Lo primero es el desconcierto. Si uno no conoce a Philippe Jaroussky, lo primero que experimentará es desconcierto. Porque si alguien lo escucha antes de verlo (o viceversa), puede demorarse en asociar la imagen de este francés con la voz que oye. Eso sucede porque este artista, de 39 años recién cumplidos, iba para barítono pero finalmente decidió convertirse en contratenor. O más específicamente: en el mejor contratenor. Y es a él a quien podremos ver el lunes 17 de abril en el Auditorio del Colegio Santa Úrsula, en una presentación que representa el inicio de la temporada de conciertos de la Sociedad Filarmónica de Lima, que en 2017 cumple 110 años de vida.

Al ver más de Jarousskly, la sensación puede continuar siendo de sorpresa. Porque ser el prodigio que es no lo convierte para nada en un divo. Contrario a lo que se suele creer de las figuras consagradas dentro del ambiente de la música clásica, él es afable, sencillo y risueño. Con la misma simpleza con la que da entrevistas en las que explica la manera en que busca aproximar su trabajo a nuevos públicos, también puede aparecer en un late night español para cantar, con ropa de calle y frente a un público lleno de drags, una de las piezas de sus presentaciones.

Y las sorpresas con él van aún más allá. Por un lado, no solo es uno de los pocos músicos clásicos que vive abiertamente su homosexualidad, sino que además discute que Ricky Martin se haya convertido en un ícono gay. “Durante más de dos décadas no quiso decir que era homosexual por miedo a vender menos discos”, dice acerca del puertorriqueño. Jaroussky es además un cantante profesional que no se queja de la caída de los discos o del material audiovisual que circula gratuitamente en Internet. “Quienes han visto algo que les ha impresionado en YouTube se interesan por acudir a tus conciertos, por eso creo que se están produciendo unos nuevos hábitos de acercamiento a la música que le proporcionan un porvenir mucho más optimista del que a veces nos imaginamos“, declaró en una entrevista.

Si no quieren perderse la presentación de este francés lleno de talento y personalidad, pueden encontrar sus entradas en Teleticket de Wong y Metro.

Por Omar Mejía Yóplac