Edward Bloom, en Big Fish

La última gran película de Tim Burton prescinde personajes excéntricos y actuaciones exageradas. En cambio, apuesta por interpretaciones más sutiles, pero no por eso menos profundas. El protagonista de esta historia es Edward Bloom (interpretado por Ewan McGregor en el pasado y por Albert Finney en el presente), un hombre lleno de historias que alimentó la relación con su hijo a base de relatos inverosímiles. Perfecta para verla por aquellos padres que siempre comienzan sus increíbles anécdotas con un “cuando era más joven…”.

El vagabundo, en The Kid

No es un progenitor. Es decir, no es un padre genético. Pero el papel de Charles Chaplin en una de sus películas más recordadas tiene todo lo necesario para ingresar a esta lista. Encontró un bebé abandonado en la calle y, sin contar con los mejores medios o recursos, lo adoptó y lo crió. En su desarrollo podemos ver cómo crece y se fortalece el lado paternal del que hasta entonces era un pícaro y despreocupado vagabundo. Muchos filmes han intentado posteriormente emular la fórmula de esta pequeña obra maestra de 1921.

Por Omar Mejía Yóplac