Después de tres años, el dúo musical Alejandro y María Laura vuelve con La casa no existe. Son 12 canciones que compusieron a lo largo de ocho ciudades durante tres meses y que hoy presentan a través de las plataformas digitales.

Atrás han quedado, por ahora, los personajes de ficción que escuchamos en Paracaídas y Fiesta para los muertos. “Este disco es más espacial, de ambientes y paisajes”, acota María Laura.

Medio gitanos

La pareja decidió “romper paradigmas” y embarcarse en un viaje donde, literalmente, no tenían un lugar fijo como hogar. “Hemos vivido en casas de amigos y de familiares en los últimos tres años”, indica Alejandro. De esa forma se fue gestando esta nueva producción. Han sido, como dicen entre risas, “medio gitanos” y han anclado temporalmente en sitios como Buenos Aires, Punta Hermosa, Iquitos o Cusco.

La naturaleza está muy presente en el disco. Se ha ido metiendo en las canciones en forma de árboles, bichos y paisajes”, expresa el artista.

Matrimonio creativo

El dueto más escuchado y querido de la escena independiente disfruta mucho de los procesos creativos detrás de un disco. Esta vez no ha sido la excepción. Ambos componen, juntos y por separado, pero prefieren no imponerse horarios a la hora de hacerlo. Hablan, mas bien, de “etapas”.

“Una vez que sacamos el disco y pasan los conciertos, entramos en una fase más nutritiva, en la que escuchamos cosas nuevas, estudiamos un instrumento, conocemos personas y, en general, estamos más atentos a lo que nos rodea”, explica la cantante.

Así van recolectando ideas, sonidos e imágenes que, después, los convierten en canciones cantadas a dúo. En La casa no existe, sin embargo, Alejandro sostiene que la voz de ella tiene un rol más protagónico.  “María Laura es una de las mejores vocalistas del Perú”, le dice él mientras ella sonríe tímidamente. “Y no lo digo porque es mi esposa”, aclara.  

Día elegido

La elección de lanzar el disco por el Día de San Valentín no es casual. Sin embargo, la pareja de enamorados prefiere tomarlo con sarcasmo. “La gente puede pensar: ‘Qué lindo que Alejandro y María Laura saquen un disco el 14’, pero nos gustaría que lean más el sarcasmo”, sostiene el cantautor.

Y es cierto. El primer single del disco, Matrimonio, no habla, precisamente, de una relación perfecta, sino de esos momentos imperfectos y de tensión que a veces se viven en una relación matrimonial. “Estamos jugando y experimentando con nuestras canciones. Y nos divierte”, expresa Alejandro.

Por André Agurto