Chiara Roggero presenta “La flor y el baobab”, su nuevo álbum ilustrado que convierte un amor imposible entre una flor y un baobab en una fábula sobre inclusión, prejuicios y el poder de la comunidad.

Por: Alessia Carboni

La editorial Ediciones Pichoncito refuerza su compromiso con la literatura infantil peruana presentando, en noviembre de 2025, La flor y el baobab, la nueva obra ilustrada de Chiara Roggero junto a la artista argentina Vero Gatti.

En una entrevista exclusiva con COSAS, la autora explica este proyecto que, tras dos décadas de gestación, ve la luz como una historia tierna y poética centrada en Violeta, una diminuta flor perdidamente enamorada de un inmenso y sabio baobab.

Roggero revela que la idea nació de su naturaleza “romántica, sensible, incluso dramática” y de su búsqueda por narrar un “amor imposible, pero sin caer en los clichés”. La inspiración la llevó a la naturaleza, donde eligió al baobab —un árbol milenario— como el objeto de afecto inalcanzable.

La flor y el baobab

La colaboración comunitaria sostiene el relato, mostrando cómo distintos animales se unen para llevar el mensaje de la flor hasta lo alto del baobab.

Rompiendo prejuicios

La historia, que la autora confiesa la acompañó por casi 20 años hasta que un taller literario la ayudó a “concretarla”, no solo trata sobre el amor, sino también sobre romper preconceptos. En el corazón del cuento, Violeta y el baobab reciben la ayuda de una cadena de animales, incluyendo especies comúnmente asociadas con peligro o negatividad, como un escorpión y un buitre.

Roggero explica la intencionalidad detrás de esta elección: “Me gustaba pensar en un amor imposible, pero sin caer en los clichés… Elegí animales que normalmente asociamos con algo negativo”. La autora enfatiza que este es un cuento con mucho “ultrafondo”, donde los animales se equivocan al juzgarse entre sí, reflejando cómo “los seres humanos nos equivocamos mucho con los preconceptos que tenemos”.

La flor y el baobab

Roggero y Vero Gatti conectaron de inmediato, logrando una sintonía creativa que definió la estética final del libro.

Al preguntarle por el mensaje central, la autora resalta que desea que los lectores —niños y adultos— se lleven una invitación a la inclusión y al respeto. “Que no juzguemos de antemano cómo debe ser el amor o la amistad”, afirma, y añade que la historia busca inspirar a “ver más allá de la apariencia” y a creer en la posibilidad de que un “amor que parece imposible” pueda funcionar.

Dúo creativo

El proceso de creación fue colaborativo. Roggero rompió con su método habitual al buscar personalmente a la ilustradora. Tras revisar candidatas de Colombia, Uruguay, Perú y Argentina, seleccionó a la argentina Vero Gatti.

“En un viaje a Buenos Aires nos conocimos y hubo química inmediata”, cuenta. Buscaba una estética “medio Beatles, un poco psicodélica”, y Gatti “me leyó perfecto”, aportando color, calidez y una interpretación propia del texto.

La flor y el baobab

La historia utiliza animales simbólicos para cuestionar prejuicios cotidianos, invitando a los lectores a revisar sus propias asociaciones y sesgos.

La presentación oficial de La flor y el baobab se realizará en la quinta edición del festival “Libros que vuelan”, organizado por Ediciones Pichoncito, que tendrá lugar en el Museo de Arte de Lima (MALI).

Además, Roggero tiene otras actividades programadas, incluyendo una presentación interactiva con la actriz Carolina Cano en Book Vivant, en Miguel Dasso.

El motor de la obra surgió de su experiencia personal como madre. “Cuando leía cuentos a mis hijos, muchos me parecían aburridos; por eso decidí escribir uno que no solo entretuviera a los niños, sino que también fuera entretenido para los padres”.

La autora concluye que el valor de su álbum ilustrado reside en transformar la lectura familiar en una experiencia compartida, diseñada para que la lectura en voz alta sea un momento genuino de conexión entre padres y hijos, en lugar de un acto mecánico.

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