Por Daniel Crespo Pizarro
Kylla Mónica Piqueras Bertie, conocida por su innovadora técnica y profundo simbolismo, sigue posicionándose en la escena internacional con su exposición Santuario. Nacida en Lima, Piqueras ha construido una sólida trayectoria artística que combina elementos de la herencia cultural precolombina con una visión contemporánea. Su obra, que explora temas como la espiritualidad y la conexión con la naturaleza, ha sido ampliamente reconocida en diversas plataformas artísticas, así como países.
En esta ocasión, Santuario se exhibe en la prestigiosa Galería Ricardo Reyes, en la Ciudad de México. Inicialmente programada hasta mediados de diciembre, la muestra ha sido extendida hasta la segunda semana de febrero de 2025 debido a su rotundo éxito. La ampliación coincide con la Semana del Arte en el país, uno de los eventos más relevantes del circuito artístico contemporáneo, reforzando así la importancia de la obra de la peruana y posicionándola como una figura clave del arte latinoamericano en el extranjero.
Santuario: un refugio visual y emocional
Santuario es mucho más que una simple exposición; es una oda a la fusión entre lo sagrado y lo femenino. Kylla Piqueras presenta un conjunto de 25 piezas únicas trabajadas con técnicas como tintas, serigrafía, bordados y pedrería. Estas obras no solo destacan por su estética impecable, sino también por su profunda carga simbólica. Inspiradas en rituales andinos y amazónicos, las piezas reflejan un sincretismo cultural que conecta lo ancestral con lo contemporáneo, logrando que cada obra sea una representación de dualidades: lo divino y lo terrenal, lo antiguo y lo moderno, lo local y lo universal.
La conexión de su arte con el público mexicano ha sido inmediata y poderosa. Así lo interpreta el curador de esta obra, Luis Rius Caso, reconocido profesor, historiador y crítico de arte mexicano, con una destacada trayectoria en instituciones culturales. “Ser artista, en el caso de Kylla Piqueras, implica latir en el pulso de la realidad inmediata, cotidiana y colectiva, pero sobre todo en los planos de la conciencia a los que accede mediante una praxis artística no convencional, libre y abductiva», expresó en su texto curatorial de Santuario.
Luis Ruis Caso se desempeñó como Maestro de Historia del Arte en La Escuela Nacional de Artes Plásticas de la UNAM y ha sido director del Museo Mural Diego Rivera (2013-2019) y de la Casa Estudio Diego Rivera y Frida Kahlo. Actualmente, es asesor del Museo Kaluz, uno de los más representativos de la Ciudad de México.
México: el hogar y escenario artístico de Piqueras
La muestra Santuario tiene un significado especial para Kylla Piqueras, pues representa su primera exposición individual desde que decidió radicarse en México junto a su familia en 2021. Aunque su carrera en el país azteca comenzó años atrás, con una primera exposición en solitario en 2015 y distintas colaboraciones en proyectos colectivos, esta oportunidad marca un hito en su trayectoria internacional.
La relación de Piqueras con México trasciende lo profesional. Desde su llegada, ha encontrado en este país un refugio tanto personal como artístico. «He construido un refugio y un hogar en México para mí y mis hijos. Mi casa en la cordillera es un santuario natural, un lugar que me recuerda lo sagrado en la vida. Pero esta ciudad me atrapó por la energía tan potente que tiene», comenta la artista, quien vive profundamente conectada con la naturaleza y lo espiritual.
Además, destaca la calidez y generosidad con la que el público y la comunidad artística mexicana la han recibido: «México me ha dado una bienvenida increíble. Este país valora profundamente el arte que habla de nuestras raíces y lo esencial de la vida. Me siento afortunada de haber encontrado aquí una red creativa que no solo me apoya, sino que también se nutre de mi trabajo. Es maravilloso proteger y fortalecer esa red con más personas que comparten la misma pasión.»
Un puente entre tradiciones y contemporaneidad
Para Kylla Piqueras, Santuario es mucho más que un proyecto artístico; es un tributo a esos espacios sagrados en la naturaleza que tanto le han inspirado. Cada obra es una extensión de su filosofía de vida, basada en el respeto por lo espiritual y lo esencial: «Santuario tiene esta fuerza que nace como un ritual de agradecimiento. Es una forma de honrar este lugar que me ha permitido echar raíces, encontrar paz y crear mi espacio sagrado de vida».
Con esta obra, Piqueras no solo reafirma su talento artístico, sino que también celebra el arte como un medio para trascender fronteras y generar diálogos interculturales. Cada pieza invita al espectador a adentrarse en un universo lleno de texturas, colores y significados que evocan tanto lo espiritual como lo natural.
La exposición se ha consolidado como una experiencia transformadora, capaz de transportar al público a un espacio de reflexión y conexión. Santuario no solo celebra las tradiciones andinas y amazónicas que inspiran a la artista, sino que también encuentra eco en las raíces mesoamericanas, estableciendo un vínculo artístico y cultural que trasciende lo convencional.
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