Las mentes detrás del arte peruano que definirá el panorama cultural del próximo año. Creadores que abrazan sus raíces, y se aventuran por territorios innovadores
Por Redacción COSAS
Sara Flores
La representante de la comunidad Shipibo-Konibo ha llevado el arte kené al mundo de la moda a través de su colaboración con la prestigiosa marca francesa Dior, en la que reinterpretó el icónico bolso Lady Dior. Agradecida por el reconocimiento global de la cultura tradicional de su pueblo, destaca los beneficios económicos, sociales y ambientales derivados de esta visibilidad. “La Amazonía ha sido mi farmacia, escuela y mercado. Compartir estos conceptos es esencial para que otros comprendan nuestra forma de vida”, afirma. En la XXXII Subasta del MALI, uno de sus tejidos alcanzó los US$48 mil, y próximamente debutará con su primera exposición individual en el mismo recinto.
Chonon Bensho
Artista plástico de Santa Clara de Yarinacocha, es un exponente del arte Shipibo-Konibo. A sus 32 años, su obra ha sido reconocida internacionalmente, con exposiciones en la feria Frieze London, donde presentó tres bordados en octubre. Su estilo fusiona la cultura de su familia, especialmente su profundo conocimiento sobre las plantas, con técnicas contemporáneas como la pintura, el dibujo y los textiles. Bensho busca preservar y revalorizar el legado que le dejaron sus abuelos, dándole nueva vida a saberes poco difundidos. En su exposición “Eariki”, combinó materiales como el DNI y pasaporte para reflexionar sobre lo peruano, mientras que su trabajo ha sido reconocido con premios como el Concurso Nacional de Pintura del Banco Central de Reserva.
Luisen
La obra de Luis Enrique Zela-Koort es una de las más sorprendentes y prometedoras de los últimos años en el arte peruano. Su propuesta artística no evade la academia tradicional, pero las desplaza hacia territorios inesperados, despojándolas de dicotomías y lecturas predecibles.
«No estamos aquí para seguir haciendo las cosas como se han venido haciendo por cientos de años, somos sujetos históricos y tenemos la responsabilidad de enfrentar al mundo en sus propios términos”, sostiene Luisen, como es conocido en círculos artísticos. Su producción, basada en la filosofía de Donna Haraway, explora la relación entre humanos, tecnología y naturaleza, utilizando como base la cerámica, la resina, el vidrio soplado, el modelado 3D y la impresión.
Verovcha
La obra de la reciente ganadora de la beca Artus tiene sus raíces en la relación de las personas con la naturaleza y otros seres vivos, una conexión que, para ella, rompe la falsa idea de que estamos separados de la totalidad. La artista trabaja principalmente con tierra, tela, papel, pintura, crayón, y hasta bordado. Actualmente se encuentra realizando una residencia en la fundación Delfina, en Reino Unido. “Nunca he estado en Londres y creo que salir me daría una nueva perspectiva de lo que hago aquí y cómo se ve mi obra allá”, sostiene.
Santiago Yahuarcani
Artista autodidacta, ha logrado que su obra «Cosmovisión Huitoto» sea adquirida por el MoMa de Nueva York. Pintada sobre llanchama, esta pieza reúne mitos de la cultura amazónica. Sus obras surgen de las experiencias de su niñez inmerso en la naturaleza, y se nutre de materiales que lo rodea, como cortezas y telas. Él destaca la importancia de que los jóvenes artistas indígenas creen su propia identidad para ofrecer al mundo nuevas formas y estilos.
«La selva me inspira; el canto de los pájaros y el viento son mis guías. Esos sonidos ayudan a mi imaginación y lo complemento con otras ideas o con mis sueños», afirma. Sus producciones han sido expuestas en instituciones como el Museo Reina Sofía, el Van Abbemuseum de Eindhoven y la Tate Gallery de Londres.
Elizabeth Vásquez
Finalista de la beca Artus 2024, propone una reflexión sobre la ausencia de piezas precolombinas en Londres y cómo esta carencia inspira nuevas formas artísticas. Su estilo fusiona lo tradicional y lo contemporáneo, integrando técnicas tradicionales con innovaciones que buscan resaltar la riqueza cultural del Perú. “Me gusta jugar con formas y colores, fusionando influencias diversas para explorar nuevas expresiones”, manifiesta.
Su trabajo abarca desde la cerámica hasta el video. En su estudio, Polen, investiga y difunde prácticas artesanales junto a comunidades como la awajún, promoviendo el intercambio de experiencias entre artesanos peruanos. Además, ha colaborado con restaurantes de renombre, como Central y Maita, llevando su arte al mundo gastronómico.
Alfredo López Morales
Nieto del reconocido imaginero ayacuchano Joaquín López Antay, ha renovado la creación de retablos, cruces, máscaras y pastawawas. Su obra fusiona técnicas como carpintería, pintura, arcilla y modelaje, manteniendo la esencia de su abuelo, pero con una visión innovadora que incorpora nuevos materiales y temáticas.
Desde niño, Alfredo fue guiado por su padre, Mardonio López Quispe, aprendiendo el arte de los cajones de San Marcos y las máscaras huamanguinas. Su trabajo ha sido galardonado con la medalla «Joaquín López Antay» en 2022 y el título de Personalidad Meritoria de la Cultura en 2009. Hoy, Alfredo preserva y celebra la herencia ayacuchana a través del museo que creó en la casa de su abuelo.
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