El personaje más odiado y amado por los fanáticos de la saga es, sin duda, Severus Snape, quien vivía ridiculizando a Harry. Lo curioso es que J.K. Rowling se inspiró en un profesor de matemáticas que le dio clases en su niñez y que solía separar a los niños de la clase ubicando a los “más inteligentes” al lado izquierdo y al resto al lado derecho, incluyendo a la escritora.