Wonder Woman: Mujer poderosa

Hace catorce años, Patty Jenkins dirigió Monster, filme que significó el Oscar para la gran transformación de Charlize Theron. Este año la realizadora estadounidense dirige Wonder Woman, una de las cintas más esperadas de la casa DC, que apuesta por personajes femeninos protagónicos en sus próximos estrenos, Batgirl y Gotham City Sirens. Gal Gadot –la actriz, modelo y otrora Miss Israel– tiene el reto de encarnar a Wonder Woman, personaje que rompe con el estereotipo de damisela en peligro a la espera de un hombre valiente y fuerte que la rescate. “Su motivación es filosófica. No está simplemente eliminando a los malos o luchando contra el crimen, ella cree en la bondad y el amor (…) Es una historia sobre cómo madura”, ha dicho la directora en una entrevista con la revista Empire. ¿Nuevos aires en los blockbusters de superhéroes? Fecha de estreno: 1 de junio.

La novia: terror a la rusa

En la Rusia imperial existía la moda de fotografiar a los muertos. Lo curioso y siniestro es que se les dibujaban ojos para que los cuerpos inertes parecieran vivos en su último retrato. La creencia era que el negativo capturaba el alma del difunto. Svyatoslav Podgayevski, realizador con experiencia en el género de terror, dirige y escribe La novia (el título en ruso es Hebecta), filme que tiene como punto de partida a un fotógrafo que prepara el cuerpo de una novia en un estudio. Recordemos que Rusia tiene una tradición mística plasmada en la literatura y en el cine, con películas de terror antes de la Revolución. La llegada al poder de los bolcheviques paró en seco el desarrollo de todo lo que no fuera realismo social. Fecha de estreno: 18 de mayo.

De amor y otros simulacros: Hong Sang-soo, el autor cinematográfico de nuestros tiempos

“¿Qué es la felicidad para usted?”, le preguntan a Hong Sang-soo. “Un corazón que no le da tanta importancia a todo”, responde el realizador que surgió dentro de la nueva ola de cine coreano –integrada por Park Chan-wook, Bong Joon-ho y Kim Jee-woon–, pero cuya levedad, que no debe ser confundida con banalidad, lo desmarca del resto. Hong Sang-soo apuesta por la incertidumbre. Las historias que narra nunca son asertivas ni concluyen de modo definitivo. Como sus personajes, sus relatos se desdoblan y parecen estar listos para volver a empezar. Los afectos y los sentimientos son cuentos dos o tres veces narrados en el curso de la misma película. La puesta en escena es escueta, mínima, sin adornos. Los diálogos, esenciales, aparecen como largas conversaciones inconducentes que facilitan la emergencia de alguna verdad, más relativa que absoluta. Se trata del hijo simbólico del francés Éric Rohmer.

Como el director de Pauline en la playa, el realizador coreano observa el tránsito de las relaciones románticas sin discriminar las faltas de los “pecados”. Comparte también el amor por las mujeres jóvenes y bellas, por los escenarios naturales y por la oralidad. Pero Sang-soo no es un descendiente dócil de Rohmer: es consciente de su tradición cultural y busca en ella. En la exploración está la impureza.

Filma a gran velocidad, con un promedio de dos películas por año. Yourself and Yours está en cartelera en España y On the Beach at Night Alone se exhibió en la última edición del Bafici, lo que hace probable que la veamos en un festival limeño. Sus dos películas más recientes se estrenarán este mes en el Festival de Cannes.
En tiempos de un cine de aparatosidad y estruendo, o de llamativas mutaciones de criaturas digitales, las películas de Hong Sang-soo hablan de otras metamorfosis, las que modelan nuestras identidades. Esperamos verlas pronto en Lima.

Por Ana Carolina Quiñonez