La naturaleza está en cada pincelada de Melissa Larrañaga. Aves, hojas, ramas, cielos. Todo lo natural vive en sus lienzos, en una armonía que evoca emociones diversas: calma, nostalgia o felicidad. Su más reciente muestra, Ser Divino, no es la excepción. Esta serie, compuesta por piezas de medio y gran formato, además de papeles en tinta china, está disponible en Galería Fórum hasta el 27 de mayo.
Percepción
El método de trabajo de Larrañaga comienza a través de los sentidos y la memoria. Desde que tiene uso de razón, disfruta de pasar largos momentos en conexión con la playa, la selva, el campo o simplemente escapando de la rutina diaria en un parque. Observa, olfatea y escucha lo que le ofrece el escenario. Luego, en la soledad de su taller, esos recuerdos los traslada al lienzo. “Es como un escape”, enfatiza.
Fugaz aparición
“Mis cuadros son como ventanas hacia un espacio mejor”, afirma la artista, que en esta nueva exposición ha incorporado a su obra la presencia del petirrojo. “Es un ave que siempre me ha atraído”, agrega.
Y es que el pequeño personaje, que en la mayoría de sus cuadros aparece camuflado entre el follaje, tiene distintos significados, según el entorno. Puede ser mensajero de alegría, como también de tristeza.
“Ha aparecido en mi vida en distintos momentos”, comenta Larrañaga. En situaciones de pérdida y también en momentos de dicha, la fugaz aparición del petirrojo la llevó a congelar esos instantes en estas piezas.
Texto y fotos por André Agurto