un personaje muy oscuro, no en el sentido de diabólico, sino de misterioso. No se sabe bien qué le está pasando.” Según él, lo interesante del personaje reside en que el espectador nunca sabe a ciencia cierta si la máscara de loco tras la que el príncipe se esconde termina siendo verdadera
Los nuevos elementos en Hamlet
“El artificio y la belleza de la obra radican en sus palabras, no en la historia” dijo el director. Las propuesta de Éxodo se caracteriza por mantenerse fiel a los versos de las obras, sin embargo, la compañía apuesta por un estilo que entrelace el lenguaje e historia clásicos con elementos contemporáneos, como la música.
Gamarra se mantiene fiel a lo escrito por Shakespeare, aunque introduce una serie de nuevas dinámicas que crean nuevas circunstancias e imágenes en la obra, como menciona Luque.
Por ejemplo, a partir de la idea de presentar Hamlet como una tragedia familiar, el director optó por poner a todos los actores sobre el escenario. El actor declaró que “La presencia de todos los actores en el escenario hace que el proceso dramático de esos personajes se vea afectado y que sea diferente, porque ahora ven cosas que en el texto original supuestamente no deberían haber visto”, lo cual abre a nuevas posibilidades.
El soundtrak de Hamlet
El uso de la música contemporánea y una escenografía anacrónica generan un interesante contraste con el texto. Como dijo Luque, estos elementos le dan espectacularidad a la obra. “Para mí lo principal es entender el tono de la obra y […]un modo fácil de identificarlo es a través de la música. Parto de la música porque ahí́ encuentro un referente común entre yo, que soy el director, los actores y el público” declaró el directo.
En Otelo, las canciones de Los Prisioneros acompañaron y complementaron los momentos de mayor intensidad de la tragedia. Ahora, en Hamlet, algunos personajes cantarán en vivo canciones de Radiohead, Cranberries y Keane. Según el protagonista, el rock indie permite concebir al personaje de Hamlet desde una manera particular, a pesar de que pareciese no haber ninguna conexión entre esa música y la tragedia.
Maria Grazia Gamarra, quien interpretará a Horacio, enfatiza en la importancia de este recurso en la obra: “La música para mí es tan especial, porque conecta con la gente. Y creo que el plus de esta obra definitivamente es la música.” Según la actriz, cada canción tiene un vínculo directo con la escena que se esté interpretando, lo cual es el complemento perfecto.
Un Horacio infantil y andrógino
Otra de las propuestas innovadoras en la obra es el cast de Maria Grazia para el personaje de Horacio, el amigo fiel y soporte del príncipe. La actriz nos explica que “Shakespeare confronta directamente al público con mi personaje. Además, lo hace así, ya que mi personaje es como un narrador.”
Cuando a Maria Grazia le contaron la propuesta de interpretar a Horacio lo recibió como un emocionante reto, pues esta oportunidad le permitiría experimentar una faceta totalmente diferente como actriz. Ella nunca cuestionó esta decisión: “si en esa época se hacían, ¿por qué ahora no? ¿Cuál es el prejuicio de que una mujer no puede hacer un personaje masculino? ¿O al revés? […] Para mí, yo soy Horacio, soy mujer y espero que la gente lo tome así.
Sin duda, el Horacio de Gamarra es uno diferente al del imaginario shakesperiano, pues concibieron un Horacio que fuese como un niño. “Mi traje no es femenino, pero creo que es ambiguo […] Como hemos trabajado que Horacio sea un niño, hemos tratado de quitar esa parte masculina del personaje, por más de que es un hombre” declaró la actriz.
Asimismo, Maria Grazia entiende a su personaje como un fantasma que acompaña a Hamlet durante toda la obra. Es una figura solitaria, para la actriz, funciona como un espejo del protagonista, “cada sentimiento que siente Hamlet, este chico también lo siente.”
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