Cada año, las playas del North Shore en Oahu son testigos de uno de los concursos de surf más populares entre los tablistas de renombre. Con la ola Pipeline como protagonista, el Da Hui Backdoor Shootout es un concurso independiente que busca revalorizar y fomentar la cultura hawaiana en el surf. Conversamos con Álvaro Malpartida, capitán del equipo, y con los otros seis surfistas peruanos sobre su destacada participación.
Por Belén Medina Pizarro | Fotos: Sebastián Gómez
Desde las 7:30 a.m, los surfistas empiezan a entrar al mar hawaiano para montar la ola Pipeline, una de las más famosas y peligrosas. Al crear tubos grandes y profundos, es una de las predilectas para cualquiera que quiera posicionarse en lo más alto del surf. La mejor época para correr esta ola es durante el invierno, por lo tanto, Da Hui Backdoor Shootout se lleva a cabo durante las primeras semanas del año.

Esta es la segunda participación de Álvaro Malpartida en el Da Hui Backdoor Shootout.
Del 4 al 16 de enero, Álvaro Malpartida, Gabriel Villarán, Joaquín del Castillo, Cristóbal de Col y Alonso Correa, junto a Noah de Col y Bastian Pierce como alternates, estuvieron en las olas del North Shore entrando una y otra vez para conseguir la mayor cantidad de puntos posibles durante el heat –ronda competitiva cronometrada–. Si bien el equipo ganador fue el de Japón y el reconocimiento individual fue para Koah Rothman, el equipo Perú tuvo un desempeño destacado en la competencia, con altos scores y un superheat en el tercer día.
Este podría ser el evento más importante respecto a olas.
A diferencia de otras competencias, el Da Hui no se basa en heats de eliminación, sino en la performance de los equipos. Como Álvaro Malpartida señala, el evento tiene un formato interesante, pues “ningún equipo pierde y puedes correr al día siguiente. Usualmente son entre tres y cuatro días y siempre vas sumando puntos. Entonces, lo que hace este formato es que te concentres más en agarrar la superola y generes un gran show, en vez de hacer puntitos para pasar la serie y ganarle a tu contrincante”.

Alonso Correa obtuvo un gran puntaje de 9,5 en el super heat, ronda especial de alto nivel en surf.
Y ese es el objetivo de este evento independiente y subversivo. Creado en 1996, el Da Hui tiene como objetivo resaltar el clásico enfoque hawaiano del surf, que se centra en la fuerza y el respeto por el mar. En vez de tener a los surfistas concentrados en no ser derrotados en el heat, Da Hui busca fomentar un surf más dinámico y expresivo. Como señala Alonso Correa, la experiencia en este concurso es única, y no solamente por la ola Pipeline, sino por el hecho de entrar “con tu equipo al agua y surfear junto a ellos. Nos empujamos los unos a los otros y nos empujamos a que cada uno haga su mejor versión”.
Si bien el Da Hui Backdoor Shootout no es tan conocido por el público en general, es considerado por los surfistas como uno de los principales eventos en la agenda del surf. Los siete tablistas peruanos enfatizaron la importancia del concurso, no solo por su localidad, playa considerada como “la mejor del mundo y la más peligrosa” como indicó Correa, sino también por su fama entre los surfistas.
Estamos viendo los frutos que se han proyectado en los años 70 y 80.
El capitán del equipo sostuvo que este “podría ser el evento más importante respecto a olas”, y describió el escenario de la siguiente manera: “Están todas las cámaras del mundo, todos los ojos. El evento en sí es muy mediático y la playa está llena de gente. Además, al ser la Pipeline tan peligrosa, el campeonato no solo es una gran oportunidad para los surfistas, sino también un desafío. Según Cristóbal de Col, el “reto constante” es la cantidad de vueltas a correr.
“Estás enfrentando la ola más difícil del mundo y estás listo para correr la ola de tu vida”. Por otro lado, Villarán señaló que el mayor reto del Da Hui es que “el equipo llegue a Hawái al 100%, dado que el nivel de los demás competidores es muy alto. Para ganar este evento tienes que estar altamente conectado físicamente y mentalmente”, agrega.

El surfista José “Jarita” Gómez acompañó y apoyó al equipo peruano desde la playa, ondeando la bandera peruana.
Joaquín del Castillo nos comentó que para la edición del año pasado él se lesionó en la ola y se fracturó la cadera en diez pedazos. Si bien ya se recuperó, nos contó que tuvo que superar ese recuerdo para estar completamente enfocado.