En Chorrillos, en una de las 16 escuelas que tiene D1, la compañía de danza que fundó Vania Masías, un grupo de 24 chicas y chicos ensaya una coreografía. Es el último de una serie de ensayos antes de presentar Orígenes Virú, una obra profondos que tendrá solo una función este 26 de noviembre en el Gran Teatro Nacional. Sus cuerpos atléticos y mojados por el sudor se mueven al ritmo del break dance, festejo, jazz street, huaylas, house, y más estilos.
Cada vez falta menos para #OrígenesVirú, espectáculo de danza, video y música en vivo. Ven este 26 al Gran Teatro Nacional con la participación especial de Vania Masias y Susana Baca – Página Oficial como Artista invitada Venta de entradas en Teleticket: https://goo.gl/Es45Ms#D1AsociaciónCultural #ElArteDeTransformar
Posted by D1 Asociación Cultural on Monday, November 20, 2017
“En D1 buscamos que bailen de todo. Queremos versatilidad con un toque peruano”, afirma Vania. Y agrega: “La identidad es muy importante para nosotros. Una vez que aceptas quien eres y lo acoges a través del arte y la historia, empiezas a quererte, a valorarte”.
Esa puede ser una descripción, pero no la única, de lo que propone Orígenes Virú. Es un viaje al pasado, a nuestras raíces, a través de la danza. Ese proceso de búsqueda en la cultura precolombina no es en vano. “Tenemos que ir al origen para entender el presente”, sostiene Vania.
¿Qué has logrado entender a través de esta obra?
Se ha perdido el trabajo de comunidad y cada vez hay más desconfianza. En Orígenes Virú estamos simbolizando lo que vemos en la calle a través del movimiento. Hay también una parte en que reflejamos la cantidad de violencia contra la mujer. Nos preguntamos qué conciencia tenemos de cómo vivimos, del respeto al otro. La temática de esta obra gira en torno a eso, sí, pero también de la violencia que se ejerce contra la madre Tierra desde hace muchos años.
Más que una escuela de baile
Masías está convencida de que podemos cambiar el presente a través del arte y la confianza. Lo predica y lo practica desde hace 13 años en D1. “Usamos la danza como medio de transformación, no como un fin”, explica. Cuando fundó la compañía hace más de una década, Masías había llegado al Perú después de haber vivido mucho tiempo en Londres. “Dejé todo lo que tenía, trabajo y contratos. Allá me formé y me reafirmé en mi pasión por el baile. Pero luego, cuando volví a Lima, descubrí que tenía una pasión más, que era el desarrollo de mi país y la oportunidad de desarrollar potenciales”, sostiene.
Entonces nació D1, con 20 chicos de Ventanilla. “Se generó un vínculo de confianza entre ellos y yo, una relación en la que ambas partes ganábamos algo. Dejé algo importante por ellos y, a cambio, valoraron el trabajo que yo hacía. Empezamos un trabajo de comunidad. Ese es el mensaje de esta puesta en escena”.
Hoy, D1 está conformado por 13 escuelas gratuitas y tres privadas. Los 20 chicos y chicas que empezaron son ahora 7 mil en varias partes de Lima y provincias. “No formamos bailarines, formamos personas absolutamente capaces con la convicción de que pueden lograr lo que deseen”, indica.