1. BoJack Horseman
BoJack Horseman es una rareza animada que deja en claro que 2016 ha sido el año de las dramedias. Si bien muchos podrían promocionarla como una comedia, la verdad es que este programa –que sigue la vida de un caballo antropomorfo, alcóholico y usualmente deprimido– hará que la cantidad de ocasiones en las que uno se ría sea igual (o a veces menos) que las veces en que se siente afectado emocionalmente por una de las series más humanas de los últimos años. Su tercera temporada, compuesta por doce episodios de veinte minutos, tiene el que para muchos listados es el mejor capítulo del año: Fish Out of Water, una pieza submarina y casi silente en la que la música –compuesta por el genial Jesse Novak– cobra una importancia vital. Un programa que ya es una serie de culto y que seguramente no tendrá problemas para llevarse muchos (o todos) los premios a los que aspire.
Por Omar Mejía Yóplac