El espacio prehispánico, ubicado en el valle de Supe, habría sido un punto estratégico de integración entre la costa, sierra y selva del país. 

Por: Mery Jiménez

Después de ocho años de investigación y trabajos de conservación, el sitio arqueológico de Peñico, ubicado en el valle de Supe, abrirá sus puertas al público el próximo sábado 12 de julio. Así lo anunció Ruth Shady, directora de la Zona Arqueológica Caral (ZAC), durante una conferencia de prensa del Ministerio de Cultura.

El lugar, de más de 3,800 años de antigüedad, es considerado un centro urbano clave para la integración, ya que, por su ubicación estratégica, «articuló a poblados de la costa y la sierra de Supe y Huaura, así como a los que vivían en el territorio andino y amazónico”, afirmó Shady.

Construido a 600 m s.n.m., Peñico fue diseñado para resistir desastres naturales y destacar en el paisaje.

Rebautizada como la “Ciudad de Integración del Valle de Supe”, Peñico se convierte en el cuarto sitio vinculado a la civilización Caral abierto al público, junto a Caral, Áspero y Vichama. Su fundación data del año 1800 a. C. y fue construida sobre una terraza elevada a 600 metros sobre el nivel del mar, lo que no solo protegía a sus habitantes de desastres naturales como inundaciones o deslizamientos, sino que también potenciaba la monumentalidad de sus edificaciones. De esta manera, sus constructores supieron aprovechar el paisaje como herramienta simbólica y defensiva.

Según una hipótesis del Ministerio de Cultura, Peñico, habría prosperado incluso tras el declive de ciudades del valle de Supe como Caral, manteniéndose como un nodo de intercambio entre diversas regiones: “Es posible que el prestigio alcanzado por la sociedad de Peñico en el valle, sumado a su función como nodo en la red de intercambio, estuviera vinculado a la extracción y circulación de la hematita. Este mineral, utilizado para elaborar un pigmento rojo, tenía una alta importancia simbólica dentro de la cosmología andina».

Importantes hallazgos

Uno de los hallazgos más llamativos en el sitio, donde se han identificado 18 construcciones, es el llamado Salón Ceremonial de los Pututos. Ubicado en el edificio público mayor del sector B, este espacio cuadrangular muestra relieves escultóricos con representaciones de pututus —instrumentos de viento hechos con caracoles marinos— que en las sociedades andinas eran usados para convocar reuniones, anunciar eventos y rendir ofrendas a las deidades.

En Peñico se han identificado 18 construcciones, entre edificios públicos y residenciales, pero el más importante es el salón de los pututos.

“De su ubicación, monumentalidad y características arquitectónicas se infiere que allí se realizaron las actividades administrativas e ideológicas de mayor relevancia en el centro urbano, dirigidas por sus autoridades principales y con la participación de los grupos de diversa jerarquía, congregados en las plazas públicas”, explicó el Ministerio de Cultura.

En el recinto se encontraron también esculturas de barro no cocido que representan figuras humanas, animales y objetos rituales. Junto a estas, se hallaron collares hechos de materiales diversos como spondylus, rodocrosita, crisocola y hueso animal, así como herramientas líticas como batanes, moledores y yunques. Otra evidencia del alcance cultural de la ciudad es la presencia de figuras de monos y otros primates, lo que indica un conocimiento de las regiones amazónicas y su fauna.

Primer Peñico Raymi

Como parte de la apertura, la ZAC ha organizado el primer Peñico Raymi 2025, un festival que se celebrará el mismo 12 de julio desde las 10:00 a. m. y al que se ha invitado a los turistas. El evento incluirá una ceremonia a la Pachamama, presentaciones artísticas y un reconocimiento a la comunidad local por su compromiso con la conservación del patrimonio cultural.

El Peñico Raymi 2025 incluirá una ceremonia a la Pachamama y actividades culturales para toda la familia.

Asimismo, para llegar a Peñico, que se encuentra a cuatro horas y media de Lima, se debe seguir la ruta hacia Caral desde el kilómetro 184 de la Panamericana Norte y luego tomar el desvío hacia el valle de Supe, donde se deben recorrer 34 kilómetros adicionales. El horario de visitas es de lunes a domingo, de 9:00 a.m. a 4:00 p.m.

Finalmente, la arqueóloga Ruth Shady advirtió que, si bien el sitio ya puede ser visitado, se necesita garantizar su protección. Por ello, se está evaluando la contratación de una entidad privada para brindar servicios de seguridad y se espera que, eventualmente, la presencia policial sea constante.

Suscríbase aquí a la edición impresa y sea parte de Club COSAS .