Fabricio Valencia anunció reducción del 42% del área de la Reserva Arqueológica de las Líneas y Geoglifos de Nazca. Pieter van Dalen Luna, decano del Colegio de Arqueólogos, señaló que la minería informal y actividades agrícolas presionan por eliminar la intangibilidad de la zona. 

Por Redacción COSAS

Fabricio Valencia, titular del Ministerio de Cultura, informó sobre la actualización del área protegida de las Líneas y Geoglifos de Nazca, ubicada en las provincias de Nasca y Palpa, región Ica. El anuncio se dio durante una conferencia de prensa en la cuarta sesión extraordinaria descentralizada de la Comisión de Cultura y Patrimonio Cultural del Congreso. Ahí, el ministro expresó la reducción del área protegida. Además, añadió que en la zona liberada se permitirá la realización de diversas actividades, algunas de ellas sujetas a autorización previa del Ministerio de Cultura.

Fabricio Valencia juramentó como Ministro de Cultura el 3 de septiembre de 2024.

La reducción del área

Según explicó el ministro, la zona delimitada como reserva arqueológica en 2004 abarcaba cerca de 5,600 kilómetros cuadrados. Sin embargo, tras más de dos décadas de estudios especializados, se determinó que el área realmente protegida corresponde a unos 3,200 km².

“La Reserva Arqueológica delimitada en el 2004 tenía una extensión aproximada de 5,600 kilómetros cuadrados (km²) y luego de recabar información y realizar sesudos estudios por más de 20 años, estamos sincerando la información y se determinó que son aproximadamente 3,200 km² los que corresponden a la reserva arqueológica”, afirmó Valencia.

El ministro también señaló que en la zona que queda fuera de la nueva delimitación se podrán desarrollar diversas actividades, aunque en ciertos casos requerirán autorización previa del Ministerio de Cultura. “Esta actualización responde a la necesidad de reflejar de manera más precisa la relación entre los geoglifos y las características físicas registradas en la zona, asegurando su protección y preservación”, puntualizó.

Geoglifo el Árbol.

Daños recientes a los geoglifos

El anuncio se da pocos meses después de que fuertes lluvias en Ica provocaran huaicos en el distrito de El Ingenio, afectando parte de tres geoglifos de las Líneas de Nazca. Las figuras del árbol, la mano y el lagarto —ubicadas en las cercanías de la Torre Mirador— resultaron dañadas por el deslizamiento de lodo y piedras tras la activación de la quebrada San Martín en febrero de este año.

La presencia de mafias y minería ilegal

De acuerdo con información pública, desde hace más de una década se tiene conocimiento de la presencia de organizaciones criminales dedicadas al tráfico de terrenos en la zona. Además, menos de un año atrás, el propio Ministerio de Cultura advirtió sobre los riesgos que la actividad minera ilegal representa para la conservación de los geoglifos.

Fuentes especializadas señalan que Nazca no sería el único sitio arqueológico amenazado por el accionar de mafias vinculadas al tráfico de terrenos. Chan Chan, en Trujillo, y Caral, al norte de Lima, también enfrentan amenazas similares. En estos lugares, incluso se registraron denuncias de hostigamiento contra personas que alertan sobre estas actividades, como es el caso de la reconocida arqueóloga Ruth Shady.

La zona arqueológica de Caral ha sido una de las más afectadas por el tráfico de terrenos.

En abril de 2024, el Ministerio de Cultura, bajo la gestión de Leslie Urteaga, modificó la Resolución Jefatural N.º 421 de 1993, que declaraba la reserva arqueológica de Nasca y Palpa. El cambio permite que zonas sin “contenido arqueológico” se rijan por el Plan de Gestión 2015 y sus actualizaciones. Uno de los argumentos para justificar esta medida es la supuesta falta de “evidencias arqueológicas relevantes”.

Sin embargo, Pieter van Dalen Luna, decano del Colegio de Arqueólogos del Perú, rechaza esa idea. “Cada año se vienen descubriendo nuevos geoglifos, nuevas áreas arqueológicas y en vez de incrementarse el área intangible, el Ministerio de Cultura lo ha reducido considerablemente. Es totalmente falso que no hayan más hallazgos. El porcentaje total de sitios arqueológicos que están registrados y que se encuentran en la base de datos es apenas del 5% de lo real. El resto se encuentran abandonados, vienen siendo destruidos o no se investigan”, dijo el arqueólogo en una entrevista con el diario El Comercio.

También advirtió sobre presiones externas: “Hay interesados en que desaparezcan las zonas arqueológicas, como la minería informal, la ampliación de los terrenos agrícolas, las granjas que se asientan en los rincones del valle”. Sin embargo, el Plan de Gestión 2015 ya alertaba sobre estos riesgos desde hace más de una década.

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