Hace menos de un año, Daniel Ruiz-González y José Chick Aguirre encontraron la casa de sus sueños: un acogedor lugar en una apacible zona de Miraflores, con ventanas altas y un jardín interior que es constantemente visitado por colibrís y demás aves, y que muchas veces ha sido escenario de la concepción de varias piezas musicales que, luego, remecen los parlantes de las salas de cine a nivel nacional y logran conmover, alegrar o sorprender a los espectadores. Cada espacio de la casa es, en sí mismo, una fuente de inspiración. La elección del nombre no fue al azar.
La idea nació en Los Ángeles, mientras Chick estudiaba Film Scoring y Film Directing en UCLA. Como él mismo cuenta, el único nombre que le vino a la mente a la hora de pensar en un posible socio fue el de Daniel. “Con nadie más habría podido formar esta empresa”, dice. Los dos son músicos, y han colaborado mutuamente todo este tiempo. “Con Chick siempre terminamos trabajando juntos por la misma razón: él es, probablemente, el único músico que conozco que si te dice ‘ahí estoy’, va a estar ahí. Eso nos ha llevado a reencontrarnos en la vida”, cuenta Daniel.
De la mano, muchas veces, de Justin Moshkevich, el ingeniero de sonido peruano que ha ganado dos premios Grammy y ha participado en películas como Guardians of the Galaxy y la galardonada La La Land, y gracias a la experiencia previa de ambos en el rubro –Daniel trabajó durante algunos años en otra casa realizadora de audio que Chick también fundó en su momento–, la calidad musical de cada uno y la química creativa entre los dos, se están convirtiendo, rápidamente, en un referente en lo que a música de películas y publicidad se trata. Y si bien aún son una empresa joven, ya están planeando convertir Dream House Music en una productora integral, que no solo se dedique a la musicalización, sino a la producción de contenido audiovisual en general.
Aunque entienden que su actividad creativa está al servicio de una pieza narrativa y visual, y, en ese sentido, hay una preocupación por que la visión del director y la gente involucrada en ella se vean realizadas también a través del sonido, la visión de ambos es que la música que crean en función a la historia tenga el sello personal de cada uno. “Estamos en un punto de nuestra carrera como músicos en el que creemos que podemos arriesgarnos un poquito más y hacer que la película tenga nuestra signature. Que no sorprenda que ‘Guerrero’ o ‘El sistema solar’ suenen un poquito a ‘Daniel & The Dead End’ –el proyecto en solitario de Daniel– o a Chick”, explican. “Esa es la idea”, enfatiza Chick. “Finalmente, la gente va a venir a Dream House por esa signature”.
Por Vania Dale Alvarado
Foto abridora de Andrés Bretel
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