Con un artista como Kendrick Lamar ningún calificativo es una exageración. Si decimos que es genial, es porque de verdad se trata de uno de los mejores raperos de su generación (o del mejor). Si lo llamamos transgresor es porque puede mezclar rap con jazz y luego enviarle un mensaje a FOX en una de sus letras. O podemos llamarlo inequívocamente prolífico, porque desde 2015 se ha encargado de lanzar un nuevo disco anualmente. En 2015 fue To Pimp A Butterfly; el año pasado sacó, sin ningún anuncio previo, untitled unmasterd.; y este Viernes Santo, con un pequeño aviso apenas días antes, lanzó DAMN.. Y sus fanáticos, además de perder la cabeza, quieren creer que este último álbum es solo una primera parte. ¿Por qué?

DAMN., como era de esperarse por los adelantos que habíamos podido ver, es incendiario. No tiene las mezclas musicales de sus predecesores pero mantiene las letras frontales y contundentes. Este, en comparación a los anteriores, es más «un disco de rap». Y no ha necesitado mucho tiempo (ni siquiera muchas horas) para ser llamado ya el mejor álbum del año. Pero, como siempre se puede esperar más de Kendrick (de él se puede esperar de todo), sus seguidores quieren prestarle atención a los detalles y confiar en que esta es solo la primera mitad de un gran proyecto.

Kendrick muerto ¿y resucitado?

Los detalles son varios. En primer lugar, el disco ha sido lanzado en Viernes Santo, el día en que se conmemora la muerte de Jesús según la fe cristiana. Y Kendrick, reconocido como una persona religiosa, muere de manera ficticia en BLOOD., el primer track de este disco. Por lo que muchos esperan que sepamos más de él en Domingo de Resurrección. Vale señalar también, que el paralelo con la religión no es tan gratuito ni descabellado. El primer videoclip del álbum, correspondiente a HUMBLE., tiene al músico convertido en la versión rapera de un papa y como protagonista de una moderna última cena.

Las pastillas de Morfeo

A esto habría que agregarle otros dos detalles. O, mejor dicho, dos tuits. Sounwave, la productora del rapero, usó su cuenta de Twitter para mandar dos mensajes muy misteriosos un día antes de la salida del disco. Primero, tuiteó «qué tal si les dijera… que esa no es la versión oficial». Solo minutos después colgaron una foto de Morfeo, de las películas de Matrix, acompañada por la fecha de lanzamiento de DAMN.. La relevancia de esta imagen radica en que fue este personaje el que le da a escoger a Neo (el protagonista de la saga) entre dos pastillas de distintos colores.

¿Y qué tienen que ver las pastillas de colores con el trabajo de Kendrick? Acá hay que hablar de un detalle importante y de otro que podría ser irrelevante. Por un lado, antes de lanzar cualquier rastro relacionado con DAMN., el músico soltó The Heart Part 4, una canción que no está incluida en el disco que acaba de salir. Y ahí hace referencia a un álbum que tiene las siglas TOC. Para los fanáticos y teorizadores, estas serían las iniciales de The Other Color (en español: el otro color). Esto se relaciona, precisamente, con las pastillas de Morfeo. Para los que no recuerdan la película: una de ellas era roja; y la otra, azul. También son rojas la pared y las letras que aparecen en la portada DAMN., por si no se habían dado cuenta.

Hasta que se confirmen las teorías, podemos distraernos escuchando una y otra vez el disco. Que no es poco. (Para nada).

Por Omar Mejía Yóplac