Quizás muchos de los cinéfilos que viven pendientes de las novedades en Berlín, Venecia o Cannes no lo tengan en sus radares, pero el Napa Valley Film Festival es un certamen cinematográfico que vale la pena experimentar por lo menos una vez en la vida. El espectacular valle de Napa, la región productora de vino más importante de Norteamérica y un destino idílico para bon vivants provenientes de todo el mundo, ofrece un entorno inmejorable para el deleite cinemero: en este lugar bendecido por un clima que solo podríamos describir como “ideal” (lo que explica también la altísima calidad de su producción vinera), un festival de cine ofrece mucho más que la posibilidad de apreciar películas de prestigio y codearse con celebridades en galas de estreno y alfombras rojas.
Se trata de una experiencia bastante más completa, en el que las proyecciones de películas son matizadas con demostraciones culinarias, catas de vino y muchísimo espíritu celebratorio: del 9 al 13 de noviembre pasados, cuando se desarrolló la sexta edición del encuentro fílmico, cada noche estuvo coronada por una fiesta más divertida y espectacular que la anterior.
Este festival, que se desarrolla en cuatro localidades del valle (Napa, Yountville, St. Helena y Calistoga), ofrecía además el marco perfecto para el estreno del primer largometraje internacional consagrado a nuestro licor de bandera. “Pisco Punch: A Cocktail Comeback Story”, del realizador estadounidense –e inveterado “pisco enthusiast”– Alan Kropf, fue la película encargada de cerrar el festival.
Y la revista COSAS fue el único medio peruano en ser testigo de lo que sin duda pasará a la historia como un genuino hito: la premiere mundial de un vibrante y emotivo documental que relata el devenir del pisco a través de los testimonios de innumerables productores y especialistas, y que, además, dedica buena parte de su metraje a rastrear de manera casi detectivesca el origen del pisco punch, un coctel que alcanzó una popularidad inusitada en la ciudad de San Francisco durante la bisagra de los siglos XIX y XX y que corrió el riesgo de desaparecer para siempre tras la Prohibición de 1920.
En esta tierra de vides y vinos, el pisco acaparó todos los brindis y acumuló todos los elogios, por lo menos durante la fiesta de cierre del festival, que se realizó en el centro de la ciudad de Napa, en un espacio acondicionado especialmente frente al río que lleva el mismo nombre. Allí, con la presencia de algunos de los más renombrados exportadores de pisco a Estados Unidos (Diego Loret de Mola, propietario de BarSol Pisco; Melanie Asher, de Macchu Pisco; y Johnny Schuler, de Pisco Portón; entre otros), además de chefs, historiadores y especialistas pisqueros peruanos y estadounidenses (José Antonio y su hijo Pedro Miguel Schiaffino; Jorge Picasso, de Bodegas Vista Alegre; Guillermo Toro Lira; el mixólogo de San Francisco Duggan McDonnell, copropietario de la marca de pisco Campo de Encanto, etc.), y el auspicio de PromPerú a través de la Oficina Comercial de nuestro país en Los Ángeles, el Napa Valley Film Festival tuvo una clausura que, literal y metafóricamente, destiló peruanidad.
Pero no todo giró en torno al pisco en este certamen fílmico, uno de los pocos en el mundo en el que nadie te mira mal si entras a la sala de cine con una copa de Pinot Noir o de Cabernet Sauvignon en la mano. Entre los famosos que asistieron a su gala inaugural estuvieron el ganador del Oscar Matthew McConaughey (quien llegó acompañado de su esposa, Camila Alves), Cuba Gooding Jr. y Katie Holmes; mientras que un día después, en un acto realizado en el Lincoln Theater de Yountville, se llevó a cabo un homenaje y conversatorio con los demás invitados estelares de este año, como el gran Kurt Russell, el realizador Lee Daniels (responsable de “Precious” y “Monster’s Ball”, entre otros celebrados filmes, quien declaró esa misma noche que a última hora estuvo a punto de rechazar la invitación por la depresión que le ocasionó el triunfo de Donald Trump en las elecciones presidenciales, pero que no lo hizo porque “la vida debe continuar”), y los actores Dev Patel (“Slumdog Millionaire”) y Viggo Mortensen (no se pierda, en la próxima edición de COSAS, nuestra entrevista exclusiva con la estrella de “El señor de los anillos”), entre otros. Al final de esta intensa semana de cine (y vinos), el palmarés del certamen tuvo como principales ganadores a “Heaven’s Floor”, de Lori Stoll, como Mejor Película de Ficción; y “Big Sonia”, de Leah Warshawski y Charles Todd Soliday, como Mejor Documental.
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Por Raúl Cachay A., enviado especial